Noviembre 29, 2007

Del por qué no voy al cine…

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Por: Newton

No es de extrañar que ciertas películas no solo se refieran a las instituciones de manera frívola, agresiva o incluso ideológica para tratar de contrarrestar el fuerte influjo que ejercen tan “dignas” instituciones a favor de la humanidad en toda su más genérica y publicitaria extensión.
Es por ello que cuando estos ataques afectan (no al individuo como institución sino a “la institución”) se les tildan de productos híbridos, con “espantosos” elementos de acción y misterio, sumados a un formato “diabólico” tipo novela negra donde la investigación es ridiculizada y el manifiesto ideológico es más nocivo que el cigarrillo.
“La institución” la reclama a la imaginación de un autor el hecho de que no sea histórico (como si el pensamiento libre está obligado a tener fecha) porque no existen los documentos que comprueben que la mente puede inventarse situaciones, imaginar teorías y transfigurar datos con la función de estimular el pensamiento.
Sin embargo, “las instituciones serias” se apoyan (cuando les conviene) en esa masa de críticos (que trabajan para el mismo Show Bussines) sin importarle el criterio que esgriman, pues lo que le interesa a la institución es la demolición del producto desde sus mismas bases. ¿Por qué? Porque el papel de víctima se asume desde el cuestionamiento a la divinidad de la institución por parte de una persona y no por el “resto de la Humanidad”. Según “las instituciones”, estos irreverentes las criminalizan haciéndoles pensar a las “otras masas” que ellas (“las instituciones”) son un invento criminal que funciona solo para arrastrar a las “masas mas débiles” hacia un abismo inescrutable.
A todo esto, sucede que para “las instituciones” no puede (no es que no debe, ¡lo digo a favor de la falsa tolerancia que ellos promulgan!) existir el pensamiento New Age, ni los textos de la literatura fantástica, ni lo gnóstico porque nada de eso tiene basamento teórico (mas no se pide que sea rigurosamente científico) alegando que… “logra ¨enganchar¨ a un sector amplio de comensales porque refleja en sus actos el estado mental de duda, sospecha e ignorancia en el que muchos viven” (el subrayado es mío)
¿Es así como “las instituciones” se refieren a sus futuros accionistas?, ¿no estarán estas instituciones luchando por lo mismo que lucha el hombre como individuo? O… ¿será que el control sobre el individuo es un fin más en la búsqueda del individuo por sí mismo?
Por eso es que no voy a restaurantes, mucho menos a iglesias…

Escrito por Parafrenia a las Noviembre 29, 2007 06:17 PM | TrackBack
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