Julio 23, 2003

Belus interruptus

Es verano en el Hemisferio Occidente. En los demás, quizá suceda algo también, pero la gente da pocas muestras de estar verdaderamente interesada. Decía que una enorme bola de gases en combustión se encuentra, día a día, más cerca de lo que somos. Al mismo tiempo, se deseca el polvo en los alfeizares, arraigando. Iremos y vendremos por el polvo, dicen, pero pocas veces nos paramos a pensar de dónde habrá sacado Producción tanto polvo para enturbiarnos con sus nubes los paisajes liricistas. Al menos en Almería se nos viene con las pateras; en profusos vendavales saharianos va invadiendonos los aires. Habrá que ir planteandose una Ley de Extranjería Mineral.

Al Sahara llegará de algún otro sitio. Digo yo que la arena ni se crea ni se destruye, que la he visto permanecer. Se aferra a los pulmones, a los quicios y, a algunos, hasta se les instala en las ideas. Lo peor que íbamos a pillar, me temo, son ácaros. Es bastante jodido, si tienes alergias o lujos por el estilo, a los ácaros. Habrá donde, si se pudiera, se los comerían. O no, vaya usted a saber si los ácaros tendrán la pezuña partida.

Entre las arenas del desierto (uno ingente en fase imperialista galopante) hay de todo. Seguro que las bacterias y los virus genéticamente alterados para orar en dirección a La Meca saben también cabalgar camellos. Y están ahí, entre las piedras, sigilosos, al acecho de una víctima propiciatoria a la que hacer toser los higadillos. Igual de bestia que es matar mosquitos a cañonazos debe serlo emplear la 101 Aerotransportada para fulminar virus. Aunque de momento, hasta que les manden las gafas de ver de cerca los de intendencia, se conforman con ir asesinando gente. Alguien les habló una vez a los soldados de las beneficiosas propiedades de los tribunales y del derecho, que les dijeron, servían para regular las vidas de las sociedades como si fueran de personas.

La cosa es que también les dijeron que con sus M16 podían regularlas ellos, que para el caso era lo mismo. Así, la inteligencia militar tan apreciada por Marx ha vuelto a hacer de las suyas. Hablo, por supuesto, de lo lógico de sus acciones, no de lo ético. Por ético no discutiría, quizá, que mientras maten líderes políticos al menos no andan matando niños. Pero la gran noticia del día, si cazan a dos hijos del Enemigo Púbico Número 1 De La Semana, no es que les den matarile, como si fuesen meros civiles o, acaso, pedestres soldados. Ni siquiera pensaron en un hipotético interrogatorio para hacerles delatar a su padre, ¡qué decir de hacerles pagar por lo que hayan hecho ante la justicia!

¿Y qué justicia? Porque, señores, como en un chiste metafísico pratchettiano, la realidad no es sino contraria a la realidad, otra vez. Desde hace meses no solo no hay guerra, además la ganaron los buenos. Hoy caen soldados en tierras ajenas a manos de los oriundos, y eso se llama terrorismo, asesinato, rebeldía. Quizá esperaban represalias tan solo contra los colaboracionistas, porque las Guerras Civiles siempre tienen más romanticismo. La legítima defensa se quedó castigada en la buhardilla, cantando insidiosamente para torturar a su compañera de castigo: la sumisión a los Tribunales Internacionales.

Hoy, en otros Hemisferios a lo mejor también es verano. Las bolas de gases combustibles pululan a los pies de incautos que siguen encendiendo sus pitillos sin mirar siquiera al suelo. Los terroristas unicelulares aguardan taimados a sabiendas de que por muy afinadísimos que estén los satélites vigías, también saben hacer la vista gorda. Los soldados defienden y los pobres asesinan, el viento sigue soplando con total regularidad empujado a las arenas, como quien dice. Si no hay guerra, no hay más piedras polvorientas que acribillar. Ni más cabras que arrebatar. Tan solo hay reminiscencias fílmicas en los atardeceres, o eso quieren contar.

Como a un tiempo, los soldados pacificadores finiquitan terroristas al sol y, bajo el sol tampoco, hay quien se ha enterado de que unos tales etarras siguen jugando con petardos y, mesandose el bigote, se plantea muy seriamente hablar con sus amiguitos Bush y Blair, los polis buenos, sobre la necesidad de una intervención pacificadora de esas que democratizan, fijan y dan esplendor, con todos los gastos pagados (que también tenemos petróleo, aunque sea desparramado) y con el apoyo logístico en esas mercaderías de paz por petróleo, fíjate tú que ironías, de un barco llamado Galicia. Hay que ver, me siento sucio, porque en una cosa sí que estoy de acuerdo con él.

A España le falta democracia. Pero de la nuestra, claro, no de las suyas.

Posted by germanmj at Julio 23, 2003 02:00 PM
Comments

Te habría quedado mucho mejor si además hubieses metido algo acerca del maltrecho culo de la soldado Lynch.

Posted by: Somófrates on Julio 23, 2003 02:41 PM

Qué más quisiera esa que le hubieran tocado el culo...

Posted by: Germán on Julio 23, 2003 04:15 PM

Jur jur jur.
Barras y estrellas.
Aaaaaaaaamén.

Posted by: Somófrates on Julio 23, 2003 05:25 PM

Alguien ha perdido una de esas motas de polvo malignas y especialmente prolífera. El interesado que quiera recuperar al espécimen sepa que se hospeda desde hace ya bastantes días en mi casa con todita su familia.
Att.
La dueña del albergue

Posted by: Haditjé on Julio 23, 2003 08:01 PM

La mugre inventó aquello de "Un desalojo, una okupación"

Posted by: Germán on Julio 23, 2003 09:54 PM
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