Hacía mucho tiempo que no tenía ganas de llorar, que no sentía un nudo en el cuello, que no caía... y caía... choff...
Hoy me he sentido así, y por culpa de unas palabras intencionadamente hirientes provenientes de alguien de quien no me las esperaba.
¡Pero así es la vida! Estás hostias antes me hundían, ahora me hacen más fuerte... Y confirman mi teoría: mejor vivir solo, no depender de nadie, primero yo, y quiérete a ti mismo porque si no la has cagado...
Os voy a destrozar con mi odio...
Mírame a los ojos y dime que no te asusto...
No me infravalores, hijo de puta...
Si te enfrentas a mí morderás el polvo.
¡¡Tiembla!!