Diciembre 22, 2003

Pues hay lunes aún peores que los sábados...

Pues eso... Que si hay sábados peores que los lunes, todavía hay lunes peores que los sábados...

Hay momentos en los que uno se siente tan mal, que no le apetece hablar. No le apetece hurgar en el torbellino de sentimientos desagradables que condensa dentro de sí, como si con ello removiera un caldo putrefacto y repugnante, viscoso y lleno de hedor, con trozos de ti mismo que han caido dentro, en pleno proceso de descomposición.

No me apetece detallar lo del sábado por la noche. Ni me apetece detallar lo del trabajo. Basta decir que mi vida laboral no me llena, y que mi vida sentimental no me da ningún problema, precisamente porque no existe.

Cuando la ilusión no la tienes en el trabajo, pero tampoco fuera de él, es como si no saliera el sol.

Me siento en penumbras.

Lo único que me sustenta, hoy por hoy, son los colegas. Parece que Dios no quiere dejarme totalmente solo. Si capaz que incluso le caigo un poco simpático y todo...

Queda este post registrado a modo de recordatorio, a modo de testimonio para convencerme de una vez de que la vida es un rosal, lleno de flores con espinas. Nunca es blanco o negro.

¿Vendrán tiempos mejores? Seguro que sí. Pero eso, cuando estás en medio de la tormenta, no siempre te consuela.

Escrito por Uesugi Kenshin a las Diciembre 22, 2003 11:41 AM
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