Mayo 18, 2004

día 109

Ok. Han pasado demasiadas cosas que no caben acá por asuntos de espacio.

De lo más rescatable, esta semana corta empezó mal. Ayer Internet, aquel ramo que parece tan inocente, se transformó en mi verdugo. Me dolía la cabeza y ni con tres cuartos de litro de cocacola se me pasaba el malestar, ni con pastillas, ni nada. Entonces, oh, pensé, ¿qué chucha es lo que me tiene así?. A qué conclusón llegué: a que era culpa total del SESMA, de la CONAMA Metropolitana y de Tulio Trivelli. Los niveles del aire están como para pre-emergencia y anda todo el mundo mal y la huevá y pum, alerta ambiental no más.

El centro hoy esta bañado en esmog y eso es as-que-roso. Por otro lado, noticias más alegres indican que los morlacos alimentarán mis bolsillos porque hice los afiches, entradas y flyers de la fiesta de madre y aún más, un comunicado de prensa que me preparo a redactar ahora.

Mañana viene Metrópolis y espero que esta vez instalen lo que tienen que instalar de una vez por todas porque así veré Resistiré dos veces y todas esas series que me gustan diez veces seguidas, meintras estoy metido en la cama con perro como guatero humano, porque no hay ganas de salir de La Reina City. Me queda todo taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan lejos que encuentro un suplicio humano subirse todos los días a una micro para pasar una hora mirando la ventana con cara de idiota y más encima, quedarse dormido babeando. Hasta La Florida me parece más amable.

En Queens no hay cybercafés y le propuse a madre que iniciáramos un negocio familiar. Aceptó, pero sacando costos iniciales, nos dimos cuenta que necesitábamos m$4 para echar a andar la cosa. De dónde, moya. Pero la plata siempre llega. Poca, pero segura, como decía Maluenda.

Más cosas buenas. Leí un par de comments rescatables de pazz en días pasados contándome de sus aventurillas en NY, que no se ajustaron exactamente a lo que yo pretendía que hiciera, pero seguro fueron de lo mejor. Superguay. Y me alegro para ella. No le llegó mi otro e-mail, asi que me veo en la obligación de dejarle acá avisado de que leí que lo pasó de pelos.

Lo otro: Otra amiga desapareció, y me preocupa. Otra cosa que me dejó seriamente preocupado fue el hecho de que ayer, mientras daban algo que las madres llaman "la comedia", llamé a una amiga de años y dió la casualidad que la interrumpí (de hecho, creo que no la interrumpí del todo, a juzgar por el tono de su voz) mientras intimaba con su novio. Plop. Anda a saber con que te vas a encontrar cuando llamas por fono a la casa de alguien a la hora de once. Al principio lo tomé como situación "vecina" (¿como estará esa tipa?), pero después me dio lata y me culpé por ser tan impertinente. Lo peor es que dijo que no había tiempo para juntarse con yo.

Que lata.

Escrito por Stark a las Mayo 18, 2004 06:24 PM
Comentarios
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?