Febrero 12, 2007

Caminando: Buscando nada

Salgo a la calle. Intento buscar ahí fuera lo que dentro de mi no encuentro.
Me imagino que alguien me va a parar en seco, y me va a dar un abrazo.
O un tortazo, para abrirme los ojos a la vida.
Respiro el aire: un extraño olor a tristeza me llena el alma.
La tristeza además de sentirse también se huele, por eso a veces, un olor nos pone tristes, nos hace llorar.
Nunca me vi tan pérdida.
Por un momento no se por que calle tirar. Por donde ir.
¿Alguna vez te ha pasado que has querido volver el tiempo atrás para esos errores cometidos subsanarlos y empezar de 0?.
Cierro los ojos con fuerza. Hasta que me duele la cara.
Los cierro, cuento tres: imagino que cuando termine de decir 3, el tiempo habrá echado atrás.
Os aseguro que no ocurre nada. El tiempo no vuelve. Al revés, el tiempo, desde que pasa, ya es pasado. Ya no vuelve.

Mientras camino me fijo en la gente. Casi todos van de 2 en 2, o de 3 en 3.
Yo estoy sola. Yo voy sola caminando por la calle. La gente me mira. No se si por mi vestimenta, porque tengo la cara más triste de la ciudad, o porque voy demasiado sola.
Yo les miro, hasta que pierdo de vista sus caras: caras que se pierden al segundo en mi memoria, sin dejar rastro.
Ese momento ya forma parte del pasado.

Intento pensar en positivo ¿pero que es eso?.
Pensar positivo no ayuda. Cuando se está jodida eso no ayuda.
Me paro en seco: intento llamar a una amiga, para decirle que estoy pérdida, que no se para donde tirar. Que tengo vértigo, que mi vida me da vértigo, que necesito sus palabras de ánimo.
Palabras que le pongan luz a este camino tan oscuro.

Me paro en seco.
Una duda a asaltado mi cabeza: mis sentidos.
Una palabra se cuela en mi cabeza: "Depresión".
Entonces me entran escalofríos y dudo de si esto es un sueño o si no lo es.
Me pellizco hasta hacerme sangre. Vuelvo a hacerlo.
Y me envuelvo en la duda, en el miedo. En el temor: hasta llorar.


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La depresión (del latín depressus, que significa "abatido", "derribado") es un estado de abatimiento e infelicidad, que puede ser transitorio o permanente. En la mayoría de los casos, el paciente describe su estado, y así lo ven los demás, como derribado, socavado en su potencialidad, debilitada su base de sustentación afectiva, desplazado su eje de acción usual, desganado, hipoérgico. Es uno de los más importantes depredadores de la felicidad humana.

Puede tener muchas causas, desde el estrés hasta la genética; y manifestarse de muchas formas, desde la fatiga a la angustia más atroz. Puede tener graves consecuencias sociales, desde la pérdida de horas laborables a la autosupresión de un individuo. Es uno de los problemas más intrincados con que se enfrenta el hombre.

La lucha se emprende desde todos los frentes: el laboratorio, la clínica, la farmacología, la psicoterapia, etc. También las técnicas terapéuticas abarcan las más diversas modalidades. Pero hay un factor común en todo intento de neutralizar este milenario trastorno afectivo: lo afectivo, desde la cordial firmeza del psicólogo/médico que dirige el tratamiento y la calidez comprensiva del familiar, hasta el simple, pero reconfortante, abrazo fraternal.

Aunque de igual te lo dijo eigual a las 07:10 PM
A otros no les dio igual ..

Muchos ánimos para afrontar la semana. Besos***

Escrito por: Mireia, el Lunes, 12 de Febrero de 2007 a las 08 PM

Casi siempre que no he buscado nada he terminado encontrando algo valioso.
Yo también estoy triste hoy.
Un beso.

Escrito por: Capitán Pescanova, el Lunes, 12 de Febrero de 2007 a las 09 PM

La tristeza es peor que una mosca cojonera, cuando se empeña y se empeña no hay manera de espantarla...de todos modos te mando una sonrisa electrónica por si te anima. : )

PD: La última vez que estuve en el psicólogo me prometí a mí mismo que antes de volver le contaría mis problemas a la taza del váter.

Un Abrazo eigual

Escrito por: Sr. Nadie, el Martes, 13 de Febrero de 2007 a las 12 AM
¿Te da igual?









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