Diciembre 13, 2003

¿Quiénes son los piratas?

Estoy harta de las habituales campañas anti-piratería, de las imágenes de tractores pasando por encima de CD's piratas, y, sobre todo, de las declaraciones de miembros de la SGAE diciendo que nos vamos a cargar la industria de la música.
Porque aquí todos sabemos perfectamente que la piratería, dentro del mundo de la música, no afecta al bolsillo de los cantautores, sino al de las discográficas.


Nos quieren hacer creer estos señores que nosotros tenemos la culpa. Nos quieren hacer creer que nosotros somos los piratas cuando lo cierto es que ellos se embolsan casi la totalidad del precio de los CD's que hacen otros.
Es increíble que un producto cuyo coste real son menos de 1'20 euros se comercialice a 15 ó 20. Y lo más increíble es que el tío que canta las canciones se lleve sólo 60 pesetas. Pero sucede, y esta gente se llena el bolsillo a costa del sufrido consumidor. O se los llenaba, hasta que se popularizó Internet y los programas peer to peer, y apareció una cosita que se llama Top Manta.


¿ Por qué tiene tanto éxito el Top Manta? Pues porque hace lo que las discográficas tenían que hacer: vender los CDs sacando un beneficio ajustado.


Lo mejor de todo es la hipocresía que destila esta gente. En primer lugar, porque apostaría a que muchos cantantes como, por ejemplo, este señor, están deseando ver sus discos en las mantas de los vendedores ambulantes.
¿Por qué? Muy sencillo. Si el disco de Fulano de Copas vale 20 euros y se lo compran 1000 personas, sólo le conocen esas 1000 que serán las que irán a su concierto (que es REALMENTE de lo que los cantantes sacan beneficio). Pero si el disco de Fulano de Copas se vende en el Top Manta a 3 euros, se lo comprará 1 millón de personas que irá a sus conciertos. El beneficio obtenido por los conciertos sobrecompensará lo perdido por los CDs pirateados, eso os lo aseguro.


Otra cosa que tiene mucha gracia son los sistemas anti-copia que traen los CDs instalados. Caso real: X se compra el CD de Rosa (el primero) lo mete en su ordenador para escucharlo, y se le estropea el susodicho aparato. Tras reclamar, le dicen que ese sistema es necesario para que el disco no se piratee, por tanto, que se fastidie (hablando en plata).
Esa misma tarde, X pasea por el centro y ve el disco de Rosa, perfectamente pirateado, en todos los Top Manta de la ciudad.
Es de suponer que, tras esta experiencia, X no sólo se acordará de la familia y allegados de la industria, la SGAE y acólitos de los mismos, sino que no volverá a comprar un CD en su vida. Y con razón, pues, ya que pago 3000 de las antiguas pesetas por una música que vale muchísimo menos (me refiero al soporte, claro) tengo derecho a escucharla en el ordenador, en el coche o en la tostadora de pan si me da la real gana, sin que esos canallas tengan la caradura de instalar sistemas que estropeen MIS aparatos electrónicos.

Pero sin duda lo que más nos ha gustado es el canon impuesto a los CD's y DVD's vírgenes, que supone la quintaesencia en el arte de llenarse los bolsillos a costa del trabajo de otros. Porque YO, ahora mismo, le estoy pagando a la SGAE por grabar en CDs que YO he comprado religiosamente, unos textos que YO misma he escrito, o unos programas que YO he creado. Por tanto, los señores LADRONES de la industria se están beneficiando a costa de MÍ TRABAJO.

Pensadlo, ¿quiénes son los piratas?

Escrito por Narux a las Diciembre 13, 2003 12:04 AM
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