El Lobo Estepario

BETTY EN BLANCO Y NEGRO

"Y cuando quiero darme cuenta ya no está. Ha huido como si tuviera miedo de las entrañas malditas que rodean mi espíritu. El flequillo es lo que más me gusta,no,no,es su belleza, que es antigua e increíble, y se me cuela entre las tristezas que tenía casi olvidadas y me abre heridas de extraños sentimientos. Cae la noche y el sol me deja solo en mi cuarto una vez más. Ella me mira desde la pantalla. Baila, se mueve con su sonrisa pícara de niña mala y no puedo evitar que el frío invierno de Salamanca entre en mi alma sin pedir permiso. Sueño con ver a través de ella, estrecharla con mis garras de amante mezquino. ¿A dónde habrán ido sus sueños? Me pregunto qué se esconderá detrás de esa mirada que me asusta y me atrae al mismo tiempo"

-¿Qué haces, Lobo?- Uxía, acababa de entrar en mi cuarto con sus labios encendidos ocupándolo todo.
-Nada, estaba viendo un vídeo que me he descargado de Betty Page.

Ella me miró extrañada.

-Es una mujer que fue muy famosa en los 50. Una pin up...

Uxía se acercó a al ordenador y escrutó la pantalla con sus ojos grandes y verdes. Recuerdo haberme preguntado qué se escondería detrás de esa mirada que me asusta y me atrae al mismo tiempo.

-¿Es en blanco y negro?-exclamó con desagrado -A mí no me molan nada las películas antiguas.

-Ya- respondí yo-pero es tan guapa...

La Naranja mecánica o qué bonita es la violencia

Recientemente he hecho un trabajo de análisis de la violencia en la genial película de Kubrick "La naranja mecánica". Lo sé, hay gente que la odia. Pero también hay gente, como yo, que la consideramos una obra maestra. Es interesante el asunto este de la violencia. Yo creo que somos agresivos por naturaleza, somos una especie de monos adelantadados más que Ángeles caídos como creía Rousseau...

A decir verdad, creo que no nacemos inocentes y la sociedad es la que nos pervierte, sino que nuestro instinto violento es pervertido por una sociedad que lo manipula para conseguir determinados fines, sean políticos, económicos, o económicos o quizá económicos. También puede ser por motivos económicos.
Y lo que no se puede negar es la fasninación que en nosotros suscita la violencia. Podemos sentir morbo o podemos sentir repulsión, o, incluso satisfacción. Pero nos fascina. Y cuidado con eso, que lo sabían (y lo saben muy bien) los nazis. Todo el mundo debería ver ese documental pro-nazi que es "El Triunfo de la Voluntad" de la vieja que se murió Leni Riefenstahl. Es impresionante, no podemos quedar impasibles ante tal despliegue de orden, coreografía... Reconozcamos la fascinación de todo eso porque sentimos el poder, el poder de una violencia latente entre todas esas cruces gamadas y toda esa locura aprobada por la mayor parte de la Europa de su tiempo.

A VECES ME SIENTO SOLO

A veces estoy tranquilamente sentado en mi cuarto a oscuras y la luz me recuerda que la soledad vuelve a pasearte como un perrito sincero y con ganas de jugar. Por eso, esos momentos son los mejores para escribir algo directamente desde dentro, sin censura, sin correción. Ésta es una muestra.

mierda del trabajo que hay que hacer porque jugamos al borde de un abismo lejano y oscuro cercano sin embargo a ese monstruo que subyace cerca del espejo en donde nos miramos cuando creemos ser límpidos y felices, pero no hay nada y yo qué quieres que le diga, no ves cómo está, no ves que está muy mal, joder, ya te lo advertí, ya te dije que estaba muy mal, y ahora está muerta, no ves, no ves cómo todos esos pajaritos vuelan a su alrededor picoteando con sencillez su cuerpo frio e inerte, lejano y tranquilo, no ves, ya te lo había dicho, aún quedan moscas felices. A ver si un día de estos me marcho lejos y ya no vuelves a verme más, a ver si dentro de muchos años el sol que me invitas a mirar se ha apagado ya,de una puta vez, que estoy hasta los cojones de que me vengas diciendo lo que hay que hacer, métete tu puta lengua por el culo así mismito se lo dije, y así se lo hice saber, qué se cree el gilipollas ése, que yo soy muy bueno, pero cuando me cabreo, joder y ya se ha ido lejos el silbido del tren que te trajo a mis brazos desde aquella calle de Oviedo, no te acuerdas, no recuerdas cuando al borde de un banco algo oxidado te di aquel beso y me dijiste que no me querías porque era feo y tal, en fin, uno no puede ser todo en la vida así que me conformo con ser un poquito cabrón. Cuando llegué ya no estabas y al irme aún no habías llegado, por eso ahora he comprado esta cuerda y este taburete y me voy a suicidar. No es triste, lo que pasa es que es real y fuera de mi intento de luchar sólo existen verdades a medias, Dios lo sabe, yo lo sé, ahora sólo falta que el banco me dé el préstamo. Tus labios me decían con susurros que me querías y yo me reí, lo juro, me reí muy adentro porque entre el humo de tus cigarros sólo veía una tristeza con labios rouge mal pintados con muecas de espanto y desesperación, algo que hoy ya tengo superado al salir de tu cuarto desnudo vi a tu amante y le dije hola qué tal y él me respondió que si quería un cigarro, yo le dije que no y le dije que le daba el relevo, dentro del cuarto quedabas tú, caliente y abierta, preparada para él, y mis sentimientos volaban cercanos al arrullo que todavía fluía repentino en mis húmedos ojos mientras bajaba por la vieja escalera que crujía como un corazón gastado te vi, con él, en mis sueños no hay peor pesadilla, qué le vamos a hacer, así que compré el periódico y me fui a la mierda. A veces es bueno querer ser gilipollas, porque de otro modo, cuando lo eres sin querer, te sientes estúpido, y tú lo quería eras ser gilipollas, así que es mejor serlo queriendo y ya está. Metí las manos en los bolsillos y miré a tu ventana que se balanceaba al borde de la pared de piedra antigua y sucia. El viento tranquilo movía mis sentimientos de un lado a otro, y yo tenía algo de frío que ya está bien, hombre, que estamos en marzo y parece que no llega la primavera, hombre, y la vieja se marchó hablando sola y creyendo para sí que había aprovechado toda su vida lo mejor posible, y tú y yo sabemos que es mentira, porque es imposible aprovechar la vida lo mejor posible. Es mentira.