Estos días me encuentro de un humor excelente, mi moral está por las nubes y siento que la vida abre sus piernas ante mí como pura moza y no como la sucia prostituta que es. El infinito potencial del amor, los pajaritos, las flores y la sonrisa de un niño se refleja en los dibujos que hago últimamente.
Dammit! Creo que sólo me faltan tres millones de cosas para ser feliz.