Algunas veces me gustaría poder quedarme callado y aprender a disfrutar del silencio. Aprender que no es el instante el que se vuelve especial sino la persona con quien lo vives. Saber que al final no importa cuanta distancia haya siempre bastara un pequeño esfuerzo para sentir a alguien cerca.
Últimamente me he sentido algo abandonado. Aunque en realidad soy yo quien ha abandonado al mundo. Solo he mantenido esta puerta entreabierta para que alguien pueda entrar y echar un vistazo.
¿De verdad quieres entrar o entras solo por saber que puedes encontrarte? En realidad no importa, entra y ve cuanto quieras ver, solo hay dos condiciones: no cambies nada de lugar y por lo que más quieras (que a veces me gustaría que fuera yo) no hagas ruido.
Escrito por Seifil a las Mayo 25, 2004 12:13 PM