A lo tonto a lo tonto, ayer tuvimos un visita inesperada de un compañero del colegio mayor donde estuvimos hace tres años (mis compañeras de piso y yo) y, sin darnos cuenta se nos pasaron las horas (concretamente tres) hablando de los viejos tiempos y de los nuevos que vendrán.
Sin darme cuenta, este chico me recordó que cuando yo vuelva, ellos no estarán y con ellos me refiero a la mis "veteranos" que ya habrán acabado la carrera para entonces. Buf, con las ganas que tenía de irme, pero pensando en eso, se me cae el alma a los pies. Los grandes recuerdos que tengo de esos primeros días en Salamanca, donde todos éramos uno y uno para todos, como los mosqueteros. Parecerá una chorrada, pero si me paro a pensar en esa gente que, yo recuerdo que en muchas ocasiones me cuidó cuando lo necesitaba, en una ciudad nueva, con desconocidos en la que pasaría, por el momento un año, pues se me enconge de alguna manera el corazón.
Dentro de un par de años volveré y mucho se habrán ido; lo más gracioso es que muchos de ellos a lo mejor, el día más inesperado, escuchas su voz por la radio o les ves en las noticias o... quién sabe, a lo mejor son afamados directores o guinistas de cine. Sin embargo, también está la otra cara, el otro lado, puede que nunca más los veas y, pensando eso, hace que pensar.
Qué grandes momentos, que enormes locuras cometimos, qué félices éramos desde nuestra ignorancia, poruqe luego, con la convivencia te das cuenta de muchas cosas; a veces tardas más y otras menos, pero siempre "caes de la burra" y te das la hosita. De momento aquí estoy, escuchando "Garbage" con "My favourite game" e intentado olvidar el pasado, que me ha calado profundamente. Un beso.