2 de Agosto del 2004

El Zahir

Moneda de veinte centavos (1921)
Tal vez algunos de ustedes se preguntaron, con cierta lógica, qué es el Zahir. Es un cuento de Borges, pero ¿qué representa?. . . Podría escribir un análisis, pero quién mejor que Jorge Luis Borges para contarnos cómo surgió su famoso relato.

"... Voy a tratar entonces de recordar un cuento mío. Estaba dudando mientras me traían y me acordé de un cuento que no sé si ustedes han leído: se llama El Zahir. Voy a recordar cómo llegué yo a concepción de ese cuento. Uso la palabra «cuento» entre comillas, que no sé si lo es o qué es, pero, en fin, el tema de los géneros es lo de menos. Croce creía que no hay géneros; yo creo que sí, que los hay en el sentido de que hay una expectativa en el lector. Si una persona lee un cuento, lo lee de un modo distinto de su modo de leer cuando busca un artículo en una enciclopedia o cuando lee una novela, o cuando lee un poema. Los textos pueden no ser distintos pero cambian según el lector, según la expectativa. Quien lee un cuento sabe o espera leer algo que lo distraiga de su vida cotidiana, que lo haga entrar en un mundo, no diré fantástico —muy ambiciosa es la palabra— pero sí ligeramente distinto del mundo de las experiencias comunes.

Ahora llego a El Zahir y, ya que estamos entre amigos, voy a contarles cómo se me ocurrió ese cuento. No recuerdo la fecha en la que escribí ese cuento, sé que yo era director de la Biblioteca Nacional, que está situada en el Sur de Buenos Aires, cerca de la iglesia de La Concepción; conozco bien ese barrio. Mi punto de partida fue una palabra, una palabra que usamos casi todos los días sin darnos cuenta de lo misterioso que hay en ella (salvo que todas las palabras son misteriosas): pensé en la palabra inolvidable, unforgettable en inglés. Me detuve, no sé por qué, ya que habla oído esa palabra miles de veces, casi no pasaba un día en que no la oía; pensé: qué raro sería si hubiera algo que realmente no pudiéramos olvidar. Qué raro sería si hubiera, en lo que llamamos realidad, una cosa, un objeto —¿por qué no?— que fuera realmente inolvidable.

Ese fue mi punto de partida, bastante abstracto y pobre; pensar en el posible sentido de esa palabra oída, leída, literalmente inolvidable, unforgettable, unvergesslich, inoubliable. Es una consideración bastante pobre, como ustedes han visto. En seguida pensé que si hay algo inolvidable, ese algo debe ser común, ya que si tuviéramos una quimera, por ejemplo, un monstruo con tres cabezas (una cabeza creo que de cabra, otra de serpiente, otra creo que de perro, no estoy seguro), lo recordaríamos ciertamente. De modo que no habría ninguna gracia en un cuento con un minotauro, con una quimera, con un unicornio inolvidables; no, tenía que ser algo muy común. Al pensar en ese algo común pensé, creo que inmediatamente, en una moneda, ya que se acuñan miles y miles de monedas todas exactamente iguales. Todas con la efigie de la libertad, o con un escudo o con ciertas palabras convencionales. Qué raro sería si hubiera una moneda, una moneda perdida entre esos millones de monedas, que fuera inolvidable. Y pensé en una moneda que ahora ha desaparecido, una moneda de veinte centavos, una moneda igual a las otras, igual a la moneda de cinco, o a la de diez, un poco más grande; qué raro si entre los millones, literalmente, de monedas acuñadas por el Estado, hubiera una que fuera inolvidable. De ahí surgió una idea; una inolvidable moneda de veinte centavos. No sé si existen aún, si los numismáticos las coleccionan, si tienen algún valor, pero, en fin, no pensé en eso en aquel tiempo. Pensé en una moneda que para los fines de mi cuento tenía que ser inolvidable; es decir: una persona que la viera no podría pensar en otra cosa.

Luego me encontré ante la segunda o tercera dificultad... he perdido la cuenta. ¿Por qué esa moneda iba a ser inolvidable? El lector no acepta la idea, yo tenía que preparar la inolvidabilidad de mi moneda y para eso convenía suponer un estado emocional en quien la ve, había que insinuar la locura, ya que el tema de mi cuento es un tema que se parece a la locura o a la obsesión. Entonces pensé, como pensó Edgar Allan Poe cuando escribió su justamente famoso poema El Cuervo, en la muerte de una mujer hermosa. Poe se preguntó a quién podía impresionar la muerte de esa mujer, y dedujo que tenía que impresionarle a alguien que estuviese enamorado de ella. De ahí llegué a la idea de una mujer, de quien yo estoy enamorado, que muere, y yo estoy desesperado.

En ese punto hubiera sido fácil, quizás demasiado fácil, que esa mujer fuera como la perdida Leonor de Poe. Pero no decidí mostrar a esa mujer de un modo satírico, mostrar el amor de quien no olvidará la moneda de veinte centavos como un poco ridículo; todos los amores lo son para quien los ve desde afuera.

Entonces, en lugar de hablar de la belleza del low splendor, la convertí en una mujer bastante trivial, un poco ridícula, venida a menos, tampoco demasiado linda. Imaginé esa situación que se da muchas veces: un hombre enamorado de una mujer, que sabe, por un lado, que no puede vivir sin ella y, al mismo tiempo, sabe que esa mujer no es especialmente memorable, digamos, para su madre, para sus primas, para la mucama, para la costurera, para las amigas; sin embargo, para él, esa persona es única.

Eso me lleva a otra idea, la idea de que quizás toda persona sea única, y que nosotros no veamos lo único de esa persona que habla en favor de ella. Yo he pensado alguna vez que esto se da en todo, si no fijémonos que en la Naturaleza, o en Dios (Deus sive Natura, decía Spinoza) lo importante es la cantidad y no la calidad. Por qué no suponer, entonces, que hay algo, no sólo en cada ser humano, sino en cada hoja, en cada hormiga, único, que por eso Dios, o la Naturaleza, crea millones de hormigas; es falso, no hay millones de hormigas, hay millones de seres muy diferentes, pero la diferencia es tan sutil que nosotros los vemos como iguales.

Entonces, ¿qué es estar enamorado? Estar enamorado es percibir lo único que hay en cada persona, eso único que no puede comunicarse salvo por medio de hipérboles o de metáforas. Entonces, por qué no suponer que esa mujer, un poco ridícula para todos, poco ridícula para quien está enamorado de ella, esa mujer muere. Y luego tenemos el velorio. Yo elegí el lugar del velorio, elegí la esquina, pensé en la iglesia de La Concepción, una iglesia no demasiado famosa ni demasiado patética, y luego al hombre que después del velorio va a tomar un guindado a un almacén. Paga; en el cambio le dan una moneda y él distingue en seguida que hay algo en ella —hice que fuera rayada para distinguirla de las otras. Él ve la moneda, está muy emocionado por la muerte de la mujer, pero al verla ya empieza a olvidarse de ello, empieza a pensar en la moneda. Ya tenemos el objeto mágico para el cuento. Luego vienen los subterfugios del narrador para librarse de esa que él sabe que es una obsesión. Hay diversos subterfugios: uno de ellos es perder la moneda. La lleva, entonces, a otro almacén que queda un poco lejos. La entrega en el cambio, trata de no fijarse en qué esquina está ese almacén, pero eso no sirve para nada porque él sigue pensando en la moneda.

Luego llega a extremos un poco absurdos. Por ejemplo, compra una libra esterlina con San Jorge y el dragón, la examina con una lupa, trata de pensar en ella y olvidarse de la moneda de veinte centavos ya perdida para siempre, pero no logra hacerlo. Hacia el final del cuento el hombre va enloqueciendo pero piensa que esa misma obsesión puede salvarlo. Es decir, habrá un momento en el cual ya el universo habrá desaparecido, el universo será una moneda de veinte centavos. Entonces él —aquí produje un pequeño efecto literario— él, Borges, estará loco, no sabrá que es Borges. Ya no será otra cosa que el espectador de esa perdida moneda inolvidable. Y concluí con esta frase debidamente literaria, es decir, falsa: «Quizás detrás de la moneda está Dios». Es decir, si uno ve una sola cosa, esa cosa única es absoluta. Hay otros episodios que he olvidado, quizás alguno de ustedes los recuerde. Al final, él no puede dormir, sueña con la moneda, no puede leer, la moneda se interpone entre el texto y él, casi no puede hablar sino de un modo mecánico, porque realmente está pensando en la moneda, así concluye el cuento.

Bien, ese cuento pertenece a una serie de cuentos, en la que hay objetos mágicos que parecen preciosos al principio y luego son maldiciones, sucede que están cargadas de horror. Recuerdo otro cuento que esencialmente es el mismo y que está en mi mejor libro, si es que yo puedo hablar de mejores libros: El libro de arena. Ya el título es mejor que El Zahir, creo que zahir quiere decir algo así como maravilloso, excepcional. En este caso, pensé antes que nada en el titulo: El libro de arena, un libro imposible, ya que no puede haber libros de arena, se disgregarían. Lo llamé libro de arena porque consta de un número infinito de páginas. El libro tiene el número de la arena, o más que el presumible número infinito de páginas, no puede abrirse dos veces en la misma.

Este libro podría haber sido un gran libro, de aspecto ilustre; pero la misma idea que me llevó a una moneda de veinte centavos en el primer cuento, me condujo a un libro mal impreso, con torpes ilustraciones y escrito en un idioma desconocido. Necesitaba eso para el prestigio del libro, y lo llamé Holy Writ —escritura sagrada—, la escritura sagrada de una religión desconocida. El hombre lo adquiere, piensa que tiene un libro único, pero luego advierte lo terrible de un libro sin primera página (ya que si hubiera una primera página habría una última). En cualquier parte en la que él abra el libro, habrá siempre algunas páginas entre aquella en la que él abre y la tapa. El libro no tiene nada de particular, pero acaba por infundirle horror y él opta por perderlo y lo hace en la Biblioteca Nacional. Elegí ese lugar en especial porque conozco bien la biblioteca.

Así, tenemos el mismo argumento: un objeto mágico que realmente encierra horror.

Pero antes yo había escrito otro cuento titulado Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Tlön, no se sabe a qué idioma corresponde. Posiblemente a una lengua germánica. Uqbar sugiere algo arábigo, algo asiático. Y luego dos palabras claramente latinas: Orbis Tertius, mundo tercero. La idea era distinta, la idea es la de un libro que modifique el mundo.

Yo he sido siempre lector de enciclopedias, creo que es uno de los géneros literarios que prefiero porque de algún modo ofrece todo de manera sorprendente. Recuerdo que solía concurrir a la Biblioteca Nacional con mi padre; yo era demasiado tímido para pedir un libro, entonces sacaba un volumen de los anaqueles, lo abría y leía. Encontré una vieja edición de la Enciclopedia Británica, una edición muy superior a las actuales ya que estaba concebida como libro de lectura y no de consulta; era una serie de largas monografías. Recuerdo que una noche especialmente afortunada en la que busqué el volumen que corresponde a D-L y leí un artículo sobre los druidas, antiguos sacerdotes de los celtas, que creían —según César— en la transmigración (puede haber un error de parte de César). Leí otro artículo sobre los drusos del Asia Menor, que también creen en la transmigración. Luego pensé en un rasgo no indigno de Kafka: Dios sabe que esos drusos son muy pocos, que los asedian sus vecinos, pero al mismo tiempo creen que hay una vasta población de drusos en la China y creen, como los druidas, en la transmigración. Eso lo encontré en aquella edición, creo que del año 1910, y luego en la de 1911 no encontré ese párrafo, que posiblemente soñé; aunque creo recordar aún la frase Chinese druses —drusos chinos— y un artículo sobre Dryden, que habla de toda la triste variedad del infierno, sobre el cual ha escrito un excelente libro el poeta Eliot; eso me fue dado en una noche.

Y como siempre he sido un lector de enciclopedias, reflexioné —esa reflexión es trivial también, pero no importa, para mí fue inspiradora— que las enciclopedias que yo había leído se refieren a nuestro planeta, a los otros, a los diversos idiomas, a sus diversas literaturas, a las diversas filosofías, a los diversos hechos que configuran lo que se llama el mundo físico. ¿Por qué no suponer una enciclopedia de un mundo imaginario)

Esa enciclopedia tendría el rigor que no tiene lo que llamamos realidad. Dijo Chesterton que es natural que lo real sea más extraño que lo imaginado, ya que lo imaginado procede de nosotros, mientras que lo real procede de una imaginación infinita, la de Dios. Bueno, vamos a suponer la enciclopedia de un mundo imaginario. Ese mundo imaginario, su historia, sus matemáticas, sus religiones, las herejías de esas religiones, sus lenguas, las gramáticas y filosofías de esas lenguas, todo eso va a ser más ordenado, es decir, más aceptable para la imaginación que el mundo real en el que estamos perdidos, del que podemos pensar que es un laberinto, un caos. Podemos imaginar, entonces, la enciclopedia de ese mundo, o esos tres mundos que se llaman, en tres etapas sucesivas, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. No sé cuántos ejemplares eran, digamos treinta ejemplares de ese volumen que leído y releído, acaba de suplantar la realidad—, ya que la historia real que narra es más aceptable que la historia real que no entendemos, su filosofía corresponde a la filosofía que podemos admitir fácilmente y comprender el idealismo de Hume, de los hindúes, de Schopenhauer, de Berkeley, de Spinoza. Supongamos que esa enciclopedia funde el mundo cotidiano y lo reemplaza. Entonces, una vez escrito el cuento, aquella misma idea de un objeto mágico que modifica la realidad lleva a una especie de locura; una vez escrito el cuento pensé: «¿qué es lo que realmente ha ocurrido?». Ya que, ¿qué seria del mundo actual sin los diversos libros sagrados, sin los diversos libros de filosofía?

Ese fue uno de los primeros cuentos que escribí. Ustedes observarán que esos tres cuentos de apariencia distinta, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, El Zahir y El libro de arena son esencialmente el mismo: un objeto mágico intercalado en lo que se llama mundo real.

Jorge Luis Borges
Acerca de mis cuentos

Para leer
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius.
El Zahir.
El libro de arena.

Escrito por Asterion. 2 de Agosto 2004 a las 06:50 PM.
Comentarios: El Zahir

Y entonces tu blog se llama "El Zahir" porque es un sitio mágico, especial en si mismo por su contenido, en este mundo virtual pero real que es el mundo blog.

Escrito por Anonymous a las 2 de Agosto 2004 a las 08:13 PM

La despistada que no firmo el comment de aca arriba soy yo.

Por otro lado, Poe y su Cuervo son mi lectura predilecta.

Escrito por Vero a las 2 de Agosto 2004 a las 08:16 PM

Hola Vero!. ¿Qué tal el fin de semana?.

Digamos que es un elemento extraño dentro de **tu** mundo real (del cual forma parte el blog).
No puedo decir que sea mágico. Digamos que es leíble. Si es mágico o no, es una apreciación que dejo a tu cargo, mi querida lectora.

Te mando un beso.

Escrito por Asterion a las 2 de Agosto 2004 a las 09:52 PM

Lujo de explicación.
Ahora, ¿por qué "Asteríon"? Imagino alguna conexión con Borges y el nombre de una bestia mitológica que habitaba un laberinto...

Escrito por zaxl4 a las 2 de Agosto 2004 a las 10:38 PM

El proceso lógico por el cual el autor va construyendo el relato es sencillamente fascinante.

En cuanto a Asterion, anda bien rumbeado mi amigo. Muy bien orientado. Si no me equivoco, el cuento está en el mismo libro.

Será materia de discusión de un próximo post.

Escrito por Asterion a las 2 de Agosto 2004 a las 11:18 PM

es genial!!
Besotes!
(depsues amplio opinion)

Escrito por Lül@ a las 2 de Agosto 2004 a las 11:22 PM

Es curioso como dos palabras escondian tanto "mundo" ...un besazo (no sé si me entenderás pero bueno jejeje)

Escrito por Lucía a las 3 de Agosto 2004 a las 12:33 AM

Hola Lül@ !
Siempre es un misterio como un escritor construye una historia, como encadena hechos y construye personajes.
Me encantaría escuchar esa opinión. Cuando quieras.
:-*

Escrito por Asterion a las 3 de Agosto 2004 a las 06:31 AM

Lucía!
Creo comprenderte. Detrás de cada historia de Borges se esconde un mundo. Dentro de cada cuento se esconden otras historias, leyendas de distintas épocas.
Me gusta. ¿Quedó claro el concepto?.
;-)

Escrito por Asterion a las 3 de Agosto 2004 a las 06:56 AM

El finde bien, algo político pero constructivo.
El suyo?

Por otra parte, no es un elemento extraño, pero si diferente. Tu blog es especial a los demas porque todos los temas de los post generalmente movilizan elementos mucho mas internos, desde el conocimiento o desconocimiento de un tema.

Me hacen pensar con mayor profundidad al leerlos y aun mas a reflexionar sobre aquello que tenga para comentar, aunque no siempre se refleje.

Pero lo mas importante que quiero rescatar, es que muchas veces me instruye o me insita a instruirme en temas de los cuales conozco poco o directamente no conozco nada. Y eso, el aporte a nivel intelectual por infimo que sea, lo hace un lugar sumamente especial para mi.

Por otro lado, que mal aprendida y no salude como corresponde: Buen día mi estimado!

Escrito por Vero a las 3 de Agosto 2004 a las 03:29 PM

Hola Vero!. Pasá, ponete cómoda.
Pasé un muy buen fin de semana, el sábado estuve en la Rural y a la noche fui a ver una ópera.

Mi idea del blog es que sea una especie de remanso, un lugar para parar y reflexionar. Si con alguno de los artículos puedo lograr que algún lector aprenda algo que desconocía, o logro traerte a la memoria algún buen recuerdo, entonces mi objetivo está cumplido.

Vos sí que sabés cómo halagar a un hombre!.
:-)

Escrito por Asterion a las 3 de Agosto 2004 a las 10:02 PM

Queria decir que detrás del nombre de tu blog que tanto encierra, qué persona no guardará!!!(date por aludido jejeje)muassss

Escrito por Lucía a las 4 de Agosto 2004 a las 12:22 AM

Muchas gracias por el piropoooooooo.

Quién fuese viento para acariciar tu rostro!.
;-)

Escrito por Asterion a las 4 de Agosto 2004 a las 05:57 AM

Que casualidad... despues de haber leido este cuento genial de Borges, use por mucho tiempo el nick de "El-Zahir". Ahora por medio de un link que encontre en un post bastante interesante, cai es este blog (que por lo que vi, lo voy a frecuentar seguido).

Saludos

Escrito por eleZeta a las 6 de Agosto 2004 a las 05:52 PM

A mí me pasó lo mismo. Es un cuento inolvidable, y el relato del proceso de su contrucción notable.
El Aleph es un gran libro.

Gracias por tu comentario. Un saludo.

Escrito por Asterion a las 7 de Agosto 2004 a las 03:59 AM

Así, que al igual que Carlos Argentino Daneri, vos trabajabas en una biblioteca ilegible de los arrabales del sur.

Escrito por Lucas El Hacker a las 21 de Agosto 2004 a las 05:58 AM

Me encanta El Aleph.
La idea es excelente .Su ejecución, magistral.

Escrito por Asterion a las 22 de Agosto 2004 a las 04:09 AM

Es comico como algunas cosas por mas indiferentes que sean para algunas personas detalles que algunos notan, otros analizan y otros como tu tienen gran gusto por ellas. Me agrado mucho tu explicacion, gracias por aclararme la duda...

Escrito por Issa a las 21 de Junio 2005 a las 06:05 PM

me a encantado leer este articulo, me gustaria k supierais k encontre un zahir en mi alma en mi vida, en mi corazon. gracias x todo, sed felices. nana(malaga).

Escrito por NANA a las 2 de Diciembre 2005 a las 04:28 PM

ahora lo entiendo todo, mucho mejor... acado de terminar El Zahir de Coehlo. Diferente claro. Vaya buena coincidencia... será la fuerza del Zahir...jej

Escrito por 69monas a las 8 de Enero 2006 a las 04:08 AM

cual es el Zahir de Coehlo??
es bueno? de que se trataaa?

increible el articulo...
yo amo a Borges, EL ES MI ZAHIR!!!

besos

Escrito por jesu a las 24 de Febrero 2006 a las 03:30 PM

Coelho es impresionante y ha hecho que lograse finalmente, ver mi Zahir....!

Escrito por SweetAndSoftly a las 16 de Mayo 2006 a las 11:53 PM

Esta muy padre yo tengo mi propio ZAHIR

Escrito por Mar a las 28 de Mayo 2006 a las 07:06 AM

mmm la verdad estoy leyendo el libro y necesito el resumen

Escrito por andrea a las 23 de Septiembre 2006 a las 02:02 AM

en verdad es confuso, tal ves por k no lo he leido, solo me dijeron que era como un "zahir" y me dedique a investigarlo...

Escrito por asms a las 4 de Octubre 2006 a las 07:52 PM

.....mmmm.... no he tenido la oportunidad de leer el libro de borges, pero si tuve la oportunidad de leer el de coelho; libro en el cual coelho habla de este zahir, recordando a borges.
me debore el libro cuando lo empece a leer, me encanto.
esa persona que te hace perder la razon, que es el sentido de tu existencia, que domina tu pensar-eso es el zahir- y fue tan bueno para mi descubrirlo, pude entender tantas cosas.
debo dar las gracias a mi hermano miguel por el regalo y dar las gracias a mi zahir-BASTIAN- eres sin duda mi zahir.

Escrito por elizabeth gomez a las 14 de Octubre 2006 a las 07:38 AM

tuve la oportunida de leer el libro de Paulo Cohelo, y realmente no estoy de acuerdo con el libro de Jose Luis Borges, creo que un Zahir es algo mas que una obsecion que no necesariamente lleva a una obsesion. Ademas desde el punto de vista mitologico el Zahir es uno de los 99 nombres de Dios y la mitologia arabe lo define como algo visible, presente, incapaz de pasar desapercibido. Amo a mi Zahir, encontrar a esa persona a sido encontrar muchas partes de mi que no conocia destapar espacios vacios para llenarlos y es verdad es un poco obsesibo pero desde el punto de vista bueno... pienso mucho en el.

Pero todos necesitamos un sentido un algo o alguien por el cual vivir para saber por quien vivimos! Lo importante es realmente no confundirse ante la idea de conseguir alguien con quien compartir la idea de un Zahir

Escrito por Erimar Da Silva a las 25 de Enero 2007 a las 07:06 PM

Coelho, ¿quién es ? Un buen automarketero que escribe lugares comunes. El Zahir es un cuento de Borges, el escritor y sabio, no del mercadotécnico Coelho.

Escrito por Juan Carlos a las 23 de Mayo 2007 a las 07:41 AM

Al leer este articulo sobre Borges entiendo mejor porque Paulo Coelho tomó la sabia desición de titular a uno de sus libros como "El Zahir". Me parece que JUAN CARLOS debería leer ese libro para no decir nunca una estupidez de tamaño colosal como la que dijo en el comentario realizado por el en esta misma página. El Zahir de Paulo Coelho es una ODA al Zahir de Borges.

Escrito por Maria Paula a las 9 de Julio 2007 a las 07:15 PM

PD : Erimar Da Silva... Excelente tu comentario !!! Yo también tuve la oportunidad de leer el libro de Paulo Coelho. Se nota que eres un buen lector (o lectora...la verdad no sé si eres hombre o mujer ). Pero si hay lago que sepa y de lo que este segra es que eres alguien que analiza bien las lecturas que realiza.

Cuidate mucho !!! Abrazos !!!

Escrito por Maria Paula a las 9 de Julio 2007 a las 07:21 PM

BUENO EN CUANTO A COELHO, ES MI OPINIÓN PERSONAL Y SIN ÁNIMOS DE OFENDER SUCEPTIBILIDADES, QUE ES ALGUIEN QUE ESCRIBE PARA VENDER, Y EN SI ESO LO CONSIDERO UN PECADO PORQUE SI ÉL ESCRIBE SOLO POR DINERO, NO ESTÁ ESCRIBIENDO LO QUE REALMENTE SIENTE... SI YA SE QUE SON COSAS MUY BONITAS Y EDIFICANTES LAS QUE ESCRIBE PERO ESO ES LO QUE ME HACE PENSAR QUE EL NO SIENTE SUS LIBROS!!!
Y QUE CASUALIDAD QUE SU LIBRO SE LLAME EL ZAHIR Y QUE EN EL ALQUIMISTA UTILIZE EL TEMA QUE UTILIZÓ BORGES EN EL CUENTO "HISTORIA DEL HOMBRE QUE SOÑÓ" NO SE SI LO HAN LEIDO PERO LA BASE ES LA MISMA...
GRACIAS POR DEJARME EXPRESAR...
HASTA PRONTO!!!

Escrito por José Elpidio de Panamá a las 4 de Septiembre 2007 a las 11:22 PM

Borges tiene la capacidad de generar cosas maravillosa con heramientas relativamente simples,la complejidad de su literatura esta en como cuenta las historias siempre de una manera compleja y atrapante sus libros elevan el alma de quien los lee y dejan en el lector un afan de busqueda una necesidad por satisfacer,en cambio cohelo repite historias o mejor dicho estructuras ya desgastadasy termina por lo general llenando al lector de comformismo,ademas sus recursos no son demasiado elaborados.Borges es un artista un escultor de las letras nada en la profundidad del universo humano.cohelo solo hace sentir espiritual o profunda a gente mas bien...superficial,¿no?

Escrito por El rufian melancolico a las 30 de Octubre 2007 a las 12:31 AM

Pienso que lo inolvidable ahora es lo común y lo q está siempre ahí...siempre al lacance de las manos, de los bolsillos, lo podemos tocar con toda la mano.sinceramete admiro a las personas como borges q a lo simple le da magia, y a la magia le da respuesta, me siento honrada al leer estas líneas,gracias.

Escrito por Rosa a las 21 de Noviembre 2007 a las 03:15 AM

me usto tu obra y tu estilo d escribir creo que eres el mejor

Escrito por ronald a las 3 de Diciembre 2007 a las 03:35 AM

LLegué acá luego de leer El Zahir de Paulo Cohelo, y quería leer el relato del adorado Borges debido a la reseña que Cohelo hace para explicar, o aclarar el término del Zahir, simplemente es algo que se vuelve imprescindible, necesario hasta para seguir viviendo, algo que en ocasiones puede llegar a transformarse en una obsesión, no siendo esto preciso. Pero el término no debe exclusivamente aplicarse a "alguien" como muchas personas lo interpretan, el ejemplo más cercano es el de Borges, su Zahir, su casi camino a la locura no era más que una simple y gastada moneda, pero dependiendo de la percepción de cada uno, ciertos objetos se vuelven más valiosos y únicos por corriente que le resulte a cualquier otra persona. Eso es el Zahir, algo que sale de lo común y se transforma en algo necesario en su vida, algo insignificante o vulgar, pero mágico y preocupantemente importante para uno mismo...Muchas gracias por leer esto quienes lo hayan hecho.

Escrito por Paula a las 15 de Diciembre 2007 a las 07:41 AM

....EL ZAHIR tiene mi pasado, presente y futuro.....porq es visible para mi...y dificil de olvidar el rostro amado.. porq ocupa un lugar presente en mi vida aunq ya sea mi pasado.. pienso en mi amor hacia el futuro....porq hoy vive en mi....


gracias ... por alimentar mi vida aunq no estes presente.....

gracias por leer estas lineas besos a todos ..=)

Escrito por kla a las 6 de Enero 2008 a las 06:56 AM

Borges es uno de los más grandes escritores de America y del mundo; Leer sus cuentos es un orgasmo literario, yo mismo he tratado de escribir siguiendo ideas suyas, como el mismo Zahir; pero no puedo conmpararme con él en lo más minimo. Coehlo, es rtealmente un autor comercial, y no me parece de buen gusto que se dedique a vender las ideas de los grandes vulgarizandolas. El Zahir esta con todos, es cada persona que nunca olvidaremos, cada momento que se queda en nuestra mente por siempre. Gracias Borges por darle un nombre a mi amor.

Escrito por Julio Andres a las 7 de Enero 2008 a las 11:57 PM

EL ZAHIR LO MAXIMO ME ENCANTO MUCHO

Escrito por GRISHA a las 10 de Enero 2008 a las 08:44 PM

NO ME GUSTA COHELO!, Y POR MAS QUE CREO QUE CUANDO SE DICE ZAHIR SE DEBE TRAER A LA MEMORIA A BORGES Y NO, EN MI OPINIÓN, A ESTE MEDIOCRE ESCRITOR, TAMBIEN ENTIENDO QUE EXISTEN DOS TIPOS DE LECTURAS, LA DE ENTRETENIMIENTO PERO CULTA Y LA DE ENTRETENIMIENTO COMERCIAL Y MEDIOCRE.
USTEDES DECIDEN QUE LEER.

Escrito por sole a las 5 de Febrero 2008 a las 06:16 PM

Muchachos...Borges y Coelho, por favor...Borges escribe El Zahir (un cuento qe como la mayor parte de la obra de Borges te deja de la recontra gorra) y Coelho se lo afana, lo vulgariza, lo lleva al lugar comun mas horrible de tener qe pensar al Zahir "como el amor de mi vida, esa persona sin la qe no puedo vivir y antes de ponerme a llorar mejor me voy a ver una novela portoriqeña" y vende millonadas...Cualqier boludo escribe sobre "la importancia del amor y tipo y de encontrar la felicidad en esa persona super especial para mi, boluda!", me sorprende qe a Coelho no se le caiga la jeta de verguenza cuando se sienta a escribir...

Creo qe lo remarcable en el cuento de Borges es precisamente lo contrario a lo qe qiere realzar Coelho. Coelho propone al Zahir como una obsesion qe es un fin en si misma, mientras qe en Borges el Zahir se termina transformando en un medio para llegar a otra cosa (a Dios)...Si bien es un obtaculo para llegar a "Dios" (no entiendo qe qiso decir Borges cuando puso Dios) es asi qe ve el camino, antes de haber visto el Zahir no sabia por donde buscar, ahora sabe qe detras de la moneda quiza este Dios...

Coelho es un capitalista desalmado vendiendo literaturas qe dan asco de tan obvias...el pobre Borges debe estar cagandose de risa mientras le dice a Oscar Wilde "mira los boludos estos, qe se emocionan con Coelho"...

Escrito por Cliff a las 6 de Mayo 2008 a las 06:04 AM

By the way...veo qe hay varios pelotudos qe le dieron a Borges una interpretacion Coelhistica (lease pelotuda)..."Gracias Borges por darle un nombre a mi amor" Viejo, o no entendiste el cuento o te cagaron y te vendieron un libro de Danielle Steel...

Escrito por Anonymous a las 6 de Mayo 2008 a las 06:08 AM

Hola, hace muchos años leí este cuento y volví a él después de leer El Zahir de Paulo Coehlo. Ambos geniales, será porque tengo mi propio Zahir, de quien no quiero ni puedo desprenderme tan fácilmente. Lo he intentado mil veces, así que cargo con mis mochilas y llevo mi Zahir muy junto a mi corazón. Buenísimo el poder encontar el cuento en la web.
Salu2

Escrito por María Cristina a las 26 de Mayo 2008 a las 10:29 AM

Me asombra que haya tantos b...obos, 0 ¿qué creían? aunque no me hubiera disgustado decirles algo más fuerte. Solo los tontos que no tienen nada en el cerebro pueden ser tan descorteses y decir "de a puños" sus propias ideas, tirándole a los que no los molestan con un balde de bosta.
Borges y Coehlo lo único que tienen en común es q son escritores. Borges fue ensayista y cuentista, además de poeta, pero para nada Paulo es un improvisado ni un mediocre. Los mediocres son ustedes que no deben de haber entendido sus alegorías.
Ahora, cabe preguntarse si no entendieron a Coehlo ¿entendieron a Borges?

Muy bueno zonalibre.org
Saludos para todos menos para los antipáticos, bueno... para ellos también. Soy democrático.
PP

Escrito por Pepe a las 26 de Mayo 2008 a las 10:40 AM

Un libro sencillamente maravilloso...la palabra Zahir ya esta escrita y plasmada sobre mi piel

Escrito por Ana a las 4 de Junio 2008 a las 03:19 AM
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?