En un viejo país ineficiente, 
 algo así como España entre dos guerras 
 civiles, en un pueblo junto al mar, 
 poseer una casa y poca hacienda 
 y memoria ninguna. No leer, 
 no sufrir, no escribir, no pagar cuentas, 
 y vivir como un noble arruinado 
 entre las ruinas de mi inteligencia.