Mañana me operan. Me abren por la mitad y me extirpan el alma, después, algún loco la reparará y me la volverá a meter entre el amor y el odio. Será fácil, el amor es pequeño hoy por hoy en mí, bastante más pequeño que el odio. Pero eso no es lo que me falla, es el alma, por eso me operan.
Ojalá cuando salga del quirófano todo haya ido bien.
Ojalá haya salido bien y mi nombre haya cambiado y sólo lo sepan unos cuantos, un puñado de gente, no muchos más de cinco ó seis.
Ojalá, cuando haya acabado, no recuerde los malos momentos contigo, ni contigo, ni, por supuesto, contigo.
Desde mi modesta , humilde y posiblemente equivicada opinion, pienso que es casi imposible tener más pequeño el corazón, que el odio, porque eso significa que tienes más grande el odio, y si tienes más grande el odio es que no has olvidado, y si no olvidas....es que al menos los sentimientos de tu corazón no san tan pequeños como creias.¿no?
Saludos.