Mayo 15, 2004

Aquellos ojos

Las líneas quedaban adormecidas después de ser trazadas. Ignoraban su propio destino. Sin embargo un día, las primeras, las más antiguas y sabias, las ancestrales, comenzaron a canturrear. Empezaron a excitarse, una tras otra. El ambiente pasó de ser de un inerte matiz blanquecino, un mármol mal abrillantado, a todo un festejo de colores, alegría y, en definitiva, vida.

De pronto, me sentí observada. Escuchada, quizá. En aquellos momentos no supe distinguir aquella sensación del resto. Pero ahí estaba, sin duda, y me gustaba. Recuerdo cómo se posaron en mí unos ojos. Unos ojos de mujer. Y recuerdo cómo mi apariencia, las líneas curvas de las que estaba formada, provocaron un efecto que en el resto de mi existencia no he sabido reproducir. Ni siquiera me veo capaz de describirlo. Fue como... no sé. Pero aquellos ojos habían cambiado, desde luego. Aquellos ojos de mujer brillaban aún más, y pude sentir en mí misma la gota que desprendió. Esa fue la única lágrima de felicidad que había visto hasta entonces, y ahora puedo decir que jamás he visto otra igual.

Nunca volví a ver aquellos ojos. Ahora mismo, todas nosotras, estamos de nuevo medio adormecidas. Seguimos expectantes, añorando aquellos momentos en los que la vida irradiaba de cada una de nosotras. Sin embargo, aquí seguimos, esperando unos ojos como aquellos. Conservamos la esperanza de volver a ser observadas. Quién sabe, a lo mejor quedan ojos como aquellos en algún lugar.

Escrito por Hamarzausen a las Mayo 15, 2004 11:43 PM
Comentarios

la mujer miró en el interior de un tubo de un gramófono de marmol, verdad?

Escrito por calamar a las Mayo 19, 2004 01:21 AM
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