Enero 11, 2004

Ling

A la vuelta a mi casa compartida en Holanda, mis peores temores se han hecho realidad. Nos hemos quedado sin salita. El quinto hombre es ahora un chino llamado Ling. Me ha costado una semana aprenderme el nombre, y aún no estoy seguro de que se escriba así.

Este sujeto, joven aunque de edad indeterminada, se caracteriza por guardar el pan en el frigorífico, comer con palillos y utilizar un cuchillo de carnicero que casi me produce un ataque al corazón el día que abrí el cajón de los cubiertos y me lo encontré allí agazapado, mirándome.

Es increiblemente amable y servicial hasta el punto de que puede hacerte sentir incomodo. Se ha ofrecido a cocinar un fin de semana una cena típicamente china aunque yo creo que es para ligar con las chicas, batalla totalmente perdida pues no sabe que ambas tienen novio. Lo siento, si esperabais encontrar algún tipo de tensión sexual no resuelta, que más quisiera yo, os habeis equivocado de blog.

Sé que es aficionado al fútbol y un día me contó que visitó el barrio rojo de Amsterdam con su novia. Una de dos, o es un pervertido o es tonto de remate.

Posted by Bernardo at Enero 11, 2004 07:35 PM
Post a comment