23. mai 2005

¿Pero por qué saltan?

Qué bien, qué alegría y qué de todo, que ya por fin nos sacaron la última de la guerra de las galaxias. En la tele, en el periódico, en internet, y hasta en los boxes, en todas partes nos recuerdan lo miserables y desdichados que seremos si nos perdemos tamaño peliculón. Y, sí, ya sé que el cine cuesta un pastón, incluso en el día del espectador, pero para eso estoy yo, para contaros la película de principio a fin, y daros además una visión crítica, conclusiva y coherente de ella, que ya sé que si por vosotros fuera, Alfredo Landa aún estaba por ahí conquistando suecas en Benidorm.

Repito para la “gente especial” que lee este blog: os voy a destripar la película (y, lo creáis o no, es por vuestro bien). Si sois de esos energúmenos que se pusieron gilipollas cuando alguien dijo aquello de “Bruce Willies está pajarito” en el sexto sentido, id a meneárosla a otro lado y no sigáis leyendo.

Empecemos. Episodio tres, la venganza de los sith. En una parábola argumental sin precedentes nunca antes vista desde “karate a muerte en Torremolinos”, un texto nos indica que los malos han secuestrado al Canciller de la república y se lo están llevando de su casa en una nave espacial muy gorda. Y ahí están todos, tirandose rayos de colores, y esas cosas que se hacen en el espacio, mientras los dos protas van volando en sus naves súper molonas. Ya de entrada uno se puede percatar de la calidad del doblaje al escuchar la conversación entre el barbudo Ewan McGregor y el puto niño:

Obi-wan: Buenos días, señorita, soy el técnico que ha llamado para instalar el aire acondicionado.
Putoniño: Hmmm. Es que aquí hace muchísimo calorrrrrrrr. ¿Y si en vez de aire nos quitamos la ropa?
Obi-wan: Lo que usted diga, señorita. ¿Dónde quiere que le enchufe esto...?

Pero en esto que de repente (es lo que tienen las guerras), un misil suelta un montón de mariquitas-robot (??) sobre la nave del maestro Obi-Wan, y empiezan a untarle las alas de mantequilla. Pero nada, el puto niño salva el día, y aterrizan en la nave gorda de los malos. Un aterrizaje así en plan como muy aparatoso, con derrapes y todo, y entonces pues los jedis empiezan a hacer cosas de jedis, que es saltar mucho y mover así un palito de colores y se cargan la regüeba de robots malos, que estaban ahí haciendo... pues no sé... cosas de robots malos, y muy chulo todo.

Putoniño: ¿Y ahora qué hacemos?
Obi-wan: Pues ya que estmos dentro, yo había pensado en urdir una esratagema, así un poco en plan Capitán Panaka y tal.
Putoniño: Ah. Que en esta peli también seguimos sin guionista, ¿no?
Obi-wan: Sí, creo que sí, porque no llevamos ni diez minutos y ya nos hemos follado a treinta.
Putoniño: No sé, al menos esta vez los robots gritan y gimen de forma diferente a las otras dos pelis...
Obi-wan: Sí, supongo... R2, anda, haz algo, usa tu palito mágico y dinos lo que hay que hacer.

Total, que hacen lo propio en estas situaciones: coger un ascensor, moverlo parriba, moverlo pabajo, y sobre todo dar saltos y mover los palitos de colores (quien sea capaz de estar dos horas entretenido con dos palitos, va a disfrutar esta película una barbaridad...), mientras que el director nos hace un trabajo de desarrollo personal bastante trascendente incidiendo en la evolución de uno de los personajes de la película: R2-D2, quién resulta ser un psicópata asesino sin escrúpulos cuando nadie esta cerca para ver lo que hace.

Bueno, pues nada. Los buenos llegan a donde tenían que llegar, y allí está el Canciller atadito a una silla, y entonces sale el malo, que es conde Drácula este al que le crecía la nariz cuando hizo la película esta de los orcos con Magneto. Bueno, pues eso, que sale, y da así como un salto sencillito doble con tirabuzón y hace un poco el pino-puente-patrás y se juega el tipo y el injerto de cadera en vez de usar las escaleras, que las tenía ahí mismo, pero bueno, es lo que tienen los jedis estos de las nuevas películas, que molan un puñao. Y siguiendo la tradición, pues se sacan los palitos de colores, y se ponen a rebotar un rato. Al final el putoniño, incapaz de evitar ése impulso que tienen todos los jedis en estas películas, le corta las manitas a drácula, y se lo cicutriña porque se lo dice el Canciller (y es que no es para menos, que uno no ve todos los días a un viejecito con pololos sumiso y atadito a una silla, copón...)

Y en esto que se ponen a huir. Y nos dan otra oportunidad de evaluar la inteligencia de todo el mundo en esta película, ya que el ejército de los buenos, aún sabiendo que el canciller secuestrado de la república y los jedis que han ido a rescatarle siguen aún dentro, empiezan a enchufarle a la nave gorda con todo lo que tienen, y entonces la nave gorda se empieza a caer hacia el planeta ese que hay debajo. Total, que el malo nuevo, un tal General Frisfris, o algo así, que es como un robot así muy tocho y con un enfisema pulmonar y el que más manda en esa nave, pues dice:

General Grusbris: Coño, panda gilipollas, que nos caemos. Encended los motores si veis que tal.
Droide de reparto: Motores encndidos, general. Ya no nos caemos más.
General Fronstris: Chachi.
Típico pringao que lee una pantallita : ¡General, General ! ¡Que los buenos se escapan!
General Trisfris: Los cojones. ¡Encended los rayos de luz!
Típico pringao que lee una pantallita : ¡Ostias qué buena idea! ¡Rayos de luz! Venga, va, que los enchufo...

(en otrra parte de la nave tocha de los malos...)

Obi-wan: ¡Ahí va! ¡Rayos de luz!
Putoniño: Ya ves.
Canciller: Bufff. Puteo...
Obi-wan: O sea, yo movidas de jedi y tal,vale, pero si me sacan rayos de luz, paso.
Putoniño: ¿Y si apretamos los cachetes del culo para mover cosas sin tocarlas?
Obi-wan: Que no, que paso.
Putoniño: Pero, leches, vamos a menearnos los palitos de colores, al menos.
Obi-wan: Que no, que no. Que me enfado y no respiro.
Androdes malos, a coro: uuhh... tirad las armas y dejad de masacrarnos por docenas... por favor...
Putoniño: Va, venga, pero por variar un poco...
Obi-wan: Os habéis canteao con los rayos de luz... yo así no juego...

Total, que los buenos son apresados (no hace ni puta falta que nos expliquen cómo, es más, igual es que se dejan apresar a propósito para ver si el general malo malísimo definitivo de todos los ejércitos que desolan la galaxia les lleva ante su presencia y se expone sin ningún motivo en un alarde de gilpollez extrema).

General Kruskris: Anda, mira, los buenos. Pues creía que eras más mayor, Putoniño.
Putoniño: Pues yo creía que era usted más alto, General Chistris.
Canciller: Pues yo creía que esta vez había guionista.
Todos a coro: No, tronco, seguimos tirando de libretita azúl.
Cancilles: Coñazo...
Putoniño: Sip...
Obi-wan: Buah, pues si eso hacemos como que nos liberamos y nos cascamos un poco más.
General Prustris: Va, venga.

Y empiezan a darse ahí todos, y venga a menear palitos de colores y a rebotar por todas partes, y entonces el General Grinstrus se pira, y la nave se vuelve a caer, y entran en la atmósfera del planeta, y llegan dos naves de los borrombomberos, y aterrizan, y todo en plan de “jo, qué movida, ¿eh?”...
Total que llegan ahí todos los políticos en plan “¡viva, viva!”, y el Canciller así con cara como de “¿quién ordenó disparar sobre la nave tocha de los malos sabiendo que estaba yo dentro, josdeputa?” pero sin decir nada, como guardándoselo para él. Y entonces sale la calientapollas judía de la Portman y se aparta así un poco con el Putoniño.

Putoniño: Ven pacá, que vas a tener que sacar hasta la lengua pa hacer sitio ahí dentro a tó lo que te vi a meté...
Calienta: Oh, putoniño, te he echado tanto de menos que el consolador se me quedó chico y tuve que empezar a hacermelo con un exprimenaranjas.
Putoniño: Miraquerescerda...
Calienta: Por cierto, cari, que en estos dos años que has estado fuera...
Putoniño: ¿Qué?
Calienta: Que vamos a ser papás.
Putoniño: Ah, pues guai... ¿Se lo decimos a alguien?
Calienta: Nah, pasando.

Total, que el Putoniño empieza a tener sueños premonitorios con la Portman pasándolas putas durante el parto, porque George Lucas debió decidir que esta era la forma que más le molaba para tocarle los cojones al Putoniño. Así que el Putoniño se va a ver al moco arrugao de Yoda, a preguntarle a ver qué pasa.

Putoniño: Tronco, tengo visiones como las que tenía con mi vieja.
Yoda: Visiones con tu vieja también yo he tenido. Buenorra la jodía estaba.
Putoniño: No, no, ese tipo de visiones no. Los psicólogos ya dijeron que estaba curado. Me refería a visiones premonitorias.
Yoda: Ah. ¿Alguien conocido es?
Putoniño: Sí.
Yoda: ¿Cercano a ti?
Putoniño: Sí.
Yoda: ¿Lleva gafas? ¿Y bigote? ¿Es Max?
Putoniño: Jo, maestro, es usted la puta caña jugando al quién es quién.
Yoda: Yo no me preocuparía, salao. Hala, hala, a tu puta casa que voy a meditar un rato con un par de padawans.

Aluego más tarde, el Putoniño se pone a hablar con el Canciller, que le dice que está súper contento con él, y que le va a hacer su representante personal en el consejo jedi. Y en el consejo jedi, pues le dicen que bueno, que vale, pero que no se pase un gramo con ellos que se lo pesan, que ya bastante tienen que aguantarle al Putoniño, todos ahí vestidos con albornoz menos él, porque es el más guai y el más chulito, y el Samuel L. Jackson le tiene unas ganas locas, porque además es el único del consejo que no ha catao a su señora.

Bueno, y entonces Yoda se va con los wookies a cascarse con unos robots, y Obi-wan también se pira, porque ya saben dónde está el General Brusbris, y va a sacudirle un rato a ver qué pasa. Y entonces el Canciller le cuenta al Putoniño la histoia de un jedi malo que se llamaba Darth Manolus, que era la hostia, y que es que el lado oscuro está de puta madre, porque además si se hace socio ahora le dan preferencia en taquilla para ver los partidos, y hasta salvan a su señora si hace falta.

Mientas tanto, Obi-wan llega delante del general Chiskris, y el General ya un poco hasta la polla, pues se quita capa y resulta que tiene cuatro brazos, y saca cuatro espadas láser. Una flipada, vamos. Pero el caso es que Obi-wan, como buen jedi que es, en lo que se centra es en lo de siempre: manitassssssss. Y se zurran un rato, y saltan y menean los palitos de colores, y ganan los buenos.

Por otro lado, pues el Putoniño se chiva al negro calvo de que el Canciller es un mal bicho del copón, y entonces se va el negro con tres colegas a darle cerita al viejo. Y llegan todos, y resulta que los colegas tenían las espadas láser cogidas del revés, y se matan solos, y entonces se empiezan a cascar el negro y el Canciller, dando saltos y meneando los palitos de colores, y llega el Putoniño, y le corta la mano a Samuel L. Jackson y se lo cargan.

Canciller: Guai.
Putoniño: A ver cómo explico ahora yo esto en casa...
Canciller: nah, tú tranqui, si además era negro.
Putoniño: Bueno, ¿y ahora qué?
Canciller: Pues mira, nos fumamos unos caliqueños de la risa que tengo yo aquí, que es lo que hacemos los sith para hablar así con este tono de voz tan molón, y que hace que se nos pongan los ojos de colores.
Putoniño: Mola...
Canciller: Bien, bien... Siente el poder de esta mierda libanesa que me han traído unos colegas de Marruecos.
Putoniño: Joder, cómo pega.
Canciller: Yatedigo... Bueno, oye, vamos a ponerte un nombre nuevo.
Putoniño: ¿Para qué?
Canciller: Ah, no sé... cosas de malos, supongo. Además hay que hacerte la tarjeta de socio. ¿Qué te mola más, “Darth Pipas” o “el Cadenas”?
Putoniño: El Cadenas.
Canciller: Pues no, que ese ya está pillado, y además a mí me mola más el otro. Hale.
Putoniño: No jodas...
Canciller: Que no, coño, que era bromi. Te llamarás “Darth Vader”.
Putoniño: Ah, vale, mola.
Canciler: Chachi que sí. Hala, ahora te vas al templo jedi, y me los matas a todos por cabrones y por haber intentado pegarme en plan skin.
Putoniño: Pofale...
Canciller: Ah, oye, y luego te vas al planeta Mustafá a matar a un grupillo de indeseables que se han pasao de listos.

Y así es como el Putoniño se folla con cebolla a todos los jedis que hay en el templo, y los que están por ahí de picos pardos rebotando y moviendo palitos de colores, pues se los cargan los clones así en plan cutre salchichero que te mueres. ¿A todos? No, a todos no. Obi-wan se salva, y el maestro Yoda escapa porque es muy amigo de Chewbacca (y de esta bella relación salieron a posteriori los ewoks, sospechamos), y los dos vuelven para cantarle las cuarenta al Putoniño y al Canciller, que ya no es Canciller, que ahora es emperador.

Ya vista la gran pirueta argumental en anteriores películas en las que el maestro Yoda esgrimía una espada láser y rebotaba cual puñadito de Flubber por la panalla (todo el mundo sabe que Ghandi fue un líder y un hombre excepcional, no por las cosas que hacía o decía, sino por el diestro manejo de su rifle automático), el enfrentamiento que tiene con el emperador pues es bastante imbécil. O sea, saltan y menean palitos de colores.

Total que Obi-wan le dice a la Portman que está la cosa muy mala, y la Portman coge y se va a ver al Putoniño a Mustafá y entonces Obi-wan aprovecha para colarse en la nave y así encontrarse todos y hablar las cosas como personas civilizadas. Mustafá es un planeta así como volcánico, y el Putoniño pues se ha cargado a unos señores, y entconces la Portman pues se atocina, y el Putoniño le hace el truco del gañote, y sale Obi-wan del maletero, y se ponen a dar saltos y a menear los palitos de colores. Y, claro, estas cosas son muy divertidas hasta que alguien pierde un ojo.

Obi-wan: ¿A que no saltas hasta aquí, mariquita?
Putoniño: ¡Ostias! ¡Paraparaparaparapara!
Obi-wan: ¿Qué? ¿Qué pasa?
Putoniño: Joder, tronco, que me has dao.
Obi-wan: Ostias...
Putoniño: Mira, macho, el brazo bueno y las dos piernas. Te has canteao.
Obi-wan: Joder, si es que me estabas poniendo nervioso ya con tanto brinco y tanta polla.
Putoniño: Cojones, pues contrólate un cacho, que te has pasao.
Obi-wan: Ha sido culpa tuya. No haber saltado.
Putoniño: ¿Culpa mía? Mecaguentuputamadre, no me jodas.
Obi-wan: Y yo me cago en la tuya, cabrón.
Putoniño: Eh, eh, que mi madre está muerta.
Obi-wan: Me la suda, eres un gilipollas y estoy hasta la polla de ti.
Putoniño: Yo al menos me follo a la Portman, que es lo que os jode a todos, que sois unos reprimidos de mierda.
Obi-wan: ¡Mira...! ¡Mira...!
Putoniño: ¿Qué? ¿Qué vas a hacer? Pero si es verdad, coño.
Obi-wan: ¡Mira que no te remato porque me está agarrando la piedra esta, que si no...!
Putoniño: Eh, cabrón, pero no me dejes aquí...
Obi-wan: Tefollen...

Y entonces llega el emperador, y se lleva al Putoniño, que está tó quemao (excepto las pestañas, antes muerto que sencillo), pero como el emperador está en Catalana Occidente, pues se lo arreglan todo todo y todo, y además le ponen la voz de Constantino Romero.

El artista antes conocido como Canciller: Hale, sólo te faltan los alerones, macho.
Putoniño: ¿Pero qué es esto?
El artista antes conocido como Canciller: Coño, tronco, tapicería de cuero y salpicadero de carbono.
Putoniño: No, no. Esto.
El artista antes conocido como Canciller: Ah. El interfono, el starter por si acaso y además pillas AM y FM.
Putoniño: O sea, al General Frusfris le ponéis cuatro brazos, pica, bate y hace mayonesa, y a mí me ponéis un transistor y el cascorro este, que no veo un pescao.
El artista antes conocido como Canciller: Chico, el presupuesto es el presupuesto...
Putoniño: Un momento. He dejado de sentir una presencia...
El artista antes conocido como Canciller: ¿Hm?
Putoniño: ¿Hasta dónde ha cortado el cabrón de Obi-wan?
El artista antes conocido como Canciller: Ah. Eso. Me temo que demasiado arriba.
Putoniño: ¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

Mientras, la Portman está soltando lastre en una sala diseñada por Ágata Ruiz de la Prada, dónde Obi-wan, Yoda y el abogado portorriqueño de La Ley de Los Ángeles observan detenidamente cómo un androide con cucharas de helado en vez de manos asiste el parto de Luke y Leia. Y entonces va la hija de la gran puta y dobla perchas. El portorriqueño se queda con la niña, Obi-wan se lleva al niño al puto desierto a que se haga granjero, Yoda se pira, a 3PO le borran la memoria, mentan a la puta madre de Liam Neeson, sale un Peter Chusing cutrísimo por ordenador haciendo de Grand Moff Tarkin (o de Raphael, no estoy seguro), y fin.

De nada.

Mira lo que hace Somófrates a las 05.23.05 15:16



Cosonísimas:

JAJAJAJA

Muchas gracias Somófrates, no pensaba ir a verla así que me he ahorrado el dinero y encima se de que va la película.

Como diría Yoda: "Truño ya me avisaron es".

Mira lo que hace mamm

Sabía que al final acabaría riéndome con esta peli...
...
...
...snif...

Mira lo que hace Anukahn

JUAS JUAS JUAS

Mira lo que hace apio, de la orden de los julais

¿Por qué tiene que aparecer un "doquier" en la película? es que sigo sin entenderlo.

David-Yayito afirma que la respiración de Putoniño se debe a que han colado un tanga de la Portman dentro del casco, y que el nano aprovecha todo lo que puede.

Aprovecho para decir que escribiendo un comentario, ese campo de "Fotos de mi hermana en pelotas en", no me hace gracia, porque la pobre va a dar a luz ahora, y el argumento de la película me ha dado muy mal rollo al respecto. Jou

Mira lo que hace Sanzo

Lo de "putoniño" lo dices porque te da rabia que sea más joven y haya alcanzado el rango de Jedi antes que tú? O cómo va?

Mira lo que hace Zet

Que pena de haber tenido al Lucas geograficamente cerca y no tener un Dragunov a mano para evitar esta perpetración.

Esto confirma que el señor Lucas es pesimo para los guiones (y tambien a la dirección pero al menos se ha prodigado poco, no hay mas que ver american grafitti y thx1138 (y mejor no recordemos Howard el pato) Y que la mejor pelicula de la saga (episodio V evidentemente) es en la que Lucas ha tenido menos que ver (practicamente nada). Y encima ni salia el puto planeta tattoine ni la estrella de la muerte.

Mira lo que hace Darth Petete

La pelicula ha sido una de las mejores, no se por que la criticais, lo que si me ha gustao la historia que tiene todo el arte, te las currao.

Mira lo que hace TAHANTOS

Pero... ¿que edad tiene usted? ¿Como es posible que diga tantas tonterias?
¿Como se gana la vida que tiene tanto tiempo libre?
Vergonzoso.

Mira lo que hace Totoro

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Mira lo que hace the thief

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Mira lo que hace the thief