la ineXpresiva corporation

What can I do to make you love me?

Ayer fue un día un poco tonto; un poco bastante, diría yo. Por la mañana no hice más que ir de blog de blog leyendo y dejando mensajes sin ton ni son. No es culpa mía, de verdad que lo digo, se supone que tengo que hacer una web pero a mí, o me dan el dreamweaver o el flash, o no puedo hacer nada. Y mientras tanto....

Por la tarde decidí que a clase iba a ir Rita La Pollera (no se pierdan su próximo disco que está al caer) porque una "señorita profesora" está de baja y servidor tiene cosas más interesantes que hacer que estar 4 horas delante del ordenador pendiente de una sustituta que, por muy buen que esté, no tiene ni idea.

La "señorita profesora" en cuestión se gano el mote, pese a mis reiteradas protestas, de inexpresiva. La gente no está al tanto del mio diario así que no entendieron muy bien mis quejas sobre el tema.

La señora, ahora de baja por motivos psicológicos, tiene unos gestos de ida que lo flipas. De repente se marca una sonrisa de oreja a oreja y al segundo siguiente está seria como una tumba. Hay que verla, de verdad. Yo me di cuenta rápidamente de que no estaba bien, y mis sospechas se confirmaron cuando la sustituta nos dijo que no habían podido dar con ella y que a ver si la habiamos notado "rara" ultimamente. Define rara, pensé yo.

Total, que decidí pasar la tarde tirado en el sofa, rascándome los huevos y descansando. Pobre, que pena me doy. A las 5 de la tarde me quedé sopinstant, y cinco minutos más tarde me despertaron.

Con una mala ostia invadiendo todo mi torrente sanguineo - llevo muy mal eso de que te despierten al poco de haberte dormido - me fui a Bilbao a recoger un bafle que llevé a reparar antes del verano. El aparato es para mi residencia, no se piensen que llevo escuchando mis cd´s en mono desde mayo.

Ir en coche a Bilbao un viernes a las seis de la tarde es super maravilloso. Y si encima acaban de abrir un centro comercial, y han cambiado la zona de Deusto de arriba a abajo ni les cuento. Estuve en un tris de sacar el mapa.

A las ocho, y despues de pagar 90 euros por la reparación, conseguí llegar a casa. Una alegria y una paz conmigo mismo invadían mi ser así que no estaba nada mosqueado por haber malgastado así mi tarde libre. Para nada.

Creo que esta tarde voy a dar unas manitas de pintura a la casa, que está un poco deslucida. Es que no me apetece nada echarme la siesta, fíjate.

Igual se estarán preguntando que pinta esta foto aqui. No, no es una de mis "inexpresividades", paso de los Corrs bastante. Pero cierta persona, lectora de este diario - al menos antes lo leía y participaba - ha abierto un fotolog, sin decir esta boca es mía, y resulta que es fan del grupo.