Agosto 26, 2004

Sol de medianoche ( Capitulo V )

Así volvieron a coincidir muchas veces más, pero como él estaba en su turno de trabajo tampoco podía distraerse demasiado y se limitaban a compartir información útil acerca del bosque. Eran noches frías del mes de marzo, en las que el viento aullaba con los lobos y los abetos oscuros parecían siniestras figuras acechando, hasta que el guardabosques se encontraba con la vampira y la oscuridad se hacía más soportable. Cuando no estaban juntos, Noreen seguía los movimientos de Serguei encaramada a las ramas más altas de los árboles. Le gustaba mirarle concentrado en su trabajo. Pronto se le hizo familiar su parka de color verde oscuro junto con las botas de montaña, el forro polar negro y los pantalones especiales de alta montaña de color kaki, y sobre los hombros como siempre la desgastada mochila de cuero marrón. Qué abrigado iba él en comparación con su vaquero corto y su camiseta sin mangas, pero no tenía frío.

A veces hablaban de Dios, pero ella le decía que lo que hacía daño no eran las cruces, sino la fé. Era curioso y paradójico que algunos vampiros pertenecientes a otra época, por ejemplo la Edad Media, nunca hubieran perdido su devoción por Dios y lo tuvieran de su lado. El poder de Fé Verdadera era un poderoso aliado para un vampiro pero pocos lo tenían después del tránsito de oscuridad y muerte que todos los vampiros sufrían al principio, cuando se veían como seres del Diablo y no como seres de Dios. La iglesia tenía también sus "cazadores" y el único país que se salvaba de tener vampiros era el Vaticano por supuesto. Desde el día en que hablaron del tema, Serguei comenzó a mirar la pequeña iglesia del pueblo de otra forma y dejó de ir a misa. Por la noche en la soledad de su casa se preguntaba si lo hacía por ella o porque le asustaba la idea de un Dios tan injusto que permitiera que un ser tan puro como ella sufriera el castigo impuesto a otra persona, a Caín, al comienzo de los días. Noreen no había echo nada malo en toda su vida, por qué entonces.

Por Noreen Gaard

Escrito por Ka| a las Agosto 26, 2004 11:11 PM
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