Mayo 23, 2004

¿Existen los Vampiros?

Martín A. Cagliani

Existen muchos antecedentes de vampiros en otras culturas (antiguo Oriente, Egipto, Grecia, Roma, la India y muchas más) es casi una leyenda universal, pero la mayor parte de los relatos que llegaron hasta nosotros y nos resultan familiares se desarrollaron en la Europa oriental, en los Carpatos y los Balcanes (tan terriblemente celebres).


En la Edad Media la figura del vampiro ya estaba bien definida. Se lo consideraba o bien un espíritu de una persona fallecida o un cadáver reanimado, que regresaba para absorber la vida de los vivos privándoles de la sangre, a fin de asegurar su propia supervivencia. La Iglesia, consideraba vampiros "latentes" a los que practicaban hechicería o cualquier clase de maleficio; a los suicidas y excomulgados (expulsados del cristianismo); a los malditos, y en general a los que quebrantaban la gran variedad de tabúes del cristianismo. Se adoptaba determinadas precauciones contra estos posibles vampiros: debían ser enterrados en los cruces de caminos, para que en el caso de que tuviesen la inoportuna idea de abandonar sus fosas, se desorientasen al no saber dónde ir; a los suicidas se los enterraba en tierra no consagrada en el norte de las iglesias, por considerarlo el punto más oscuro, o también en los cruces de caminos. Además, se les atravesaba el corazón con una larga estaca de madera que les dejaba bien sujetos al suelo. Esta practica se mantuvo en Inglaterra hasta 1823, en adelante esos entierros se prohibieron por ley. Las causas que promovieron estas leyendas eran muertes aparentes, enterramientos prematuros, epidemias, profanaciones de tumbas, ejecuciones incompletas, desapariciones, robo de cadáveres para estudio de anatomía, tratamientos médicos equivocados, etc.

La creencia en los vampiros cobro un verdadero auge en el siglo XVIII en toda Europa. Se los llamo de diferentes formas en cada zona de Europa. Se los llamó upiers, oupieres, brucolaques, vroucolacas, strigoiul, vlokoslak, nosferatu, pero el que pegó mas fue el de vampiros, proveniente del serbio vampir, que significa espectro o cadáver. Los diarios publicaban cada tanto noticias sobre la aparición de vampiros, ya sea en Francia, Holanda, y a veces en Polonia o Rusia. Se decía que aparecía después del mediodía hasta la medianoche; que chupaban la sangre de los vivos. A veces se encontraba ataúdes llenos de sangre, y al cadáver le salía sangre de la nariz. Se decía que se comían la ropa también. Generalmente cuando se exhumaba el cadáver de un presunto vampiro y se detectaba que perdía sangre, estaba rosado, flexible y bien conservado, se estaba ante un vampiro. Cuando esto ocurría se levantaban informes judiciales y los quemaban.

La sangre, es el factor dominante en los orígenes del vampiro mítico. Es natural que se produzca la muerte como consecuencia de la falta de sangre, no era ilógico pensar que alguien pudiera volver a la vida o prolongarla bebiéndola. En aquellos tiempos no se conocía el pequeño detalle de los grupos sanguíneos incompatibles, ni la nimiedad del factor Rh.

Se le tiene miedo a los vampiros, porque ellos matan personas y las convierten en vampiros, pero lo principal es que se parecen a las personas normales. Pero hay ciertas cosas que los diferencian de un ser vivo, no pueden proyectar sombra ni reflejarse en el espejo. Además, pueden cambiar de forma, como por ejemplo la de un murciélago o un lobo. Pero sus rasgos particulares son: una mortal palidez n el rostro, labios muy rojo, dientes largos y afilados que suelen estar manchados de sangre ojos inyectados en sangre, con una mirada penetrante y furiosa, y tienen pelo en la palma de las manos, también uñas largas u sucias. Duermen de día en sus ataúdes, debido a que la luz los mata, y de noche se despiertan sedientos de sangre. Los vampiros no pueden entrar a una casa sin ser invitados, pero en cuanto consiguen el permiso pueden entrar todo lo que quieran.

¿Cómo se vuelve uno un vampiro? Según la leyenda, las víctimas de un vampiro mueren y llegan a ser vampiros a su vez. Si un gato salta sobre un cuerpo sin vida antes de ser enterrado, esta se convierte en vampiro. En Rumania esto lo curaban poniendo un pedazo de hierro en la mano del cadáver. Como ya se dijo los suicidas, los magos, brujas, o los séptimos hijos también se convertían en vampiros. Otra forma es tomar sangre de vampiro, ser víctima de un asesinato sin vengar, o un cuerpo muerto que sea reflejado en un espejo.

Cuando alguien se convierte en vampiro, adquiere ciertas habilidades. Se puede transformar en diferentes animales, los más comunes son el murciélago, el lobo, la araña o el cuervo. También se pueden transformar en una nube de niebla. Otra habilidad típica entre los vampiros son las energías y sentidos más agudos. También pueden dominar a otros animales.

¿Cómo matar a un vampiro? La estaca de madera enterrada en el corazón es la mas conocida, algunas leyendas dicen que tiene que ser de un tipo especial de madera tal como el fresno. Otra forma es decapitándolo, o quemando el cuerpo. Se puede matar a un vampiro también si se lo ubica directamente entre dos espejos. También uno se puede proteger de un vampiro teniendo un perro completamente negro al que se le deben pintar sobre sus ojos unos ojos de ángel de color blanco.

Cuantos mitos y leyendas que hay sobre vampiros, pero solo una historia es la que recuerdan y conocen todos, es la del Conde Drácula.

Este conde fue creado por la imaginación del escritor irlandés Bram Stoker en su novela Drácula, que fue publicada por primera vez en 1897. Stoker se inspiro para su famoso personaje en una mala interpretación de los mitos folklóricos rumanos y en parte en un personaje histórico que vivió en el siglo XV. El personaje fue Vlad Tepes, que gobernó Valaquia, principado del Danubio, que hoy forma parte de Moldavia, entre 1452 y 1462. Fue célebre por su patriotismo y su devoción cristiana, también por su inmensa crueldad hacia sus enemigos, entre los cuales se encontraban principalmente los turcos. Lo llamaban Vlad Drakul (porque su padre perteneció a la Orden del Dragón y él heredó el sobrenombre). El libro de Stoker es y fue un "best seller" desde su publicación se vendieron millones de libros en todo el mundo, traducidos a cuarenta y cuatro idiomas. Anteriormente habían aparecido historias de vampiros en la literatura, la primera fue "El Vampiro" de John Polidori y apareció en 1819, donde el personaje se llamaba lord Ruthven. Le siguieron "Varney el vampiro" (el de los Simpsons es Barney) de James Malcom Rymer que salió en 1847; otra obra fue la de Joseph Sheridan Le Fanu llamada "Carmilla" que salió en 1871 y su personaje se llamaba Mircalla Karsnstein, como se ve todos elegían nombres orientales para el vampiro.

En 1920 aparece la primera versión fílmica de la novela Drácula, un filme húngaro llamado Drakula. Le siguió Nosferatu, en 1922, del alemán F. W. Murnau. Mac Schreck hacia de Drácula. En 1931 apareció en la pantalla la primera producción de Hollywood sobre el conde. El actor Bela Lugosi interpretaba el papel de Drácula, quien ya lo había encarado en una obra teatral de 1928.

Pero, ¿puede haber algo de verdad detrás de todos estos mitos, literatura y películas?

Existe una base genética para explicar lo que la superstición interpretó como vampirismo. Es una enfermedad llamada porfirias, y las personas afectadas tienen dificultades para sintetizar las porfirias, sustancias que, al combinarse con determinados metales, juega un papel fundamental en el metabolismo de plantas y animales. Los que padecen esta enfermedad, no pueden exponerse al sol sin sufrir lesiones en la piel, que podrían parecer quemaduras, pero es destrucción celular. La piel se pone colorada y desarrolla ampollas. Quedan horribles cicatrices. Pueden perder los dedos, nariz u orejas. Los ojos se ponen rojos, también se desarrollan pelos anormalmente, lo que se llama hirsutismo o hipertricosis. O sea, que la enfermedad porfiria eritropoyética daría al enfermo gran parte de las características que la leyenda le atribuye al vampiro (pálido por la anemia, con ojos rojos y pelos en las palmas de las manos, etc.). Todos estos datos los investigó el doctor David Dolphin, de la University of British Columbia (Canadá). Los presentó en un informe ante un congreso realizado en 1985 en Los Angeles, EE.UU., donde analizó con detalle muchos puntos de contacto que se observan entre las leyendas de vampiros y la bioquímica de la porfiria.

Como dice Nestor Cazzaniga, "si en la actualidad la vida de los porfiricos es sumamente penosa, imaginemos lo que habrá sido en la Edad media la existencia de alguien que tuviera pelos en las palmas de las manos o en la cara, saliera únicamente después de la caída del sol, con un comportamiento poco usual por las alteraciones neurológicas que provoca la porfiria y presentara deformaciones por severas lesiones de la piel. La perdida del labio superior deja a la vista los dientes, que parecen más grandes". Encima los médicos de la época les recetaban tomar sangre.

Escrito por V4MP|R0 a las Mayo 23, 2004 02:36 AM
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