Hay un hombre en un Bar, bebiendo alcohol. Se dirige al servicio, pero sus piernas no le dan para llegar hasta el, se sujeta a la pared para no caer al suelo, y casi arrastras, entre la pared y el suelo llega al servicio.
Cuando vuelve a la barra del Bar el camarero le dice que ya no le pone más copas, que se termine la que se está bebiendo y que se vaya.
Y después de un rato, borracho perdido, cantando, molestando. Casi gritando. Decide irse. Sale del Bar, y saca una navaja del bolsillo, esa navaja tiene forma de "llave de coche": abre su coche. Entra dentro del coche.
Todo el mundo le mira, un borracho subido en un coche es como una bomba con un tiempo de descuento para explotar.
Ese hombre es una bomba humana ahora mismo. Pero la gente no lo ve, lo miran, se ríen de él, porque no atina a sentarse en el coche, porque les hace gracia ver un borracho dentro de un coche.
Yo quedo inmóvil, sin saber que hacer, sin poder hacer lo que quisiera, llamar a la policía, decirles:
En la calle hay un hombre subido dentro de una bomba, y en breves segundos, cuando ese hombre acelere la cuenta atrás de esa bomba se accionará, y puede que mucha gente pierda estar noche la vida.
Gente que está de compras, que compra por Navidad. Gente que sale de sus trabajos, de ver a sus Padres, de ver a su novia. Gente que conduce con ganas de llegar a casa, cansado de un duro día de trabajo. Gente que acaba de sacarse el carnet de conducir y felizmente conduce con su "L".
Ese hombre es un suicida más. Un suicida que sin querer puede quitarle la vida esta noche a muchas personas. A ese suicida le deberían de quitar la licencia para llevar una bomba como esa.
Pero nadie hace nada. Y yo, tampoco puedo hacerlo: soy una trabajadora más, que hoy sufre porque no puede hacer nada. La gente ríe al verle, y yo pienso en que si sus hijos estuviesen ahora en esa carretera no reirían tanto. Quizá se acercasen a ese hombre, y lo sacasen de esa bomba y le obligasen a tomar una tónica hasta que su borrachera desapareciese.
Pero el hombre pisa el acelerador, y es como si apretase el gatillo de una pistola. Como si, apretase el cuello de alguien, como si apretase el botón de una ruleta de la mala fortuna "la ruleta de la muerte para alguien".
Acelera y su coche torpemente se pierde entre la oscuridad. Y yo quedo inmóvil rezando porque hoy nadie pierda su vida por culpa de un gilipollas que no sabe beber y que esta noche no debía de conducir.
La gente sigue comentando y riendo. Y yo les miro y les hablo sin hablarles: espero que esta noche no os llamen de ningún hospital para daros ninguna mala noticia. Que no os digan que una bomba humana en la carretera a tropezado con sus hijos, nietos, sobrinos, primos, madre, padre, hermano, hermana.
Ojala nadie tenga que escuchar que esa bomba humana ha explotado.
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Mañana por la noche si bebes no cojas el coche.
No seas otra bomba humana más. No seas un asesino/a más sin querer serlo.
FELIZ ENTRADA DE AÑO
Feliz Año para ti también eigual.
Que lo pases todo lo bien que puedas.
Un fuerte abrazo.
Feliz 2007 niña, nos seguimos viendo por aquí, un besazo
Escrito por: Su, el Domingo, 31 de Diciembre de 2006 a las 07 PM