Una llama , llamada amor

Caminaba por la ciudad, con la mirada algo pérdida. Estaba algo ausente, inmersa en sus pensamientos, en sus cosas. Recordaba aquellas tardes de Verano, con aquel calor, en aquel sofá donde tanta veces se amaron.
Ella, recordaba su perfume. Le gustaba apoyar su cabeza en el hombro de aquella mujer que la miraba con aquellos ojos y de aquella manera, tan enamorada.
Le gustaba perder la mano en sus cabellos. Acariciarle la cabeza suavemente, mientras se contaban que tal les había ido el día. Ella se estremecía y comenzaba a buscar sus labios.
Pero siempre, antes de besar esos labios que amaba, contemplaba su rostro, sus ojos, que gritaban felicidad, que brillaban y le daban luz en sus noches oscuras.
Y en el beso se fundían. En un beso largo e intenso. Donde no importaba nada más que ese sentimiento.
Se juraron amor eterno. Juntaron las palmas de sus manos, sintiendo cada una ese calor tan único. Aquella escena quedo grabada en la memoria de las dos.
Hoy, ella, quisiera rescatar esos momentos y revivirlos. Porque se ha cansado de soñar todas las noches, porque los sueños, sueños son. Y la imaginación gana. Sabe que nunca encontrará los ojos de esa mujer en los de otra. Sabe que el amor es frágil, lo a aprendido con el tiempo.
Hoy no busca el amor, espera que le llegue de forma inesperada.
Hoy se sienta en un banco, en un parque cualquiera, y piensa en como será su vida dentro de 5 años.
Si habrá alguien a su lado sujetando su mano. Si ella estará mirando a unos ojos que la aman. Si escuchara un te quiero sincero. Y si podrá compartir esas noches frías con alguien especial, que la haga sentirse especial a ella.

El amor, como todo llega...creo que eso ya lo dije una vez. Pero igual que llega se va, hay que intentar mantener viva esa llama. No dejemos que se nos vaya el amor. No dejéis que se os vaya el amor.