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11 de Noviembre 2004
MOCOS, ESOS HORRIBLES SERES.
En ciertas ocasiones esperadas y deseadas de tu vida hay pequeños factores que podrian hacer que todo eso que soñaste se convierta en una especie de pesadilla absurda.
Hace mil quinientos años atrás, cuando aun era un jovencita virginal, conseguí que el hombre de mis sueños, por fin después de unas cuantas salidas inocentes me invitase a una noche de ensueño y de pasión salvaje.
Y ahí estaba yo, en mi casa probándome toda la ropa de mi armario, quería que esa velada fuese perfecta, la ropa impecable, los zapatos idóneos, el peinado pluscuamperfecto, más maquillada que una puerta y ropa interior nueva, por si las moscas.
Así que el puntual me vino a recoger a casita, buffff, yo estaba echa un flan Dhul, que nervios, al fin esa noche dejaría mi absurda virginidad atrás y encima con el hombre más maravilloso del mundo, no podía pedir más.
Todo iba viento en popa, la conversación y la noche eran fantásticas y yo estaba en el cielo, pensando, me besara? no lo hará? buff que nervios, espero que no se me salga una teta del wonderbra.
Hasta que sucedió lo que no tenia que suceder, en medio de la charla estornudo, sacó un pañuelo y se limpio, pero no debió de hacerlo muy bien ya que un enorme y horrible moco le empezó a sobresalir de la tocha.
La situación, pasó de ser idílica y de cuento de hadas a una pesadilla para mi, el mito estaba cayendo en picado en menos de un minuto.Ël continuaba hablando y hablando y el moco seguía ahí, inmóvil, intacto, y lo peor era que me resultaba imposible quitar mi mirada d su nariz, era obsesivo, y yo que pensaba que este hombre era absolutamente perfecto y mira tu por donde que al final iba a resultar que tenía mocos y además era flatulento.
Como coño no se daba cuenta? Era tan grande que algo debía notar, al menos algo que le molestase al respirar, un estorbo, pero por lo visto ni se enteraba, y con lo gigantesco que era yo no dejaba de preguntarme si tarde o temprano moriría asfixiado.
La noche continuo, él con su charla y yo haciendo un enorme esfuerzo por no fijar mi visión en el enorme astro que casi tenia vida propia. De vez en cuando me iba rozando la nariz, tanto que seguramente él se estaría preguntando si era adicta a la cocaína, y lo hacia para ver si por lo menos por mimetismo de movimientos él haría lo mismo, pero nada, no resultaba efectivo.
En un momento de la noche él se fue al lavabo y yo respire tranquila, seguramente que se vería en el espejo y se daría cuenta horrorizado de lo que estaba ocurriendo por su jeto. Pero nada, tampoco, y encima me hizo pensar que era un poco guarrete, si había ido al lavabo para orinar, se habría limpiado las manos despúes de tocar su falo? Lo dudé, ya que cuando vas al baño y te limpias las manos, al menos una repasada al espejo si que la haces.
Total, que la cosa iba a peor porque ya en un momento extremo el moco empezó a colgar y la situación ya si que se volvió tensa para mi, él ahí tan tranquilo y yo como loca tocándome la nariz, encima de cocainómana, maniaca obsesiva compulsiva, y el moco hacia abajo irremediablemente, la fuerza de la gravedad no falla.
Pero la cosa si que se puso fea cuando el moco, al final, acabo cayendo en picado sobre la mesa, puagg que asco, fin de fiesta, un cubata para olvidar y para casita, porque si tenía algo claro esa noche es que un tipo con un moco colgando de la nariz no me desvirgaría nunca, hay ciertas cosas que una no ha de tolerar.
La cita para mi fue un desastre, terminamos de cenar y le pedí que me llevase a casa, que me sentía indispuesta. Nada paso, y lo deje de llamar, con los años me di cuenta de que muy enamorada no debía estar, o mejor dicho, nada, un simple moco pelotero no puede arruinar una bonita historia de amor, y el legado de aquella noche es que ahora no paro de mirarle la nariz a los demás, y nunca falta un pañuelito en mi bolso por si las moscas.
Posted by pauli at 8:00 PM | Comments (12)