Marzo 28, 2004

En el descanso

Era el turno de lanzarse sobre las "crokets" o los "frikandels", o de descubrir de dónde procedía el peculiar olor que iba y venía con la brisa y que la facción española del grupo habíamos decidido, por votación, imaginar, si eso era posible, como gambas a la plancha.

También fue el momento escogido por los que no debían estar allí para ocupar el terreno de juego. En los extremos, reuniones clandestinas de reservas, en uno y otro equipo, entrenadores y recogepelotas, se pasaban el balón unos a otros. En el círculo que delimitaba el centro del campo, tenía lugar un enfrentamiento en miniatura arbitrado por un zorro. Dos grupos de niños, vestidos con los colores de los equipos que competían mientras corría el reloj, trataban por turnos y de dos en dos de marcar en las porterías hinchables batiendo a los rivales.

Los altavoces escupían las canciones que hablaban de ganadores y las pantallas vomitaban vertiginosas imágenes publicitarias, pero a pesar de que en el microverso alternativo en el interior de la circunferencia era el A.J. Auxerre el que hundía al PSV, ninguno de los hinchas del equipo francés, ocultos en el extremo norte del campo y completamente rodeados de personal de seguridad, se levantó para provocar una ola, a lo mejor porque el resto del estadio no le seguiría, o empezó a vociferar himnos de victoría, quizás porque el extremo sur no le respondería.

Quince minutos después, volvimos a mirar desde el lado convencional del espejo. Y la gente que liaba tabaco con parsimonia o daba cuenta de su perrito caliente volvió a destrozarse la garganta con el mantra "pe-es-be".

Posted by Bernardo at 10:24 PM | Comments (0)

Marzo 24, 2004

El tercer acto

El lunes vine de España de pasar los días de vacaciones que me correspondían. La sensación de haber roto algún tipo de lazo invisible se ha hecho más fuerte desde la última vez, en lo que respecta a mi familia creo que me ha venido bien.

A la vuelta, como era de esperar, no se han producido grandes cambios. El sol sale tímidamente a veces, aunque aún hay quien se esconde de él, Hendrik tiene el pelo más largo, mi correo electrónico anuncia una fiesta en la casa "Harley Davison".

En menos de dos meses, regresaré a casa. Sobre mi cabeza ronda el fantasma de lo que he dejado por hacer. De alguna forma, estoy esperando el giro de tuerca o el personaje secundario que precipite los acontecimientos hacia un desenlace. Desgraciadamente, en la vida real, no todo queda atado al final.

Posted by Bernardo at 09:08 PM | Comments (0)

Marzo 07, 2004

Despedidas

Mi oficina, también conocida como el acuario, parece un pueblo fantasma de una película del oeste. Faltan las rodaderas.

En las últimas semanas, han terminado su periodo de prácticas Luana y Frederik. La chica italiana simplemente me dio un apretón de manos, me deseó buena suerte y se alejó lentamente por el largo pasillo que nos separa de los ascensores. Ahora no queda nadie capaz de hacerme levantar la vista del ordenador sólo con pasar a mi lado. Cuando vi a Frederik por última vez se deshacía en elogios sobre mi chaqueta. Como puede fácilmente deducirse, estaba completamente borracho. Fue tan enternecedor que estuve a punto de dársela, si la idea de volver a casa en bici alrededor de las tres de la mañana no me hubiera hecho pensarlo mejor.

La 4ª planta no es una excepción. A veces, cuando nos encontramos en la cantina, alguien ha desaparecido, el último fue Patrick, y después, alguien le reemplaza. O, como David, desaparece una temporada. Veinte días después, el colombiano llegó con un anillo de casado y un secreto que se muere por contar.

De lunes a viernes, no quedo más que yo. David, Paolo y Ben van y vienen. Ahora ha llegado un nuevo estudiante chino, Fanfan. No le he dicho, a riesgo de molestarle, que tiene nombre de sicario de Fumanchú. Así, en menos de cuatro meses, me he convertido en veterano.

Posted by Bernardo at 05:57 PM | Comments (1)

Marzo 01, 2004

En la peluquería

Era rubia y llevaba el pelo recogido sobre el lado derecho. Me sorprendió mientras miraba el panel electrónico rojo brillante, dudando si coger un ticket numerado del rollo. Cuando le dije que quería pelarme, me invitó a colgar el abrigo junto al expositor de revistas.

Luego me condujo a través del salón hasta el asiento de peluquero. Vestía de negro y era delgada, su cuello enterrado bajo el del chaleco con cremallera la hacía parecer más frágil. Frente al espejo, traté de explicarle con moderado éxito cómo quería que me cortara el pelo. No sólo por mi sencillo inglés, es que no podía apartar la vista de sus labios rosa brillante y el lunar al lado de su nariz.

Antes de empezar preguntó: ¿Café?, lo cual me desconcertó bastante. Rechacé amablemente su ofrecimiento, aunque si la pregunta hubiera sido ¿Sexo? la respuesta habría sido diferente. Después pude comprobar como junto a mí había alguno que otro aprovechando las pausas de su peluquera particular para dar sorbos a la taza situada en la parte de mostrador correspondiente.

Manejaba el peine y las tijeras con destreza y precisión, accionando con decisión el pedal para subir o bajar mi asiento cuando le resultaba necesario. Para entretenerme, eché un vistazo a "Pop of the top" de la BBC en el pequeño televisor a mi derecha. Acepté que me secara el pelo y me pusiera un poco de gomina, a pesar de no usarla habitualmente, sólo para conseguir que me masajeara la cabeza un poco más.

No fue barato y me dio un vale descuento por dos euros para la próxima vez. Podía haberselo ahorrado, a mí ya me había ganado como cliente.

El resultado fue este

Posted by Bernardo at 09:02 PM | Comments (4)