Julio 03, 2004

NADA SE TIRA, TODO SE TRANSFORMA

Los elementos de internet que los adolescentes usan para relacionarse socialmente son, en esencia, iguales a los que utilizaban los adolescentes de generaciones pasadas (cuando no existía o no estaba masificado el uso de internet). Las grandes diferencias que, a simple vista, se verifican entre ambos son sólo superficiales.
recycle.jpg

Tal como lo sugería Andrew Darley, parece ser que todo está pre-formateado. Si hay algo que caracteriza a los medios de comunicación a lo largo de su historia es, precisamente, su ambigüedad entre innovación y reciclamiento.
Es indiscutible que internet introdujo nuevas formas de comunicación y es, justamente, en ese campo donde opera la innovación: en las formas. No en el contenido: allí opera el reciclamiento.
Veámoslo claramente: antes de la invención de internet (y antes de su masificación), los adolescentes establecían contactos con otras personas que, en general, conocían en lugares como las escuelas, las plazas, los clubes, los bailes. Esa relación perduraba gracias a la voluntad de ambas partes y la tecnología utilizada con el fin de conservar dicha relación. Así, cuando las distancias o los tiempos (o, situaciones de diversa índole) no permitían el encuentro personal de los adolescentes, se acudía a la tecnología para lograrlo.
Refiriéndome a un pasado no tan remoto, al principio, fueron las cartas las que posibilitaban tal contacto. Tiempo después, el teléfono aportó rapidez a las comunicaciones. Con la llegada de internet, tanto el correo como el teléfono fueron reciclados, aunque innovados en su forma. En efecto, el correo tradicional se transformó en correo electrónico y la conversación telefónica dio lugar al chat. La innovación que actúa sobre las formas consiste, fundamentalmente, en el formato electrónico y en la mediación de una pantalla.
Es esta misma mediación electrónica la que, a su vez, implicó otras variaciones en cuanto a las formas: era necesario suplantar a la fuerza ilocucionaria presente en toda enunciación oral e indispensable para el buen entendimiento de la comunicación. Aunque la escritura (en sus diversas formas) siempre se topó con ese obstáculo, en su formato electrónico encontró una solución (parcialmente) reparadora: los emoticones, una fusión entre las palabras "emotions" e "icons" ("emociones" e "íconos", en inglés). Estos son expresiones faciales que intentan transmitir las emociones representadas en los dibujos. Si bien estas caritas son sumamente "simpáticas" no difieren, en cuanto a su esencia, a las onomatopeyas (tales como "snif, snif", "ja, ja", "zzzzz", etc.) que, habitualmente, se incluyen en las cartas informales con la misma intención con la que se incluyen los emoticones en los e-mails o en las conversaciones por chat.
emoticonstrillian.gif
Parece ser que Darley tenía mucha razón...

Escrito por María Laura Suárez a las Julio 3, 2004 11:44 PM
Comentarios
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?