Caminando

Probablemente salgamos a la calle, con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta. Nos apoyaremos en alguna farola. Pensaremos en aquel amor que se fue: que ya no está. Nos maldeciremos por aquellos fracasos, y querremos asesinarnos allí mismo. Pensaremos en esos labios que nos hacían soñar, y ahora, temblar por su ausencia en noches frías como estas.
Caminaremos sin rumbo: perdid@s. Sin miedo en la mirada que se nubla y se agua.
Nos miraremos las manos y encontraremos toda nuestra vida dibujada en ellas.
Sentiremos un dolor punzante en el pecho, y será una señal de que aun estamos vivos.
Caminaremos con la mirada perdida entre la gente. Sabiendo que nadie: absolutamente nadie se detiene a mirarte a los ojos, a preguntarte ¿qué te pasa?. Serás un alma abandonada con un dolor en el pecho.
Te sentarás al lado de aquel mendigo que pide limosna. Y pedirás, junto a él, el cariño que te falta.

Lloverá en tus ojos, y nadie reparará en ellos. Nadie sacará su paraguas para taparse, ni te secaran las lágrimas con besos, ni te acercarán un abrazo para que te cobijes.
Vas caminando como puede hacerlo cualquier persona.
El hombre que espera en el semáforo, la mujer que mira el escaparate, el niño que llora delante de una tienda de juguetes.
Eres insignificante para toda esa gente. Pero tu sabes que eres un mundo. Un mundo grande y triste. Que camina sin rumbo en busca de algo que no encontrará.

Te fundes en los ojos de la gente, intentado ver en ellos, los tuyos.
Te gustaría que alguien detuviese tu paso y descubriese tu verdad.
Te gustaría llorar en sus brazos. Unos brazos que desconoces, pero te da igual.

Caminas, como todo el mundo. Por una calle que no es de nadie. Como tu. Como tus lágrimas. Como tu vida.

Aunque de igual te lo dijo eigual a las 03:18 PM