Mayo 07, 2004

Nostalgia

Cumpleaños en Talara
Mediados de los años ochenta. Una época más cándida e inocente, en la que era socialmente aceptable asistir a un ágape barrial en pantalones cortos y camisa. Por su lado, los pantalones largos podían alegremente terminar veinte centímetros por arriba del tobillo, exponiendo las medias flúo en toda su cromática gloria. Los pisos de cerámica de toda la comarca brillaban, bruñidos como un sol, porque la Gran Escasez de Cera del 89 todavía no se vislumbraba en el horizonte. Las palabras no eran necesarias para sacar a bailar a las chicas; un cabeceo sobraba. Nunca importó que la canción fuera, irremediablemente, una y otra vez la misma. Al fin y al cabo, el otro siempre estaba ahí. Para qué pedir más.
Posando al sol en Talara
Esas piernas desnudas, algo chuecas a la altura de las alpargatas, todavía no soñaban con chapotear en un arroyo de tinta teñida de amor. Ese jardinero de rubio flequillo ni siquiera imaginaba los mares contra los que se estrellaría con sumo placer. Y sin embargo ambos ya sabían que veinte años no son nada cuando al fin los caminos paralelos se terminan por cruzar.
Escrito por Amor Entintado a las 11:52 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Emoción violenta

Acostumbrado a que la angustia lo sofocara y lo asaltaran repentinas dudas, no se sorprendió demasiado cuando una preocupación se le acercó sigilosa por detrás y le encajó un sonoro coscorrón. Empezó a sospechar algo más grave aquella tarde en que la vergüenza, certera, le escupió en un ojo con inusitada saña. Luego, durante todo un fin de semana, un cardumen de ansiedades se empeñó en destrozarle metódicamente los tobillos a dentelladas.

Lo más triste es que ni siquiera atinó a sonreir amargamente mientras la desesperación lo estrangulaba por última (y fatal) vez, porque la ironía estaba demasiado ocupada sosteniéndole los brazos para que no ofreciera resistencia.

Escrito por Amor Entintado a las 07:44 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Mayo 05, 2004

Baratita la casita, patrona

Promotores en una esquina vendiendo casas
Pocas cosas dan mayor sensación de calidad, estilo y seriedad en el mundo de los bienes raíces como un par de promotores parados en la esquina con un cartel de cartón horrible. Presagio grandes cosas para este maravilloso emprendimiento comercial.

¡Vamos que quedan pocas! ¡Pase y mire tranquilo, jefe! ¡Sin ningún tipo de compromiso!

Escrito por Amor Entintado a las 06:39 AM | Comentarios (1) | TrackBack

Mayo 02, 2004

Enigma ilógico

Un tren parte de la estación por la mañana y se dirige hacia el sur, desplazándose a cuarenta y dos kilómetros por hora. En el vagón cuyo orden (contando desde la locomotora) corresponde al primer número primo divisible por un palíndromo, viajan tres hermanas y tres hermanos, pertenecientes a distintas familias. El hermano mayor y la hermana menor dicen siempre la verdad; el hermano menor y la hermana mayor siempre mienten; los hermanos del medio mienten los lunes, miércoles y viernes, y dicen la verdad el resto de los días.

Las hermanas, todas ellas ataviadas con sombrero (dos de ellos verdes, el restante amarillo), están sentadas una detrás de la otra en el costado izquierdo del vagón, de manera que la que está sentada en tercer lugar ve a las dos que están por delante suyo, la que está sentada en el medio sólo ve a la primera, y la primera no ve a ninguna de sus hermanas. Los hermanos, todos ellos con distinto color de cabello (uno castaño, uno rubio, uno pelirrojo), están dispuestos en el costado derecho del vagón de manera análoga a la de las hermanas, pero mirando hacia el otro lado.

Luego de catorce minutos de viaje, el tren vira cuarenta y dos grados hacia la izquierda y el guarda hace su aparición en el vagón que nos atañe para marcar los boletos de los pasajeros. Se acerca primero a la hermana sentada en último lugar quien, entregándole con parsimonia su boleto, le dice: "Ojalá ayer Martes lo hubiera conocido al morochito sentado a mi izquierda mientras me compraba este sombrero, porque está para comérselo a mordiscones. Ahora, a medio camino de nuestro viaje, es quizás demasiado tarde."

Algo descolocado por semejante franqueza, el guarda se dirige al susodicho hermano, que extrañamente no era morocho sino pelirrojo. Éste le dice: "Ésa de sombrero verde a la que le marcó el boleto recién es bastante liviana de cascos. La vengo registrando desde que salimos, hace ya casi dos horas. A mí la que me gusta es la que está sentada en el medio, la más veteranita, que parece medio amarga y hoy me decía en el andén que odia viajar los Lunes con sombrero amarillo, pero que no tenía otro remedio".

El guarda, luego de estas innecesariamente explícitas declaraciones, duda un momento antes de dirigirse a la segunda hermana. Cuando eventualmente decide continuar con su trabajo y se acerca, la muchacha ni corta ni perezosa se acomoda su sombrero verde y le dice con aire conspiratorio, mientras le guiña el ojo: "Si me hace gancho con el muchacho rubiecito sentado primero en la fila, yo le presento a mi hermana menor, que es bastante atorranta. Sobre todo los días Jueves, como hoy. Ella le dirá que se siente atraída por el pelirrojo, pero como siempre miente, yo no le haría caso".

Ya completamente aterrorizado por el nivel de las conversaciones, el guarda decide no marcar el boleto al resto de los pasajeros del vagón y termina con cualquier esperanza que tuviéramos de averiguar quién es quién, sus colores de sombreros y cabellos, el vagón en el que viajan, qué día es, a dónde se dirigen y cuánto tardarán en llegar.

La pregunta: ¿Si Ud. pudiera recuperar los minutos que malgastó leyendo estas líneas, cuántas maneras diferentes de asesinar al autor podría idear en dicho período de tiempo?

(Con el perdón de Markelo)

Escrito por Amor Entintado a las 07:43 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 25, 2004

Evolución

"La casa era verde", escribió el niño Luisito. La maestra le bajó puntos por lo chato de la prosa y la falta casi absoluta de aspiraciones artísticas.

"Era verde la casa", escribió el adolescente Lucho. La profesora valoró la intención poética, pero igual lo mandó a Diciembre para obligarlo a esforzarse un poco más.

"Era verde como la esperanza la casa de la colina", escribió el joven Luis. El jurado del concurso barrial no se enredó demasiado en la comparación y le otorgaron el tercer premio.

"Era de un tono verde algo ajado, cual esperanza de sufrido anciano, aquella casa que se vislumbraba en la lejana colina del solitario paraje", escribió el señor L. P. García. El editor se enamoró de su florido estilo y publicó su primer libro de relatos.

"La casa sobre la solitaria colina era ajadamente verde, como una antigua esperanza", escribió el celebrado autor Luis Pascual García. El complacido público compró de a miles su más reciente novela, catapultándolo a la cima de la lista de best-sellers contemporáneos.

"La casa era verde", escribió el geronte García, sumido en una arterioesclerosis galopante. La crítica especializada lo bañó en alabanzas por aquella muestra de sucinta madurez literaria y el premio Cervantes que le otorgaron de manera póstuma no fue discutido prácticamente por nadie.

Escrito por Amor Entintado a las 06:50 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 24, 2004

Cargando nafta

Sticker en un surtidor de gasolina
Yo sabía que él no nos había dejado. Yo sabía que los del patíbulo no podían quedarse tan cortos de personal. Yo sabía que aquella vez en el Oeste no habia sido la última. Yo sabía que las venganzas no podían pasar a ser públicas.

Actuar o revisar surtidores, da lo mismo si uno es él.

Quizás la muerte no sea más que un abrupto cambio de carrera.

Escrito por Amor Entintado a las 04:06 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 19, 2004

Eclipse de panza

La panza de marras a punto de ocultar al paquidermo
Miami, EE.UU. (Reuters).- Momentos de tensión se vivieron ayer por la tarde en el zoológico metropolitano de esta ciudad cuando Betsy, la adorable elefanta asiática, desapareció de la vista de todos por algunos segundos. Escenas de pánico entre los azorados asistentes al parque se suscitaron a diestra y siniestra hasta que alguien notó que Betsy no se había desvanecido mágicamente, sino que estaba oculta detrás del turgente abdomen de una bella jovencita que sorbía un helado de agua, ajena a la desesperación generalizada. Una vez aclarada la inusitada situación, la dueña de la expectante barriga (a la que sólo se conoció con el extraño mote de La Entintada) sólo atinó a sonreir avergonzadamente y alejarse de la mano de su afortunadísimo acompañante, haciendo que todos olvidaran los instantes de zozobra y suspiraran fascinados ante tanta gracia y belleza. El saldo final: tan sólo algunos corazones rotos.
Escrito por Amor Entintado a las 01:46 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 18, 2004

Eso yo no lo sabía, pero ahora ya lo sé

Mi ciudad
Un saludable batido de probabilidades y estadísticas nos permite realizar estas interesantes observaciones acerca de los numerosos habitantes del casco urbano aquí arriba retratado:
  • Si se combinara la energía eólica de todos los suspiros de desamor siendo exhalados en este preciso instante, se podría hacer funcionar un reloj cucú por 32 segundos
  • Al menos 7 personas están parpadeando el primero de los últimos cien mil parpadeos de sus vidas
  • El 93 % de quienes se hacen llamar Silvia son mujeres
  • 0.9 personas se sienten incompletas
Escrito por Amor Entintado a las 10:55 AM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 11, 2004

Un plan simple

Edelmiro Zárate brilló en sus estudios universitarios, amasó una gigantesca fortuna tras el éxito de cada una de sus múltiples empresas, sedujo a las más hermosas mujeres del jet-set y se destacó en el polo, la esgrima y el bridge, todo ello con la única y secreta intención de arribar a este preciso instante.

Soporta pacientemente las consultas acerca de mascotas de la infancia, modistos favoritos y los tres libros que se llevaría a una isla desierta, seguro del eventual desenlace de la entrevista.

— ¿Y cómo es Edelmiro en la intimidad? &mdash, le pregunta al fin, pícara, la joven periodista de la revista Gente, y él con enorme placer levanta de la mesa el grabador portátil y se lo revienta en la cara, justo en el medio de esa sonrisita imbécil, tal como había planeado desde un principio.

Escrito por Amor Entintado a las 08:00 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 08, 2004

Desmemoria acústica

Ayer a la tardecita iba solo en el auto cuando en la radio comenzó a sonar Nightswimming y en un instante se me llenó el cuerpo de la melancolía más dulce que uno pueda imaginarse.

Quise tener doce años de vuelta y pasar los tres meses del verano del 88 en la vieja cabaña junto al lago en Cramdon Corner. Añoré estar sentado en el desvencijado muelle de madera, los pies chapoteando despacio en el agua y mis amigos tirados boca arriba a mi lado mirando el cielo en silencio, mientras la brisa suave de las ocho de la noche nos secaba el pelo. Me embargó el deseo de que pasara mi primo Ted a buscarnos en su pick-up destartalada y nos llevara en la caja al autocine a ver la misma película por décimocuarta vez, atragantándonos con caramelos pegoteados por el calor y una botella de cerveza sin gas traída a modo de infantil contrabando. Hubiera pagado por sentir una vez más la misma excitación idealizada que me corría por la nuca cuando la veía pasar a Molly por la puerta de la fuente de soda del viejo Wilbur, cruelmente ataviada con pantalones demasiado cortos y la camisa anudada sobre el ombligo, riéndose sin darse cuenta de que llevaba todas mis ilusiones en los hombros.

Me pregunto si en ese preciso momento, en Georgia o Carolina del Sur, un muchacho de veintipico largos estaba escuchando una canción y sintiendo nostalgia de un picado con una pelota desgajada en una cortadita empedrada a dos cuadras de la estación, de medialunas con dulce de leche a la tarde en la pileta de Adrogué, de un jumper azul y unos ojos almendrados abajo de un árbol en el patio de séptimo grado.

Algún distraído allá arriba nos traspapeló las saudades.

Escrito por Amor Entintado a las 11:38 AM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 03, 2004

Duelo

Desde ayer por la mañana, el ambiente urbano que nos rodea (habitualmente de colores tan chirriantes que lindan en lo saturado) se antoja pálido y algo gris. Una neblina con olor a quemado se mueve perezosamente calle abajo, cubriendo todo con un velo opaco muy parecido a la capa de polvo y pelusa que sí o sí se amontona en la parte superior de las paletas de cualquier ventilador de techo. Si uno sale al balcón y mira para allá, se alcanza a distinguir el resplandor del fuego responsable de tamaña afrenta al espíritu cromático de la zona.

Eclipse de ceniza
Nadie se anima a decirlo, pero el siniestro es claramente intencional: alguien se enteró de la trágica muerte de un intrépido molusco, y decidió homenajearlo armando su propio eclipse de ceniza. Es sabido que al rayo del sol no se puede llorar como Dios manda.

Escrito por Amor Entintado a las 09:33 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Abril 01, 2004

Acto reflejo

Existen varias situaciones visuales que me generan invariablemente una risita algo grave, gangosa y aspirada de la que no me siento para nada orgulloso. Mi top tres:

  • Mono chiquito manipulando comida
  • Bebé estornudando o bostezando
  • Cualquier tipo de voz artificialmente aguda

Escrito por Amor Entintado a las 04:21 PM | Comentarios (0) | TrackBack

De terror

Uppercut, uppercut, jab
The Ring

(Modificación de un fotograma original de la película Ringside, de ArtFilms)

Escrito por Amor Entintado a las 04:01 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 27, 2004

Soundtrack

Tengo algunos comentarios y observaciones para hacerte, señor encargado de la banda de sonido de mi vida.

La mayor parte del tiempo (disculpame que sea tan duro y directo) estás distraído y no prestás atención a tus tareas. Día tras día tenés innumerables oportunidades de ser sublime y las dejás pasar, indolente. Por ejemplo, desde acá veo en la vereda de enfrente a un cincuentón de gruesas patillas y colorida camisa cuyo rítmico andar pide a gritos que suene "Fiebre de sábado por la noche", pero vos no reaccionás y el momento pasa. O hace un rato, cuando dejó de llover y se filtró el sol entre las nubes después de un par de días oscuros, pero George Harrison no cantaba "Here comes the sun".

A veces siento que directamente me odiás. Por ejemplo, sabés muy bien que la primera canción que escucho temprano a la mañana va a quedar alojada durante todo el resto del día en un riconcito de mi inconsciente, lista para ser tarareada en el ascensor o silbada en la ducha. Entonces no puede ser que mi radio-reloj, en lugar de Gardel entonando "Madreselva" o cualquiera de los Beatles, me despierte nueve de cada diez veces con "Cachete con cachete" de Pancho y la Sonora Colorada.

Otras veces tu sentido del humor se me antoja demasiado ácido, como cuando estrellé mi Volkswagen 1500 contra un poste de teléfonos en la esquina de mi propia casa, y en la radio justo Dave Matthews cantaba eso de when you come crash / into me baby.

Pero a pesar de todo no voy a pedir que te peguen la patada en el culo que te merecés. Bien sabés que con el toque de inspiración que tuviste aquella tardecita en que la Entintada me ofreció por primera vez los labios tenés laburo asegurado hasta que decidas jubilarte.

Escrito por Amor Entintado a las 05:49 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 24, 2004

Desde arriba

Desde arriba
Cuando el avión inicia el descenso hacia el aeropuerto de Barajas, la vista que se aprecia es prácticamente idéntica a la que se puede disfrutar al arribar a Lima, San Petersburgo, Jakarta o Don Torcuato.

Bah, la zona del suelo en realidad no tiene nada que ver, pero la ventanilla, el cielo y las nubes... Igualitos, igualitos, ¿no?

Escrito por Amor Entintado a las 09:46 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 23, 2004

Hoy te reivindico, Juan Carlos

Ay, Juan Carlos Salaberry Méndez, ¡cómo te criticaron!

Te criticaron dura e injustamente, por tu estilo inmensamente rico y bellamente florido, constante y plenamente poblado de adjetivos mordaces y adverbios perfectamente seleccionados.

Te criticaron por aquellos innovadores párrafos en los que abandonabas las comas por considerarlas un estúpido obstáculo impuesto al lector para interrumpir el natural fluir de las ideas que plasmabas magistralmente cual talentoso pintor creando sin esfuerzo jardines de palabras sin piedras con las cuales tropezar sin vallas que saltar y sin ríos que vadear.

Te criticaron por comenzar párrafo tras párrafo con las mismas palabras, porque no entendían el sublime valor poético de una perfecta anáfora.

Te criticaron por tu saludable obsesión de concluir tus textos con la misma frase que les servía de título, dándoles una estructura circular de atractivo casi matemático.

Te criticaron porque el único escrito que jamás publicaste y que jamás publicarás es éste mismo, escrito en pudorosa segunda persona, celebrando brevemente pero sin falsa vergüenza tu enorme talento.

Hoy te reivindico, Juan Carlos.

Escrito por Amor Entintado a las 11:09 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 19, 2004

Inflamable

Que vengan los bomberos que me estoy quemando
Los rumores acerca del alcoholismo del aguerrido marcador central Norberto Oscar Randabotti, de quien las malas lenguas afirmaban que solía bajarse una ginebra Bols en el entretiempo, quedan confirmados cuando, tras un pequeño roce con un delantero adversario cerca del círculo central, el célebre crack entra en combustión y se consume envuelto en una llamarada azulada.

Ahora sabemos a qué se refieren los relatores cuando hablan del fuego sagrado.

Escrito por Amor Entintado a las 11:51 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 16, 2004

Llamando a Hollywood

Horacio Superstar
Jugando al tutti frutti en el foro de Cine y TV de PsicoFXP (sí, soy una persona completamente consciente de sus prioridades), se me ocurrió una idea para un largometraje que paso a comentar, con la inequívoca intención de que alguno de los varios escritores, productores y directores de cine que visitan este blog diariamente me pague una cantidad obscena de dinero para poder utilizarla en su próximo proyecto.

La idea es crear un falso documental acerca de los hilarantes problemas que ocurren durante la filmación de "Horacio Guarany Superstar", una malograda superproducción nacional basada en "Jesucristo Superstar" en la que el protagónico del mesías cristiano es reemplazado por el entrañable folclorista, básicamente para no pagar derechos de autor. Numerosos contratiempos causados por la falta de experiencia del actor principal, las inclemencias del clima cordobés y un simpático perrito que se alimenta de rollos de celuloide harán las delicias de grandes y chicos. El relato, sin embargo, concluye con una nota amarga al mostrar cómo la producción queda inevitablemente trunca durante la escena en que se transforma el agua en vino: Horacio se entusiasma y convierte todo el cauce del Río Carcarañá en un buen Cabernet Sauvignon, falleciendo de una cirrosis fulminante al poco tiempo.

Quedo a la espera de la guerra de ofertas. Únicamente acepto transferencias a mi cuenta en las Islas Vírgenes, por cuestiones impositivas.

Escrito por Amor Entintado a las 07:47 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 15, 2004

Mea culpa

Estoy a un costado del escenario, entre telones y equipos de sonido, con la guitarra al hombro. Alguien está terminando de cantar, pero no se lo ve bien desde este ángulo por la iluminación. Leo García está parado al lado mío, vestido con una camperita azul y su sempiterna gorrita roja, cargando con un teclado como si llevara un atlas a la biblioteca. —Ahora salimos y tocamos "Esperanza de amor"—, me dice. Asiento en silencio, confiado.

Cuando llega nuestro turno, camino con paso firme hacia el centro del escenario momentáneamente oscuro y me planto frente al micrófono. A mi izquierda, Leo monta su teclado sobre un soporte, conecta los cables y me guiña el ojo en señal de aliento. En ese preciso momento, a escasos segundos de que se enciendan los reflectores, caigo en la certeza inexorable de que no conozco ninguna canción llamada "Esperanza de amor". No sé ni la letra que supuestamente tengo que cantar ni la melodía que llevaría. No conozco un mísero acorde. Se me ocurre que podría tratar de seguirlo de reojo a Leo en su teclado, pero mi escaso nivel musical hace imposible que traslade acordes de piano a guitarra en un tiempo razonable. Busco relajarme intentando unos arpegios, pero tengo los dedos resbalosos de sudor y mi guitarra está irrecuperablemente desafinada.

Cada vez que me despierto durante este tipo de pesadilla (y por suerte siempre ocurre justo antes de caer en el más absoluto ridículo), me sorprende el hecho de que en realidad no estoy sumido en la desesperación por no saber la canción o por no encontrar cordones para mis botines antes de salir a la cancha o por no conocer el mecanismo exacto para abrir el paracaídas. Lo que sí me suele embargar es una especie de enojo conmigo mismo: ¿Cómo puede ser que no haya afinado la guitarra si ésta es la oportunidad musical de mi vida? ¿Cómo es que no me traje una partitura para seguir? ¿Cómo olvidé enhebrar los cordones antes de salir hacia el estadio? ¿Cómo puedo ser capaz de subirme a un avión sin tomar siquiera una lección de paracaidismo?

Será que adscribo a la teoría del libre albedrío y creo que nuestro futuro es siempre consecuencia de nuestros actos precedentes. O será que, generalmente, yo tengo la culpa de todas las huevadas que me mando.

Escrito por Amor Entintado a las 07:56 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 14, 2004

Babilonia

General Gonzalez Traducciones
Bienvenidos al maravilloso mundo del traductor automático, donde los botones adoran ser empujados y las luces eléctricas nunca dejan de espavilarse. ¡Selecte el texto a translatir!
Escrito por Amor Entintado a las 07:25 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 11, 2004

Bálsamo helado

Patapúfete
Otoño de 1952, a orillas del Mar de Ross en la región conocida como Victoria Land, ubicada en la zona neocelandesa de la masa continental antártica. Cerca de las tres de la tarde de un día soleado, Juan Carlos Pingüino propina de manera artera el denominado "soplamocos invertido guatemalteco" a Rubén Pingüino (no hay vínculo sanguíneo) motivado por la sospecha de que éste había intentado propasarse con su pareja estable, Cristina Pingüino (apellido de soltera), al invitarla a tomarse unos margaritas (frozen, por supuesto). Estos primeros indicios de celos monógamos en las simpáticas aves son documentados por las cámaras de Jacques Cousteau, que había agarrado mal una curva al salir de Niza con el Calypso y había terminado allí en lugar de Aruba.

Hoy, estimado lector, nos atrevemos a presentarle este testimonio fílmico, porque a veces una boludez sin sentido sirve de algo. Escaparse unos segundos no es pecado.

Sepan ustedes disculpar.

Escrito por Amor Entintado a las 10:27 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 10, 2004

Novelas en veinticinco palabras

Asesinan monjes en monasterio medieval. Viene un molesto con su ayudante a chusmear. Se pierden en una biblioteca. Latín y semiótica. Dan con el culpable. »?«

Estudiante italiano lleva un diario de estilo sospechosamente rebuscado. Los buenos se enferman, los villanos se redimen, todo es una lección de vida. Llorás mucho. »?«

Alguien está en problemas. Cada personaje merece un flashback revelatorio. Hay alguna violación y gente con dinero. El problema se resuelve y ya te olvidaste. »?«

¿Alguien quiere aportar más?
(Inspirado por I love books)

Escrito por Amor Entintado a las 05:28 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 09, 2004

Estilo UBA

Organización integral: El Conde de Chikoff
Pompa y circunstancia en Ciudad Universitaria
Escrito por Amor Entintado a las 08:31 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 08, 2004

Conociendo al Entintado en tres preguntas pelotudas

Si fueras una herramienta de jardín, ¿cuál serías?
Una azada o un escardillo, pero no sé cuál es cuál.

¿Qué hay en la pared de tu habitación?
Las sombras de las ilusiones lloradas que se mueren secándose en mi balcón. Y un almanaque con un chimpancé vestido de bombero que me dieron en la mercería.

¿Cuál es tu sabor de helado favorito?
Como dice el poeta, aquello jamás probado será siempre lo más sabroso. Así que digamos pistacchio.

Escrito por Amor Entintado a las 07:45 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Hawaii Five-O

Paul Simon cantaba aquello de que "todo luce mejor en blanco y negro" y este blog se encargó de refutarlo enarbolándose como contundente contraejemplo. Sin embargo, la teoría de que toda canción suena mejor en un ukelele debería transformarse en un axioma: a las pruebas me remito.

Mi favorita es, sin dudarlo, "El paso del elefantito".

(Vía MetaFilter)

Escrito por Amor Entintado a las 04:51 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 07, 2004

Había una vez un circo mojado

Alegre mamífero marino
Skippy, el león marino juguetón, festeja con el corazón lleno de gozo y la cola bien en alto las ocurrencias de Olivia, la primera buzo-clown del mundo, que torpemente se decapita con el trampolín. ¡Ay, esta Olivia siempre tan loca, che!
Escrito por Amor Entintado a las 07:53 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 05, 2004

Modas y tendencias latinas

High fashion
En mi barrio, esta remera hace roncha.
Escrito por Amor Entintado a las 07:06 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 03, 2004

Reorganización

Si me permitieran reacomodar el esqueleto, pondría la tibia junto al cúbito, para que se cancelen mutuamente. Pegar el radio a la oreja ya sería demasiado pedir.

Escrito por Amor Entintado a las 05:09 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 02, 2004

De remate

Hermosa pieza escultural
Lote n° 25 Muchacha con coso en el hombro y piolín en la mano (1886) Juan María Botteroli (1837-1902) - Trenque Lauquen, Argentina Técnica mixta en mármol, bronce, paño lenci y tanza flúo Base: 350 pesos moneda nacional
Escrito por Amor Entintado a las 07:23 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Marzo 01, 2004

Discurso de agradecimiento

La emperifollada jovencita abrió con su larga uña el sobre lacrado y anunció con dificultad el nombre del galardonado técnico iluminador, de inconfundible origen esloveno. Los asistentes a la ceremonia, sin mayor interés por una categoría tan poco glamorosa, siguieron conversando en un murmullo monocorde sin prestar atención al viejito que, premio en mano, se ubicó tras el micrófono en el centro del enorme escenario y carraspeó tímidamente. Todos esperaban una lista interminable de nombres desconocidos leídos de un papelito ayudamemoria, interrumpida prontamente por la orquesta para dar paso a la siguiente presentadora y el siguiente premio.

Sin embargo, apenas cinco segundos luego de que el anciano comenzara a hablar, su voz era la única que se escuchaba en el recinto y los cientos de ojos de los allí presentes se posaban en su frágil figura. Desgranaba cada oración con todo cuidado, en un barítono tan terso que parecía destilado de miel. Comenzó hablando de su sufrida infancia hacinado junto a nueve hermanos en una choza en las afueras de Bovec, su pueblo natal, y hasta los más recios caballeros en la audiencia no pudieron evitar que se les llenaran los ojos de lágrimas. El medio minuto originalmente planeado para el discurso llegó y pasó, y nadie movió un dedo para interrumpir al orador. Directores, camarógrafos, músicos, sonidistas, ayudantes de escena: todos estaban absortos, completamente sumergidos en el sermón de su imprevisto pastor.

Habló de los diez kilómetros que caminaba día tras día arrastrando un carrito de madera cargado de las pocas naranjas que intentaría vender sin éxito en el mercado del pueblo. Habló de los escasos momentos de solaz en su niñez cuando en las noches organizaba espectáculos de sombras chinescas para su familia utilizando una escuálida y remendada vela. Habló de su primer amor, una muchacha a la que descubrió una noche de verano bajo la suave luz de un farol a gas y luego perdió bajo las sucias botas de un soldado invasor. Habló de su odisea al escapar de un campo de concentración y recorrer a pie más de doscientos kilómetros durante el crudo invierno europeo. Habló de la amistad que trabó con otro pasajero en su accidentada travesía hacia el nuevo mundo, y de cómo las fascinantes historias acerca de tablas, bambalinas y sets de filmación que aquél le contaba durante noches de borrachera terminaron por decidir su futura carrera. Habló de sus inicios como ayudante técnico en películas picarescas de poca monta. Habló de su fogoso romance con una entonces desconocida pero eventualmente celebérrima diva, a la que cuidó de no nombrar por caballeroso pudor. Habló del amor eterno por una esposa ya perdida, habló de hijos y nietos. Habló con pasión, habló con gracia, habló con un nudo en la garganta y el corazón abierto.

Habló y sigue hablando. Van ya diecisiete horas desde que comenzó, y nadie en el auditorio se ha movido un centímetro de su lugar. Se lo nota al pobre ya algo pálido y desmejorado, encorvada la espalda y temblorosas las manos, pero su voz se resiste a ceder. Miles de canales de televisión alrededor del mundo emiten el evento sin interrupciones comerciales. No importan ya la ceremonia ni los premios ni las estrellas ni quién ganó ni quién queda por ganar.

Nadie puede darse el lujo de perderse una sola palabra, porque lo que todos sospechan es ya una certeza: cuando el pormenorizado recuento de su pasado finalmente dé alcance al inevitable presente, entonces no le quedará más que relatar su propia exhalación de despedida, ahogada bajo una salva de aplausos, el perfecto epílogo del perfecto discurso.

Escrito por Amor Entintado a las 09:42 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 28, 2004

Supervivencia entre las góndolas

Mi ejercicio favorito para evitar que las visitas al supermercado sean una tortura insufrible es imaginar una hecatombe nuclear que nos confine a todos los compradores a pasar el resto de nuestras vidas dentro del local. Este escenario permite infinidad de divertimentos que aligeran el agobiante proceso de hacer las compras semanales.

Clasifico los comestibles en las estanterías de acuerdo a su fecha de expiración, para llevar un orden lógico a la hora de luchar contra la hambruna grupal. Compruebo si hay suficiente sal para conservar algo de la carne, a la manera del charqui de las épocas coloniales sudamericanas. Calculo para cuántos días de iluminación artificial nos alcanzarán las pilas y linternas. Miro de reojo a empleados y clientes, trazando futuras alianzas y conflictos a la manera de aquellos improvisados clanes en la autopista del sur de Cortázar. Hago una nota mental de la ubicación de los juegos de cuchillos parrilleros importados de China, armas invalorables a la hora de defenderme de los intentos de asesinato de mis eventuales enemigos.

Cuando llegue el momento, nadie podrá acusarme de estar mal preparado.

Escrito por Amor Entintado a las 05:09 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 26, 2004

Manifiesto

Todos aquellos que dejaron su marca indeleble en la historia de la humanidad poseían voluntades inquebrantables, ideas poderosas, convicciones absolutas. Lucharon por sus ideales y cambiaron el mundo, blandiendo su verdad tallada (figurativamente o no) en piedra. O, por lo menos, eso parece.

Yo, por mi parte, pertenezco al gelatinoso grupo que cambia de idea cada cinco minutos. Se nos puede convencer con llamativa facilidad de creer en cualquier cosa. Pasamos del amor al odio y viceversa, empujados por opiniones de terceros que jamás conocimos ni conoceremos, en búsqueda infructuosa de complacer a todo el mundo.

Pensé que era buen momento para formalizarnos como organización y aunar nuestros espíritus de veleta. Por un instante imaginé una convocatoria sin precedentes para elevar con orgullo nuestras frágiles determinaciones.

Quise escribir nuestro manifiesto, pero lo dejé por la mitad, lleno de manchas, borrones y tachaduras.

Escrito por Amor Entintado a las 03:53 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 23, 2004

El crimen no paga, el humor sí

Chevy Enterprises Inc.
Aparentemente, Chevy Chase invirtió bien sus ganancias de Fletch y la saga de Vacaciones (sospechamos que en bonos del tesoro argentino), porque ahora es dueño de todo un pueblo bautizado en su honor, que como vemos incluye también un banco con su nombre ubicado en una calle con su nombre, en un arranque egomaníaco que no nos extraña demasiado.

Pero Chevy no fue el único comediante que decidió lanzarse al mundo de los negocios, como pudimos descubrir tras una exhaustiva investigación. Por ejemplo, pocos saben que John Candy había decidido abrir una caramelería/bombonería en Sunset Boulevard antes de su prematura muerte, atragantado con un pastelito de dulce de batata. En el viejo continente, Benny Hill tuvo una lucrativa compañía que manejaba el cinturón ecológico de la ciudad de Oxford, y es responsable de las hermosas colinas de basura que se pueden distinguir en el horizonte desde la sala de campanas en la torre de la iglesia de Saint Augustine. Más cercano a nuestros pagos, descubrimos que el simpático Eddie Murphy es presidente de una exitosa cadena de locales de comida rápida autóctona en el noroeste argentino (tamales, hamburguesas de locro, humita feliz para los niños) llamados Eddie's Morfi. Los cómicos locales tampoco se quedan cortos en sus impulsos empresariales: Jorge Corona y sus consultorios de salud dental, la línea de alta costura de Miguel Ángel Cherutti junto a su hermano Nino, los locales de lencería masculina de Ante Garmaz. Estos casos no hacen más que comprobar que, contrario al imaginario popular, risas y negocios bien pueden ir de la mano.

Mientras tanto aquí, en la gran ciudad, una nueva hora comienza.

Escrito por Amor Entintado a las 07:04 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 22, 2004

Más respeto con Yamila, che

¡Guarango!
En las repisas del kiosco uno nunca sabe al lado de qué guarango te pueden ubicar. Lo mejor en estos casos es tomárselo con calma y nunca perder la sonrisa.
Escrito por Amor Entintado a las 02:16 AM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 18, 2004

Sueño

Anoche tuve un sueño épico, complejo y desesperante, que hoy recuerdo con claridad inusitada.

Grupos de santos y curas, con Cristo a la cabeza y el Papa como su lugarteniente, se enfrentaban en un otrora tranquilo pueblito provinciano en sangrienta pelea contra legiones de muertos (tanto parlantes como mudos), quienes utilizaban al mundo animal como soldados en sus ataques. Gatos, perros, caballos, vacas, gallinas, pajaritos, ratas, piojos, lombrices: todos luchaban de manera muy organizada, como un verdadero ejército de hermanos. Los animales mostraban gran inteligencia y utilizaban todo tipo de ardides durante las batallas, desde mordidas rabiosas traicioneras hasta bombardeos con huevos podridos y excrementos, buscando sembrar la peste entre sus enemigos. Las huestes católicas, diezmadas por el miedo, las enfermedades y las heridas (muchos curas se veían obligados a desplazarse con muletas), decidieron replegarse, concentrándose en el cementerio junto a la iglesia, en donde se tuvo que suspender el casamiento que se estaba celebrando. Mientras tanto, el humo y las llamas de los incendios causados por la guerra se sumaban a la lluvia y el mal tiempo imperante y hacían estragos en los campos, arruinando irremediablemente las plantas de tomates y haciendo estériles los esfuerzos por salvarlas de los gallegos dueños de los sembradíos, que lloraban de la impotencia ante tanta desgracia. En medio de tanto dolor, madres e hijas en el pueblo vendían sus joyas desde los balcones, malgastando el dinero en comprar vino y emborracharse junto a las letrinas, ahogándose en su propio vómito.

Me desperté muy angustiado, no tanto por la pesadilla, sino porque se me va a complicar muchísimo decidir a qué número le juego en la quiniela de hoy.

Escrito por Amor Entintado a las 10:52 AM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 15, 2004

Falta de consideración

Al dormir, suelo colocarme sobre el costado izquierdo, mirando hacia la ventana. Desde esa posición, y dada la altura del departamento, puedo ver claramente casi cinco cuadras de una calle medianamente transitada. De las cinco esquinas visibles, tres cuentan con semáforos. Llamémoslos, en orden de cercanía a mi ventana, semáforo A, semáforo B y semáforo C.

Luego de las once de la noche y vaya uno a saber hasta qué temprana hora de la mañana, los tres semáforos se desactivan para agilizar la escasa circulación de vehículos, pasando a mostrar el amarillo intermitente acostumbrado en estos casos. Lamentablemente, nunca, pero nunca ocurre que el orden de intermitencia entre los tres sea el correcto.

Me explico: si partimos de un instante inicial en que los tres semáforos están apagados (este momento, que bien podría no existir, sin embargo existe), entonces el primero en encender su farol amarillo es el semáforo A. Hasta ahí todo fantástico. Ahora bien, uno lógicamente espera que el siguiente semáforo en activarse sea el semáforo B, y luego el semáforo C, en una muestra de armónico orden, y luego continúe el hermoso ciclo A, B, C, ad infinitum.

Pues no. Luego de A, va el turro de C y le gana de mano a B, y todo se desmorona. ¿A, C, B? ¿A quién se le ocurre? Obviamente, ante esta descarada muestra de caos, no me puedo dormir. Noche tras noche, mis esperanzas de que algún funcionario público solucione esta flagrante muestra de mal gusto se desvanecen, con los ojos enrojecidos de disgusto.

Queda claro que a los responsables de este municipio poco les importa el bienestar de los sufridos vecinos. En las próximas elecciones ya van a ver.

Escrito por Amor Entintado a las 04:35 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 12, 2004

Trabajo ideal

Uno de los trabajos que pagaría por tener es el de reportero de notas simpáticas para Crónica TV. Por la mañana, a charlar con el dueño de la agencia donde se vendió la grande. De ahí, a la fiesta de Rosita, que cumple cien jóvenes años rodeada del amor de su familia. Luego, al Hospital Fernandez para hablar con los orgullosos papis de Jonathan, el primer bebé del año, nacido apenas un segundo después de la medianoche.

Después me vienen a hablar de buen karma.

Escrito por Amor Entintado a las 06:36 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 11, 2004

Canarios mensajeros

Hoy, manejando por la autopista hacia el Oeste, me tocó marchar un tramo detrás de una camioneta de caja abierta, tipo F-100 o similares, algo descuidada pero sin llegar a dar lástima. El camino estaba bastante despejado, así que era posible pisar un poco el acelerador sin miedo a tener que clavar violentamente los frenos después de unos segundos.

Al llegar cerca de los cien kilómetros por hora, de la caja de la camioneta partió en vuelo espiralado una especie de papelito amarillo, que levantó un poco de altura, planeó unos instantes, y se perdió de vista algo más atrás. "Un folleto de pizzería que le tiraron en la caja hace un rato cuando la dejó estacionada en la puerta del banco", imaginé bastante ordinariamente.

Treinta segundos después, se repitió el fenómeno. Esta vez, luego de remontar vuelo, el nuevo papel amarillo se disparó en dirección al parabrisas de mi auto, pero a último momento cambió de dirección y aterrizó en la banquina, según pude comprobar por el espejo retrovisor. En los dos o tres minutos siguientes, otros cinco de estos objetos voladores se escaparon del baqueteado vehículo, tomando rutas dispares, algunos casi perdiéndose de vista en la altura y otros estrellándose en el asfalto sin ninguna ceremonia, a merced de las ruedas implacables de otros motoristas. El conductor de la improvisada plataforma de despegue no se daba por enterado del ballet aéreo que se desarrollaba a sus espaldas.

Eventualmente tuve que bajar de la autopista y perdí de vista al que se había transformado en mi inesperado punto de interés. Calculé en ese momento que vendría de una papelería o imprenta, y una resma mal empaquetada había sido la responsable del impensado espectáculo.

Pero la teoría que se me acaba de ocurrir es mucho más plausible: la camioneta era parte de una feria itinerante de deformidades humanas, y cargada en su pequeña jaula iba Annette, la adolescente más pequeña del mundo, que está ya cansada de compartir sus noches con la mujer barbuda y el hombre elefante y su tirano jefe, y escribe con sus lágrimas poemas de amor invisibles en las páginas de un pequeño block amarillo robado, que luego suelta como canarios mensajeros sin ninguna esperanza. Pero en un día no muy lejano, uno de sus mensajes caerá en las manos de Pietro el Diminuto Joven Piamontés, de gira promocional por el país, y él entenderá todo con sólo probar en sus dedos la sal de las lágrimas de Annette y no descansará hasta rescatarla de su triste vida y llevarla con él a su pequeñísimo pero cómodo palacete, junto a un arroyo allá en el Norte italiano.

El mundo sería tanto mejor si todas mis teorías fueran correctas.

Escrito por Amor Entintado a las 07:09 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Eligiendo nombre

Si tuviera trillizos varones, no lo dudo un segundo: voy al Registro Civil y los anoto como Panza, Cucho y Demóstenes.

El hermanito menor que llegará unos años después será, obviamente, Benito.

Escrito por Amor Entintado a las 05:17 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 05, 2004

Plif

Se me ocurren pocas cosas más deprimentes que una pelota pinchada.

Escrito por Amor Entintado a las 10:46 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Escondele la escopeta al abuelo

¡Vuela, vuela, pajarito!
Escrito por Amor Entintado a las 09:17 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 04, 2004

En el casting

Mirá, Turturro, con esa caripela mejor que seas buen actor.

Escrito por Amor Entintado a las 04:01 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Febrero 01, 2004

Televisión y producto

Shopping TV
Conversando hace un tiempo ya en el foro naranja acerca de la tan mentada "televisión basura", Mister Mabuse se despachó con una reflexión que modificó muchísimo mi forma de considerar a la TV como un medio artístico y/o popular y/o comercial. Aquí parafraseo casi literalmente este concepto, sin pedir de ninguna manera permiso al autor original:
[...] Igual el error es pensar que en televisión el cuerpo principal es el programa. En realidad, lo que importa es la tanda publicitaria, y los programas son meros envoltorios de ese esqueleto. Funcionan si el envoltorio de la tanda está acorde con el carozo que envuelve, y si no, se tira. Que funcione un programa implica algunas cosas: en primer lugar, el aspecto cuantitativo, que obligue a la mayor cantidad de personas a estar presentes ante la pantalla en el momento en que la tanda aparece. Ese sería el ítem rating. En segundo lugar, cualitativo, es que logre que la gente que pueda quedarse a ver la tanda (es decir, la gente que ve el programa) responda a un perfil socioeconómico que esté en condiciones de consumir dicho producto, por lo tanto el programa tiene que estar diseñado como para capturar dicha mirada. Y en tercera instancia, el aspecto de la construcción de psicologías; es decir: no sólo que el programa debe atrapar cierta genta cercana a los productos anunciados en la tanda, sino que debe lograr generar una necesidad (una sensación de necesidad, se entiende) que empuje a cada vez más gente a sentir que sin ese producto su vida es más triste que con él. Así es como la TV construye modelos de persona, y modelos de interrelación entre personas. Después, si el programa está bueno o no, es una subjetividad que a los gerentes de programación no los toca. Y es lógico. Pensalo así: si vos fabricás fósforos (ejemplo que cito de un ensayista), sabés que fabricás por ejemplo 100 cajitas por día, que cada una te cuesta, ponele, 3 centavos, y que vendiendo x cantidad a x precio tenés tu ganancia. Ahora en la tele se invierten cientos de miles de dólares por semana, y el "cliente" no paga nada. ¿Entonces? El error de concepto es pensar que el "cliente", es decir, el destinatario de la programación, es el espectador. El "cliente", es decir, el destinatario, es la empresa que fabrica productos que irán publicitados en la tanda. Es a ellos a quien va dirigido todo, es decir: al que paga. Y en realidad el público (nosotros) no es el destinatario del producto, sino que somos nosotros el producto que los gerentes de programación ofrecen al cliente, que es la empresa que publicita.
Escrito por Amor Entintado a las 11:22 AM | Comentarios (0) | TrackBack

Enero 30, 2004

B.A.T.

Burglar Alarm Technicians
Luego de perder su fortuna al apostar todas las acciones de Bruce Wayne Industries a que Argentina llegaba a cuartos de final en el mundial de Japón/Corea, Bruce no se dejó vencer por la depresión y convenció a Alfred de que le tirara unos mangos para armar una compañía de seguridad en Miami. Tan mal no les va, pero el Batimóvil igual se los subastaron.
Escrito por Amor Entintado a las 10:01 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Enero 29, 2004

De por qué los guiones de Alberto Migré tenían, en promedio, dos mil seiscientas carillas

Buenos Aires, un día parcialmente (pero no depresivamente) nublado, alrededor de las tres y media, quizás algo más cerca de las cuatro. El taxi, al que vemos a mitad de cuadra, avanza lentamente a unos 20 kilómetros por hora, acercándose al cordón en clara señal de terminar su viaje actual (o quizás recoger un pasajero, duda que se despeja rápidamente al ver una silueta de mujer en el asiento trasero, del lado del acompañante). Al llegar a la esquina efectivamente se detiene, sobre la mano derecha, facilitando galantemente el eventual descenso de la pasajera.

Corte al interior del vehículo. Es un Peugeot 404, o en su defecto un Siam Di Tella. Humilde, pero impecable: la cuerina de los asientos resplandece en la escasa luz que se filtra entre las nubes, los cromados han sido lustrados quizás esa misma mañana, y (a pesar de que no podemos apreciarlo) un suave aroma a pino se desprende del colgante que con esa higiénica intención ha sido ubicado en la perilla de sintonía de la radio AM. Un aire de callada nobleza reina en el habitáculo, propio de aquel que se enorgullece de su pequeño rol en el día a día de los habitantes de una bulliciosa ciudad.

A pesar de ya haberse detenido, el conductor no se apura en estirar su mano hacia el taxímetro y dar por terminado el viaje; siente como una falta de respeto el apurar al pasajero de turno, como si estuviera empujándolo a la dura verdad de la calle luego de disfrutar de unos minutos de descanso en esa isla de tranquilidad sobre ruedas. Es aun más cortés cuando es una dama aquella quien ha requerido de sus servicios, y esa cortesía es doble el día de hoy, porque no es otra que Mónica Helguera Paz quien engalana con sus perfectas facciones la imagen que le devuelve el espejo retrovisor.

Rolando Rivas, tal el nombre de nuestro héroe, disfruta brevemente una vez más de esos ojos fulgurantes que (quizás es su imaginación) se demoran una fracción de segundo más de lo acostumbrado al cruzarse con los suyos en el espejo. Desvía el muchacho la mirada hacia algún punto calle abajo, algo avergonzado, y finalmente detiene la marcha del taxímetro, que con una suave campanilla anuncia el fin del recorrido. Un suspiro casi imperceptible precede sus palabras, que desgrana con nerviosismo apenas disimulado.

Rolando: Son dos con treinta.

Escrito por Amor Entintado a las 10:38 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Enero 28, 2004

Ya te dije que no

No, carajo
Escrito por Amor Entintado a las 06:52 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Enero 27, 2004

Agonía

Rolito se nos va
El hielo echa un último vistazo alrededor mientras se deshilacha en su hídrica tumba, sin siquiera pensar en rebelarse, el muy cagón.
Escrito por Amor Entintado a las 07:33 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Enero 25, 2004

Le estoy hablando a usted, señor escritor

Esto es un llamado a la solidaridad en nombre de los pobres protagonistas de novelas, películas y miniseries. ¡Basta de utilizar conflictos históricos y cataclismos gigantescos para ambientar sus obras!¿No sufre suficiente el pobre muchacho al que lo deja su esposa por su mejor amigo? ¿No la pasa ya bastante mal la pobre cieguita que pierde a toda su familia, perro incluido? ¿Encima tiene que tocarle vivir en la época de la Segunda Guerra o las Invasiones Inglesas o la caída del Imperio Otomano?

Los pintores no arrancan con el fondo ya preimpreso en el lienzo. Los pentagramas vienen peladitos cuando el compositor se sienta a crear una sinfonía. Ustedes también bánquensela.

Escrito por Amor Entintado a las 10:12 PM | Comentarios (0) | TrackBack

Enero 24, 2004

Ennio Morricone muere de envidia

Aguijoneado por el tan mentado tema de "El mago de Oz" y "El lado oscuro de la luna", descubrí tras incontables experimentos que el disco El twist del colegio es la banda de sonido perfecta para Garganta profunda.

Escrito por Amor Entintado a las 06:24 PM | Comentarios (1) | TrackBack

Cuestión de posición

Estoy convencido de que todo es una cuestión de posición.

Si esta silla, por ejemplo, no estuviera bajo mío sino en la sala de máquinas de un submarino ruso surcando el Mar de Bering, entonces la suave pana que la cubre estaría pronto cubierta de manchas de grasa que el descuidado mecánico Olek Tarevski le infligiría al apoltronarse cansadamente día tras día sobre ella, mientras que yo en este preciso instante caería irremediablemente al suelo.

Si San Telmo fuera un suburbio de Tokio, habría que cambiar las tarifas de las remiserías de la zona, porque no sería negocio cobrarle a alguien cuatro pesos con ochenta para ir a Corrientes y Callao.

Y si mi boca estuviera veinte centímetros más adelante, entonces sería todavía más tuya.

Escrito por Amor Entintado a las 05:34 PM | Comentarios (1) | TrackBack