Octubre 29, 2004

MI FUTURO

Lentamente la taza vuelve a posarse sobre la mesa. Mis venas se resquebrajan en silencio en un grito de nerviosismo angustioso. Una pregunta se hace eco en mi cabeza - ¿Será cierto? –. La incertidumbre vuelve a mi mirada que es el fiel reflejo de unos profundos ojos negros de rasgos agitanados que hay frente a mí. Ella dice que puede leer mi futuro en los posos que dejó mi antes humeante taza de té y que ahora son los destellos de un porvenir desconcertante.

No se del todo si creerla. Sin embargo de manera inconsciente deseo que comience con sus predicciones. Puede que todo esté escrito. Tal vez no sea yo el que rige su propio destino. Es posible que aquella mujer de ropas rasgadas por un invierno devastador me vaya ha decir la verdad.
En su cara se dibuja la experiencia de toda una vida en forma de arrugas que engrandecen una belleza, que años atrás no hubiera tenido discusión; y sus labios algo deshechos por el paso del tiempo parecen no poder decir mentiras. Sus arrugadas manos vuelven a sostener temblorosas aquella taza de té que ahora parece contener las piezas cifradas de un puzzle. El puzzle tiene como imagen mi vida, algo que comienza a resultarme fascinante.
- ¿Quieres que comience?-. Me pregunta con voz pausada aquella adorable gitana. - Puede que no deba seguir -, me dice una voz proveniente de mi cabeza, - tal vez lo que te cuente no sea lo que quieras oír -, me replica la misma molesta vocecilla. Sin embargo, la parte más inquieta de mi conciencia prefiere saber más; desea seguir resolviendo el enigma de mi devenir.
Finalmente me veo sorprendido por mis propias palabras que contestan afirmativamente a la pregunta de aquella encantadora anciana. Enseguida ella se vuelve a poner manos a la obra y comienza a mirar en el interior de aquella taza, de color blanco con el borde dorado y un poco resquebrajado, donde parece dibujarse mi futuro.
- Tú has sufrido mucho – me dice sin apartar la vista del interior de la taza. La verdad es que en eso lleva mucha razón. No se porque extraño motivo todo parece salirme mal. Tal vez sea porque nunca he sido un chico con mucha suerte en la mayoría de los aspectos, pues siempre que las cosas me iban bien pasaba algo que lo echaba todo abajo. En unas ocasiones fue mi soberbia, al creerme invencible a su lado, otras veces fue mi pereza, por no conseguir marcar su número por mucho que me apeteciera, también tuvieron que ver en algo mi gula, por quererla entera para mi, mi envidia, a su propia piel por llevarla siempre pegada, mi ira, contra los amantes que poblaban las fotos de su pasado, mi avaricia, porque enterraba las promesas que nunca le di y mi lujuria por solo querer verme entre sus brazos.
Yo siempre he creído que soy un chico normal, de pelo moreno con los ojos grandes de color marrón claro, o de eso intento convencerme, con la cara alargada y mofletes pellizcables que son el entusiasmo de cualquier abuela. Puede que lo más destacable sean dos pequeños hoyuelos que aparecen junto con mi sonrisa y tal vez lo único que haya podido ofrecer durante toda mi vida hayan sido mis palabras.
- No estés nervioso, esto no va a dolerte – me dice preocupada la especie de pitonisa que tengo frente a mí, mientras a tientas busca con su mano izquierda la mía y acaba por posarla sobre ella. Sus manos rugosas tienen un tacto suave y agradable, sus dedos parecen piedras pulidas por el tiempo. El ambiente parece haberse empapado del hedor añejo que desprende aquella misteriosa anciana. No resulta en ningún caso desagradable en realidad es relajante. Tanto, que poco a poco me dejo envolver por él mientras me acomodo en aquella desgastada silla de plástico negro sobre la que mi cuerpo ahora yace dormido.
Aparezco frente a una chica. Sólo adivino a ver sus ojos que son enormes de un color verde esmeralda. Parece estar hablándome entre susurros mientras observo su mirada cristalina que acaba por dejarme petrificado. De repente abro los ojos, no recuerdo en que momento los había cerrado, en un acto reflejo he tirado de mi brazo hacia mi para deshacerme del suave tacto de aquellas arrugadas manos que parecen el único vínculo entre mi yo presente y el futuro.
- ¿Quién era ella?- Pregunto alterado a aquella mujer.
- No se muy bien de quien se trata, tu futuro sólo me ha dejado ver sus ojos -. En ese instante mi genio se desata. Acabo de enamorarme de unos preciosos ojos, unos misteriosos ojos, que pertenecen a mi futuro, pero en realidad no se si pertenecen a un devenir inmediato o lejano. Es angustioso. Mi boca se reseca, mi lengua se traba, mis pulmones se obstruyen. Necesito aire.
Sin aire vuelvo a dejar caer mis párpados y otra vez noto las suaves caricias, casi hipnóticas, de aquella misteriosa gitana sobre el reverso de mi mano.
Estoy caminando por una calle desierta. A lo lejos el sol comienza a alzarse rojo en un amanecer de exquisitos destellos que acarician mi rostro. Mis ojos son capaces de reconocerme pero mi corazón sin embargo no es capaz de conseguirlo. Ando con paso firme casi me atrevo a asegurar que voy guiado por la arrogancia. En mi cara una expresión nada familiar, que incluso me resulta repugnante. Ese no puedo ser yo me replico en un murmullo casi inaudible. La calle es enorme y parece que no tenga fin. La sensación de soledad me aterra y ardo en deseos de encontrarme con alguien, no quiero seguir siendo así. Sobre el asfalto mi sombra se alarga tan fina que parece que no la hubiera y me da la impresión de que de un momento a otro va a desprenderse de mi cuerpo. En ese instante mi pensamiento se cumple. Mi sombra parece tomar vida y comienza a deslizarse por las paredes de aquella solitaria calle dejando desnudo aquel yo que odio.
En mi sueño me resulta mucho más tentador seguir a aquella enorme mancha negra que a mi cuerpo, no deseo conocer a ese Juan.- ¡Lo detesto! -. Me grito enfadado. Aquella misteriosa sombra comienza a ir cada vez más deprisa sobre las paredes de ladrillos rojos de esta extraña visión. De repente deja de deslizarse de manera vertical y comienza a subir por un enorme edificio acristalado que acaba en un resalto vertiginoso. Cuando llega a él mi sombra deja de estar pegada a la pared dando un salto durante el cual comienza a tomar forma acabando por convertirse en una nube negra que amenaza tormenta.
Todo esto es muy extraño, recapacito desde mí puesto de privilegio donde observo esta escena abstracta que no soy capaz de descifrar. La nube negra que mi sombra ha creado comienza a crecer cada vez más absorbiendo las enormes nubes blancas que acompañaban aquel amanecer alentador que antes doraba mi piel. El cielo ya es completamente negro. Mis predicciones de tormenta comienza a cumplirse, poco a poco comienzan a caer las gotas de lluvia que en un principio parece mimar lo que hay bajo ellas. En ese momento miro hacia abajo. Solo soy capaz de ver con claridad aquella calle interminable calle que recorría al principio. En ella consigo distinguirme a mi otra vez, estoy sentado en el bordillo, con las manos cubriendo mi cara y la ropa empapada. Ha comenzado a llover muchos más fuerte.
De repente un rayo pasa rozándome en mi posición de privilegio, a duras penas he conseguido esquivarlo. ¿Por qué me ataca mi sueño? ¿Estoy aquí en realidad?. Sin tiempo a reaccionar veo como otro relámpago se acerca hacia mí y en esta ocasión me da de lleno. Me ha dejado ciego. En ese momento un cúmulo de sensaciones futuras comienza a envolverme, el agradable tacto un beso de buenos días, los nervios de un examen sorpresa, el gozo de un examen aprobado, la alegría de una tarde entre amigos, el enigma de unos enormes ojos verdes esmeralda, el arrepentimiento por dejar pasar una oportunidad, la melancolía en un día de lluvia, la tensión de un amor prohibido, el milagro de tu pelo abanicando el viento, el calor de un abrazo amigo, el frío abrigo de la soledad, los nervios antes de una primera noche con ella, la crueldad de un engaño, el suave tacto de una lagrima de peregrinación por mi mejilla, la satisfacción de una meta alcanzada, el misterio de un secreto, la libertad de estar entre sus brazos, el remordimiento por no haber hecho lo correcto, el gusto de sentirme querido.
Un sudor frío recorre mi cara. Mi cuerpo tiembla por completo. Frente a mi, aquella oscura mujer sigue impasible. No comprendo nada. Estoy contrariado porque creía que iba a ver mi futuro y sin embargo lo he sentido.
-¿Qué ha pasado? – pregunto extrañado mientras con la manga de la camisa limpio las gotas de sudor que empapan mi frente.
- No ha pasado nada. Nadie es capaz de mostrarte el futuro sólo puedes sentir sensaciones pasadas que seguramente se repetirán. El resto de imágenes son inventadas por tu cabeza -. Me responde lánguidamente aquella matriarca gitana.
- Y… ¿Aquellos ojos verdes? Estoy seguro que eso no soy capaz de imaginármelo – vuelvo a preguntar.
- Eso… Esos ojos eran de tu alma gemela – responde confusa como si no hubiera tenido que haberlos visto nunca. En ese momento la taza de té vuelve a posarse sobre la mesa. Tras este movimiento aquella anciana se levanta despacio de aquella roída silla y con paso cansado se aleja poco a poco entre la hilera de sillas que pueblan la cafetería. Y hay quedo yo con dos motivos; el primero seguir vivo y el segundo ver la vida a través del cristal donde siento que aquellos maravillosos ojos verdes aparecerán algún día.

Esta vez si que me he colado. Puede que sea tela de largo, jejeje. Al que haya llegado al final espero que no se haya aburrido mucho. Un abrazo a todos.

Escrito por DUDO a las Octubre 29, 2004 12:05 AM
Comentarios

juan eres genial!

Escrito por rei a las Octubre 29, 2004 01:31 AM

impresionante. te superás cada día. eres un krak ;)Un abrazo

Escrito por nacho a las Octubre 29, 2004 03:55 PM

perdomname pero yo no lo leiiiiiii . pero quiero saber si vos me podes leer las cartas por emailo si me podes escribir ami corro dandome informacion al respeto de quin lo puedes hacer realidad

Escrito por daniela more a las Octubre 30, 2004 06:19 PM

aburrrirme???!!es grandioso;juan,tienes un don,en serio.leer cosas asi de buenas mejoran el dia a cualquiera.me has dejado sin palabras,sencillamente esplendido,un beso muy gordo

Escrito por albi a las Octubre 31, 2004 04:44 PM

mia nós gostamos muito de rebelde e na clace fisemos um grupo de rebelde alarissa que sou eu sou a lupi a ju é voce me mande uma mensagem pra ju tambem

Escrito por juliana e larssa a las Octubre 20, 2005 11:25 PM

you te amo rebelde te amo roberta y miyiey como se raye

Escrito por Evelyn a las Diciembre 4, 2005 07:10 AM

you te amo rebelde te amo roberta y miyiey como se raye

Escrito por Evelyn a las Diciembre 4, 2005 07:10 AM
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?