Julio 19, 2004

Hablando de triángulos

En el ámbito sanitario, aunque se puede extrapolar, existe lo que algunos llaman "Triángulo Dramático". Los tres vértices son "la víctima", "el perseguidor" y "el salvador".

"Víctima" es esa persona incapaz de poner de su parte con tal de salir de una situación concreta. Muchos lo identifican con los pacientes, que añaden un "Sí, pero..." a cualquier sugerencia, cualquier tratamiento que les eche un cable... Y es sabido por todos que un "sí" seguido de un "pero" equivale a un "no" dicho con boca pequeña.

"Salvador" es aquel que se cree capacitado para salvar el mundo, escoge su profesión por vocación desmesurada. Puede con todo, contra todo... Y, cómo no, acaba quemándose y convirtiéndose en "Perseguidor", el vértice que faltaba... Se pasa de ángel a pesadilla demostrando una vez más que, digan lo que digan, a veces la gente sí cambia (sobre si es más frecuente el paso a mejor o a peor... prefiero mantenerme al margen).

De darse este tipo de relación debe superarse y modificarse de manera que la "víctima" se quede en "vulnerable", el "perseguidor" en alguien "asertivo" y, por último, el "salvador" mude a "profesional".

Hay cosas que no comparto, pero si algo detesto del terceto maldito, os aseguro que son todos/as los/as "víctimas" del mundo. Entiendo un periodo (cuanto más corto mejor) de autocompasión cuando llega algún revés con el que no contamos... Pero si lo perpetúan acaban no sólo con ellos, sino también con los tienen a su alrededor.

No descubro nada nuevo, pero estar al lado de alguien que TAN SÓLO SE LAMENTA Y NO HACE NADA POR CAMBIAR LO QUE LE PROVOCA ANSIEDAD ES AGOTADOR.

En fin, lo de siempre:

que hay que aprender a volar...

(O, en su defecto, a caminar...)

Escrito por Kieta a las Julio 19, 2004 01:32 PM
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