Enero 02, 2004

Año nuevo, vida nueva

O eso dice el refran.
Todos los años empiezo prometiendome mil cosas diferentes, como llevar al día las cosas, pasar mas tiempo con mis amigos, intentar no discutir ..... las típicas cosas. Pero este año no. He decidido que no me voy a volver a engañar con semejantes tonterías.
Además, tenía grandes expectativas para el cotillón de nochevieja, que ha pasado sin pena ni gloria. Tras esperar a un colega en la plaza moyua durante un cuarto de hora y brindar con una botella de cava que había traido Eguia (Jon, como yo), decidimos ir a un bar a tomar algo mientras Gastón llegaba de Leioa. Todos los bares estaban con fiestas, pero menos mal que nos dejaron entrar en uno sin pagar, ya que simplemente íbamos a resguardarnos del frío durante unos miseros 20 minutos.
Una copa (destorni para variar) y llegó Gastón. Nos dirigimos hacia el 'Deportivo' (un club aqui en el centro de Bilbao con piscina, fronton, sauna, gimnasio y esas cosas) donde ya había cola para entrar.
Una vez dentro, fue dejar jerseys y chamarras (la gente iba de gala y todo, pero nosotros como que no :-P), y empezar a beber. De repente eran las siete de la mañana, y no había pasado nada reseñable; asi que, sin más, con nuestras respectivas borracheras, nos dirigimos a comer un bocata al Hannover, una tienda que suele estar abierta los fines de semana, casi las 24 horas del día. Con el mitico 'fiestazo' (dícese del grasiento bocata de carne picada, tomate, queso y bacon) en el estómago y la visión de una horrible resaca para el día siguiente, me marchéa casa.
Estaba claro. Según me levanto de la cama a las 14:30 del día 1 de Diciembre del 2004, un enorme martillo colisiona con mi cabeza obligándome a meterme otra vez entre las sábanas, pero las insistentes llamadas a comer y mi casi nulo sentido de la responsabilidad me obligan a alcanzar reptando como puedo el baño. Un doloroso chorro de agua fría de la ducha hace contacto con mi piel, lo que hace que piense por n-ésima vez que no volveré a beber tanto como aquella noche. La verdad es que ese pensamiento no duró casi ni dos mílesimas de segundo, porque como ya he dicho ahí arriba, no voy a volver a engañarme con falsas promesas y buenas acciones al empezar el año.
El día transcurrió como cualquier otro domingo del año, solo que el dia 1 no era domingo, y el fin de semana solo estaba a dos dias de distancia.

Como veis, nada que reseñar en este principio de año. Además, hace un par de horas me ha llegado un mensaje para salir esta noche a tomar unas birras al Farro, el típico bar-con-camareras-macizas-que-se-salen-de-todas-las-tablas.
Saldré con las mismas expectativas de siempre, es decir, nulas, y veremos que tal se da esta noche. A ver si mañana escribo algo con fundamento, que ayer a la noche me volví a meter en la cama con un sentimiento de.....no se, mini-depresiones que a veces pasan por mi cabeza y que siempre me dejan mal cuerpo.
No se porque será (mentira, sí lo sé), pero creo me falta algo.

Escuchando -Metallica - Nothing Else Matters

Escrito por jon a las Enero 2, 2004 07:35 PM
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