29 de Diciembre 2005

MEMORIA Y BALANCE

Va terminando el año.
Entré todos los días con el pie derecho a mi trabajo (inclusive haciendo un saltito cuando no calculaba bien la distancia de la entrada).
Me agarré el izquierdo en varias oportunidades. Y el derecho en otras tantas.
Abandoné una corbata que me traía mala suerte y descubrí que tenía un cinturón que me arruinaba la vida.
Corrí, en auto o de atleta ("run, Forrest, run"), para sincronizar mi paso por debajo de algún puente por el que pasara un tren, y entonces crucé los dedos y pedí siempre lo mismo.
Pasé varios semáforos seguidos en verde que me garantizaban por eso, que mi deseo se cumpliría.
Al pasar por una iglesia y a pesar de mi ateismo intelectual siempre hice un gestito de saludo con la cabeza. Rapidito e imperceptible.
Prometí no robar nunca más desde aquél día en que le tomé al automóvil vecino del estacionamiento una tapita del limpiaparabrisas que yo no conseguía en ninguna parte y cuya maldición terminó con la vida del parabrisas del mío a los pocos días (no fue por decencia mi abandono de la delincuencia sino por un temor inexplicable a la venganza sobrenatural).
Me doy cuenta ahora que nada de eso sirve.
Que estamos inevitablemente solos (patético, parece de Santillán).
Y no es preciso para ello estar en el arrabal del universo, en donde andará Saer dialogando con Tomatis.
Marguerite Youcenar cuenta que una vez encontró, en una carta de Flaubert, esta frase: "Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estuvo solo".
La línea de tiempo del Encarta me dice que estoy en otro período de la historia, pero es que estoy comenzando a dudar hasta de la eficacia de mis propios rituales.


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Escrito por Timon a las 29 de Diciembre 2005 a las 12:25 PM
Comentarios

Pues a mí el nuevo año me ha cogido tropezando por enésima vez con la misma piedra... La diferencia es que antes ni siquiera me daba cuenta del tropiezo: de repente me encontraba en el suelo y no entendía qué demonio me había ocurrido...

Esta vez sí que me he dado cuenta. Hemos ganado algo. Un saludo

Escrito por HenryKiller a las 2 de Enero 2006 a las 10:07 AM

Es lo que tiene no olvidar.. de vez en cuando te llevas sorpresas como está y alguien regresa, y se produce el reencuentro y en realidad, si hablamos de errores, justo hoy reflexionaba sobre ellos, sobre tropiezos, pero fíjate hoy te leo lleno de luz. Los rituales sirven mientras nos sirven, si no nos sirven no son rituales, así que tranquilo, no dudes... o mejor aún duda, que quien duda crece.

Un besito Timón¡
Mis mejores deseos para tú 2006 :)

Escrito por Brisa a las 3 de Enero 2006 a las 10:45 PM

Henry, el tema es si duele la caída. A mi me humilla por sobre todas las cosas. Quien dice que el año que viene no tropiezes. Y te tires voluntariamente al suelo!
Brisa. Esto parece la encarnación del mito del eterno retorno. Cuando decido cerrar, me acerco y vuelvo al vicio.
¿Se crece con la duda metódica? (chiste, chiste).

Escrito por Timon a las 5 de Enero 2006 a las 12:12 AM

si.. .¿pq no? si tu quieres..? seguro que creces.. y mejor sigue ¿vale? que a mí me gusta leerte :)
Un besito :)

Escrito por Brisa a las 12 de Enero 2006 a las 06:53 PM
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