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el cuerpo del delito

Acostumbro a no usar el ascensor cuando tengo que bajar a la calle; manias que tengo,oyes. Me gusta pensar que así mantengo firmes mis carnes.Eso si, a la hora de subir de la calle ya es otro cantar, y entonando la canción de la derrota subo en ascensor. Ascensor que, por otra parte, está haciendo últimamente unos ruidos muy extraños. Mi portal huele a catástrofe y nadie parece darse cuenta.

Así que bajaba yo por las escaleras, cantando eso del "uno, due, tre, quatro" cuando me he jamado una ostia que, porque era yo la victima, que sino todavía me estoy riendo. Algún imbécil se ha cargado una de las maderas de la barandilla y la ha dejado colgando sin decir esta boca es mía.

Todo verdugo necesita una víctima y como yo pasaba por ahi... taca, me he comido la madera que estaba colgando y he bajado todo el tramo de escaleras a una velocidad el triple de lo normal y haciendo un poco de "break dance".

Como yo soy un artista multimedia, la perfomance tenía sección audio, que han sido los 5 cd´s que llevaba en la mano y que han aparecido dos pisos más abajo.

Depués de esquivar a la muerte, me he puesto todo ofendido a intentar arreglar la madera hasta que oido como los vecinos empezaban a salir de sus casas. La verdad que no había pensado en ellos, y no se por qué extraña razón he abandonado la escena del delito a la par que iba recogiendo los cd´s. Me ha entrado miedo, y si al verme ahí me acusan de haberla roto yo?

Yo creo que no me han visto - al fin y al cabo mis reflejos ninja tiene que valer de algo - pero no sé. Ahora me da cosa subir a casa, a lo mejor me están esperando para pedirme explicaciones.

Escrito por Ines Presiva a las Octubre 3, 2004 10:04 AM