Septiembre 13, 2004

Edouart Manet como precursor de la “estetica de lo pasajero” en la pintura.

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Escrito por:Newton

Hacia mediados del siglo XIX, el modernismo se planteo como una diferencia deliberada frente a la tradición imperante y sus valores académicos. Ese quizás, es un gran valor al margen de que fuese un tipo de reacción o, (como piensan muchos historiadores) movimiento aislado lleno de cada artista.
En este escenario, los artistas “modernistas”, consideraban las obras del pasado como paradigmas que debían evitarse; algo así como lo que debía permanecer cuando todos los rasgos comunes se han excluido, dejando aflorar lo verdadero a través de lo espontáneo. El modernismo empezaba a entenderse como un contraste.
El hecho de llamar “modernista” a una obra de arte suponía o supone, una distinción de orden superior. Es registrar su apariencia como connotativa de ciertas actitudes y compromistas criticas asumidas por el artista, y relativos tanto a la cultura de su tiempo como el arte de un pasado reciente.
El modernismo se planta en este punto, como el contraste ante los valores de la tradición canónica e inamovible de la tradición y su historia.
El artista francés Odilon Redon recordaba en su época de estudiante hacia la década de 1860:

“Las enseñanzas que recibí no se adecuaron a mi naturaleza. El profesor no apreciaba lo mas mínimo (…) mi talento natural (…) observe que sus ojos obstinados estaban cerrados frente a lo que veían los míos (…) joven, sensible y firmemente apegado a mi tiempo, allí me hallaba escuchando no se que retórica sacada, no se sabe como, de las obras de un pasado inmóvil (…) no había posibilidad alguna de vinculo entre los dos, no había posibilidad alguna de vinculo entre los dos, no había posibilidad de unión”

La cita anterior nos hace ver que el artista modernista debía haber experimentado el lenguaje heredado del arte como algo inmutable e inamovible y por lo tanto nada apropiado para cualquier forma de expresión individual y espontánea. Todo esto lo llevo al artista modernista a luchar contra un vocabulario del arte totalmente falto de personalidad y excesivamente rígido (entiéndase que es la época dominante de las grandes academias de arte y la consecuente sumisión de las aristas por agrandar a sus mecenas y su consecuente benéfica económico).
Esta forma de pensamiento y su materialización coincidió con el periodo de la ilustración europea en general (racionalismo, viajes arqueológicos, adelantos médicos), la revolución francesa y el surgimiento del romanticismo literario alemán. Esto trajo como consecuencia:

-La confianza en la posibilidad de progreso y mejora de las sociedades humanas, motivado por la explotación de los avances tecnológicos y la aplicación de principios racionales. Algo de filosofía Kantiana: la persona instruida tiene el deber de eliminar el error a través de la autocrítica.
-Determinación de romper con el legado del clasicismo y su forma aristocráticamente institucionalizada (neo clasicismo o historicismo).
-Escepticismo ante las ideas y creencias heredadas de la tradición, combinado con una inclinación a considerar la experiencia directa como la verdadera fuente de conocimiento (ilustración)
-La imaginación como salvaguarda de la libertad humana.(entendida esta imaginación no solo de manera romántica sino también practica: orden de cosas y acontecimientos).
En esta “Lógica de desarrollo secuencial” cada forma de arte tiene que determinar, a través de sus propias operaciones y mecanismos, los efectos que produce exclusivamente sobre si mismo. Estos efectos responden a todo aquello que es único en la naturaleza de su medio, en lo tocante a la pintura su propiedad única es su carácter plano (de superficie). En este sentido la pintura modernista se dirigió hacia lo plano por encima de todo lo demás.
Estos artistas modernistas paulatinamente llevaron sus obras a un proceso de “aplanamiento” progresivo de la superficie pictórica aparente y, por ende, a la perdida de la forma y contenido figurativo.
Es aquí donde Edouart Manet (1832-1883) se le reconoce ( para algunos historiadores y críticos de arte) como el primer pintor en transponer esa barrera por su obra “ El desayuno en la hierba” (1863), cuadro presentado en el salón Francés de 1863, pero del lado de los rechazados en contraste con el salón oficial, esta manera liberal de permitir al publico deliberar acerca de las obras rechazadas dice mucho de cómo Francia el gusto artístico dejaba de ser un grupo social dominante para convertirse en algo menos definido. Quizás mas compleja, masificado, talvez…
Este factor de riesgo (tomado por los artistas) de dejar que el publico decidiera si la obra fue injustamente rechazada o aceptada por el salón oficial, determino el valor singular que cada obra contenía en base a su alejamiento de las normas tradicionales.
De manera general, Manet incluyo “lo que es pintado” sobre el efecto que produce la imaginación del espectador, (socialmente acercado al sujeto pictórico) en “la manera en que se pinta”.
Es en este cuadro, donde ocurre una perturbación entre el sujeto pictórico y el espectador acostumbrado al arte tradicional, una especie de shock: mujeres desnudas con hombres vestidos a la usanza moderna, haciendo vida social bohemia e imaginablemente práctica. Esta “cualidad diferencial” solo la vieron aquellos que habían mezclado la modernización con la experiencia cotidiana.
Esta actitud compleja de lo moderno atrapo miradas de aquellos que para distinguirse de los demás se convertían en críticos al tanto de todo lo presente, con gustos excepcionales y con un olfato para el patrocinio como salida a una vida gris en la clase obrera pero sin ser “Burgueses”. Contradicción no resuelta hasta nuestros días con respecto a los críticos de arte, música, literatura, entre otras bellas artes.
En el caso que nos atrae, el cuadro “El desayuno en la hierba” obtiene su significado de forma a través de una relativa autosuficiencia o autonomía de la pintura que Manet logra sobre la superficie pictórica y su contraste hermético entre movimiento y sorpresa de los sujetos pictóricos.
Es la calidad del efecto lo que le da contenido al cuadro y no al revés. El sujeto pictórico tiende a ser independiente y libre de valores más allá de las estéticas. Se produce en estas circunstancias un alejamiento de representar la realidad figurativa para convertirse en algo más abstracto, ante la incapacidad de la pintura de poder reflejar la fascinación por el movimiento.
Esto nos lleva a pensar que el impresionismo fue el primer camino que consiguió dar una forma “estética” satisfactoria a lo pasajero, aquello que no se puede fijar en detalle, esa falta de nitidez sancionada, expresaba que las impresiones ya no eran estáticas , sino que podían ponerse en movimiento y eran de una “forma” extraña, quizás eran planas…
“El arte realista y naturalista ha disimulado el medio, usando el arte para ocultar el arte, el modernismo uso el arte para llamar la atención sobre el arte. Los viejos maestros trataron las limitaciones del medio pictórico.-la superficie plana, la forma del soporte, las propiedades del pigmento como factores negativos que solo podían ser reconocidos de modo implícito o indirecto en el modernismo. Estas limitaciones vinieron a ser consideradas valores positivos, y fueron reconocidas abiertamente (…). Mientras que como tiende a ver al viejo maestro antes que a su cuadro, uno ve el cuadro modernista, antes que nada, como cuadro.”

Clement Greenberg
Ensayo “la pintura modernista” 1960

Escrito por Parafrenia a las Septiembre 13, 2004 06:04 PM
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