Febrero 13, 2004

Prioriza

Otra vez un viernes.

Penoso es que uno no tenga tiempo ni para poner un post aquí. Pero bueno, casi no tengo tiempo para almorzar, así que de qué me quejo...

Ha sido una semana dura, pero creo que ya tengo bien preparados el 60% de los equipos, los más "urgentes".

Lo curioso es que el ritmo de curro no ha parado. Por alguna razón que roza el misticismo esotérico, mis jefes creen que me paso tantas horas entre medio centenar de torres, cajas, CDs, teclados,... por puro divertimento. Vamos, que me lo estoy pasando pipa, y que en realidad, puedo parar "un segundo" para encargarme de las cuatrocientas nimiedades que surjan, que son sólo eso, nimiedades, y que para ellos, qué curioso, es muy urgente e importante.

Y es algo que noto con mucha frecuencia en el ámbito de la informática. Para el usuario medio, cuando tiene un problema o una necesidad, se convierte en un molesto obstáculo, una dificultad insuperable que le bloquea el mundo. Se convierte en algo urgente e importante (es decir, hay que darle prioridad aquí y ahora, y resolverse ipso facto). Para estas personas, el problema es muy serio, pero, de forma cínica, resulta que seguro que el informático lo resuelve en un plis plas. Que para eso se le paga, que para eso es el "chico de los cacharros". Y cuando no se resuelve, o es que no está rindiendo o es que no te da la importancia que te mereces. Y eso que soy de los roots que se preocupan por sus usuarios (aún soy joven)... ¿qué pasaría si fuera tan pasota como ellos creen que soy?

Al principio me molestaba, me indignaba. Con determinados usuarios tuve algunos roces porque les explicaba, con mejores o peores formas, que no podía resolverse ahora (la mayoría se molestaba simplemente por oír el no). Alguna llamada de atención por parte de algún jefe no directo por no resolverles el problema a tiempo, mientras intentaba, de la forma más diplomática posible, hacerles entender que el día tiene 24 horas, y que a alguien que está dedicando dos o tres horas extra no pagadas y de forma sistemática (a diario), no se le puede pedir más. Es inhumano.

Eso fue una etapa introductoria, llena de estres. Ahora mismo sigo igual de liado que en aquel momento, o incluso más, y sigo bastante apurado con la cantidad de curro que hay. Pero hay una diferencia: a todo el mundo le digo que sí.

"Sí, de acuerdo... En cuanto pueda me pongo a ello".

Más de uno no se lo cree y me lo repite hasta dos o tres veces en la conversación. Aquellos que tienen responsabilidades, esos jefes no directos, incluso procuran, como lo diría, "motivarme". "No hay problema, sé que es importante... Me pongo a ello".

"Me pongo a ello" va a ser mi mote en este curro, lo sé. A nadie le digo que no.

Pero al final, las prioridades las marco yo. Simple y llanamente. Aunque no sea del todo cierto, hago un esfuerzo para que toda esa presión me resbale. Me cuesta un poco, porque no soporto ver a la gente tan egoísta, pensando únicamente en sus problemas, y cuando ni siquiera comienzan las conversaciones con un saludo, sino directamente exigiendo.

Pero como a la gente no se le puede cambiar, me adapto. Más no se puede hacer.

Por cierto, soy consciente de que esta bitácora estaba bastante abandonada. Me pongo a ello.

Escrito por Uesugi Kenshin a las Febrero 13, 2004 12:46 PM
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