Marzo 19, 2004

Cuando no hay nada que decir...

Hoy no se me ocurre nada que decir, no me ha pasado nada interesante, así que intentaré escribir una pequeña historia para luchar contra el aburrimiento.
No prometo nada, ni que sea interesante, ni que termine, ni que tenga sentido. A ver en que depara...

Kalcinia era un pueblo muy pequeño situado en la cima de la montaña flotante. No tenía tiendas, no tenía bares, no tenía nada, sólo casas de gominola.
Luna era la única persona joven que vivía en ese lugar, se sentía sola y siempre preguntaba a los viejos por otros lugares y gentes. Ellos siempre le contaban con nostalgia los tiempos mejores, cuando la montaña estaba unida a la tierra. Cuando podían ir a visitar a sus amigos de los pueblos cercanos, incluso cuando iban a la ciudad acuática, donde todo era azul y verde. Hasta que un día la montaña se enfadó con la tierra y decidió marcharse a vivir al cielo, sin siquiera avisar a los habitantes de Kalcinia.
Luna soñaba con la ciudad acuática, con ver gente de otras especies, sobretodo a los famosos hombres perro. Deseaba viajar por todo el mundo sobre una libélula gigante. Pero estaba ahí prisionera, no podía escapar de la montaña.

Es triste ver como los deseos de unos se ven truncados por la voluntad de los más fuertes.

Creo que ya no se me ocurre nada más que decir.

Escrito por Tirolesa en tanga a las Marzo 19, 2004 11:18 PM
Comentarios

jejeje Otra a la que le ponen los hombres-perro :P

Escrito por Tanita a las Marzo 20, 2004 12:17 PM
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