Agosto 11, 2005

Asceta electoral

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Imagen: "Asceta" Agosto 2002. Por: Jaime Vives Piqueres

Escrito por: Newton

El centro comercial ha sustituido en todos los sentidos, la voluntad casi “democrática” de ir a un centro de votación electoral para ejercer el derecho al voto que tienen todas las personas que necesitan un gobernante. Estas masas, hacen colas inmensas en los centros de consumo (que mas parecen conglomerados) para entrar religiosamente a ejercer su derecho de no hacer nada (llámese comprar, curiosear o simplemente navegar sin que nadie note nuestra presencia), mientras que por otro lado las urnas electorales se muestran vacías y llenas de problemas (retrasos en la implementación y habilitación de los equipos necesarios para votar), lo que hace lógico pensar en que nada bueno trae elegir a un “guevon” que va a ganar dinero con nuestra supuesta elección o para decirlo en términos mas claros: hacemos un acto para que otros se beneficien (y sus bolsillos también) mientras alienadamente se celebra una ingenua victoria que solo representa un triunfo para un sector politiquero “mas vivo” que el resto de la población (que no puede ser “mas viva” porque esta idiotizada por el bombardeo publicitario de los medios de comunicación)
Es así como el centro comercial se convierte en una elección dominguera mas atractiva: siempre esta llena de bellezas de silicone en un marco contextual agradable (si cabe el termino) plagado de artificios constructivos por no decir arquitectónicos medianamente aceptables. En cambio, los centros de votación están llenos de una “estética del fanatismo” con la cual nadie quiere ser comparado e identificado y sobre todo, porque el gasto (o el desgaste) es espiritual, en contraposición del centro comercial donde el dinero que se despilfarra siempre es posible de ser recuperado o por lo menos se puede tener la esperanza de que algún día se tendrá dinero para gastarlo… por supuesto, basado en nuestras decisiones y para nosotros mismos.
Estas simples razones, me hacen pensar de manera precisa, la imposibilidad de ir a votar algún día. Quizás porque prefiero filosofar y escribir sentado en la mesa de un café en un centro comercial y no hacerlo en una cola a la intemperie, y además de pie llevando sol, lluvia o malos ratos…
Estoy seguro que al final del día, otro “guevon mas vivo” que yo estará ganado montañas de dinero, a través de la intención casi infantil de un sector anónimo en la población que necesita un guía espiritual, mas que una ayuda física real. Por supuesto, eso solo me hará reflexionar cada vez mas en la no necesidad del estado para mi supervivencia; los gobernantes elegidos no construirán mas parques, ni fomentaran las bondades de tener una vida ciudadana al caminar por un boulevard, ni tampoco arreglaran una plaza para que yo lea o escriba. Solo por eso, no me abstengo de votar (pues esta acción no existe para nadie que no crea en los gobernantes) sino simplemente me limitare a seguir buscando lugares para encontrarle un sentido a la ausencia de cualquier gobierno… cualquiera que sea su imagen.

Escrito por Parafrenia a las Agosto 11, 2005 05:23 PM
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