Ayer, desaparcando el coche, he dejado pasar a una chica que estaba dudando si hacerlo o no, y me ha regalado una sonrisa tan perfecta que he estado a punto de bajar la ventanilla y gritarla: "¡¡oye, gracias por tu sonrisa!!".
La situación me recordó a lo que me pasó en el apartahotel de Valencia:
Hoy me ha despertado la mujer de la limpieza del hotel. Perdón, la chica de la limpieza del hotel. Me ha parecido tan dulce…
- ¿Te he desperdado?
- No te preocupes… Pero son menos cuarto aún, ¿no?
- Sí, tranquilo, hay más habitaciones por limpiar y la tuya es de salida – y me regaló… una sonrisa.
Me encanta la gente amable…
- Que aproveche.
- Gracias…
Ahí también pensé dejarla una nota para cuando entrara y yo ya me hubiera ido. En los dos casos me arrepentí de no haberlo hecho. Al fin y al cabo estaba en deuda con ellas...
hace tiempo en un cafe que ya ha cerrado del centro de madrid un camarero nos atendio tan bien que antes de irnos le dejamos una nota. después nos quedamos fuera mirando por la ventana...la cara que puso al leerla nos hizo saber que le habíamos alegrado el día....jo.....gracias por recordarmelo!
thais Abril 4, 2005 10:26 PM