paranoias de un programador

cena frugal

Bunas noches. Pues heme aquí otra noche más, sentado junto a mesa del ordenador, que viene siendo la misma mesa que, supongo, otros usaran como habitual mesa de comidas, cenas y demás refrigerios varios. Como decía, estoy sentado frente la mesa del ordenador, porque claro, yo lo tengo todo en la misma mesa del salón... el ordenador, las cosas que nunca usas, y ahora además, mi cena.... bueno pues eso, que me lio, estoy aquí, escribiendo estas líneas mientras voy cenando poquito a poco la cena ligera que hoy se compone de tres tomates y un poco de vino... no estoy muy seguro de nada, pero creo que estoy en las últimas. Esto no debe ser sano... o tal vez sí... no sé... Y el caso es que le estoy cogiendo yo el gustillo a esto de los tomates crudos, sin sal ni aceite ni nada de nada oye... según llegan de la huerta al plato, que parece esto un concurso de "Veamos quién es el más vago de la Comarca"...

En fin, como decía, aquí estoy dándole al tomate y un poquito al vino. Un Rioja, ni más ni menos... eso sí, tempranillo. Bustinza se lee en la etiqueta de la botella. ¿alguien lo conoce? Bueno, realmente da igual si alguien lo conoce. El caso aquí es que me lo voy a beber yo, eso sí, no todo hoy porque no me apetece acostarme con un chuzo de órdago que, ni vendría a cuento, ni es sano para mi salud mental ni física.
En fin, que antes, cuando moraba por aquellas tierras madrileñas yo solía dedicarme más a la cocina, e incluso me hacía algunos platos que resultaban ser, además de ricos y elaborados, bastante apreciados entre algunos amigos míos que tenían el gusto de compartirlos conmigo. Famosas se hicieron mis tortillas de patata entre mis amigos. Cuando me vine para Huesca, en lavapiés todos lloraron mi marcha... yo sabía que en el fondo lloraban la futura añoranza de esos mis platos culinarios, pero no quise decir nada y me dejé querer en mi despedida, aún a sabiendas de que no era a mí a quien despedían, sino a la tortilla. Ay qué tortilla...
En cambio aquí, no se si será por la soledad, por el clima (es raro... muy raro...), los horarios o que sencillamente paso bastante de cenar cosas demasiado elaboradas, pero no doy no chapa en casita... cena mejor mi gata que yo. Pero no sufráis por mi salud, que comer como bien en el comedor del parque tecnológico. Para algo tenían que servir los famosos tickets de comida. ¡¡¡Dos platos y postre oigan!!! Ni más ni menos... ah si, y café... como unos marqueses vivimos.
Y por lo demás no puedo decir nada. Sólo que las cosas siguen como siempre. Mucho trabajo que vamos sacando a base de horas y esfuerzo. Tranquilidad, mucha tranquilidad. Y sobre todo mucha búsqueda. A ver si consigo encontrar algo, o por lo menos no lo pierdo todo.
Pasadlo bien amigos.
Un abrazo para todos, y, por supuesto, un besazo para Sonia.

Juanjete