Junio 03, 2004

Se hablará de....

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Bajo el presente trabajo de investigación he decidido estudiar las problemáticas relacionadas con los emergentes libros virtuales o ebooks. Es de mi interés fijar diferencias y regularidades (si las hubiera) entre los mencionados libros virtuales con los libros tradicionales o impresos, cómo se redefinen las prácticas de lectores, autores y editoriales, y cómo son los nuevos hábitos de lectura.

“La integración potencial de texto, imágenes y sonido en el mismo sistema, interactuando desde puntos múltiples, en un tiempo elegido a lo lagro de una red global, con un acceso abierto y asequible, cambia de forma fundamental el carácter de la comunicación” (Castells, Manuel)

¿Reemplazarán los libros virtuales a los tradicionales libros impresos?, ¿cómo se se pensarán y reconfigurarán las figuras de autor y lector?

HIPOTESIS
En Argentina, aún no existe una verdadera utilización y apropiación, por parte de los asiduos usuarios de la red, de los e-Books, su difusión es muy baja y no se conocen en profundidad sus posiblidades o beneficios. La sociedad tampoco ha generado espacios de debate sobre el tema.

Se desea investigar cómo afectó la aparición de los libros en formatos virtuales, cómo se reconfigurarán las categorías del que escribe, del que lee y cómo se han adaptado las instituciones educativas o bibliotecas en relación con estas prácticas.
El ebook, también llamado libro digital o libro electrónico, es la versión digitalizada de un libro impreso. Puede estar almacenada en un CD o disponible on line, y se lee directamente desde un ordenador. A la hora de hacer un ebook y utilizar contenidos en formato digital se puede disfrutar de una serie de propiedades y características que las publicaciones tradicionales en formato papel no permiten. La principal propiedad de los ebooks es la capacidad de admitir marcas (hiperenlaces) que nos asocien el texto con otras zonas o con otros elementos de cualquier tipo como gráficos, música, video, páginas web o cualquier otro recurso multimedia. Además estas marcas, plantillas y documentos nos ayudan a nivel interno a llevar la clasificación y gestión de nuestros documentos y contenidos, así como modificarlos o actualizarlos de manera prácticamente automática y a muy bajo costo.
Los distintos portales se configuran como bibliotecas públicas de libros (novelas, tesis, estudios, biografías, manuales, monografías, poesías, ensayos, antologías, etc.) cuyo objetivo principal es dar una oportunidad gratuita a estudiantes y al público en general de conocer distintas obras literarias.
Esta nueva tecnología de la información tiene el poder de reconfigurar las premisas básicas de nuestra cultura sobre textualidad, autoría, propiedad creativa, enseñanza y una extensa gama de temas. La textualidad electrónica conlleva muchos cambios pero no todos serán una pérdida. Por ejemplo, una de las críticas más frecuentes es que los lectores de hipertexto, que escogen su propio recorrido, leen todos textos distintos y, en algunos casos, nunca leen la totalidad del texto disponible.

PARA SABER…
No importa cuál sea el estado en que se encuentren los documentos originales: en papel, con formato de procesador de texto, formato web; todos los documentos son susceptibles de ser convertidos al estándar ebook.
FORMATO .LIT
Es un formato de Microsoft que se puede leer utilizadno el Microsoft Reader. El formato .LIT viene acompañado por todas las herramientas y utilidades necesarias que facilitan y simplifican su utilización, su lectura y, lo que es más importante, su distribución comercial, grantizando la protección de la propiedad intelectual y los derechos de autor.
FORMATO .PDF
Se genera utilizando Adobe Acrobat y puede ser leído utilizando el el programa Adobe Acrobat e-Book Reader. Este formato se viene utilizando desde hace muchos años y actualmente es el más extendido.

Aporta a la discusión sobre e-Books conocer un poco acerca de lo hipertextual. El hipertexto es una tecnología informática que consiste en bloques de texto individuales, las lexias, con enlaces electrónicos que enlazan esos textos entre sí. El hipertexto concibe de nuevo postulados considerados convencionales durante mucho tiempo, sobre escritores y lectores y los textos que escriben y leen.
El hipertexto puede presentarse como sistema independiente o en red, y también como sistema sólo de lectura o de difusión, y como sistemas que permiten al lector crear enlaces y breves anotaciones o incluso que le conceden el mismo acceso que al escritor. Además de las diferencias entre documentos hipertextuales debidas a los sistemas, otras surgen de sus autores, géneros y propósitos. El hipertexto puede aparecer en forma individual, que a su vez puede ser tanto una trama escrita para ser leída en línea como una adaptación de una obra impresa, a veces con demasiados añadidos; por otra parte, también puede presentarse como agrupamientos de subconjuntos hipertextuales.
Si bien la mayoría de las tramas hipertextuales existen como unidades relativamente separadas, en vez de ser nodos se dividen en varios géneros y modos como didáctico, de consulta, constructivo y literario. Cada uno de ellos requiere una estilística algo distinta y proporciona al usuario una experiencia muy diferente. Mientras que la utilización de obras de consulta como los diccionarios o las enciclopedias hipertextuales o multimedia implica, sobre todo, sencillas funciones de recuperación de información y provoca poca desorientación en el lector, ciertas formas de hipertexto didáctico y literario convierten la exploración, el descubrimiento e incluso la desorientación en elementos cruciales del encuentro del lector con ellas. La novela hipertextual puede tener un único autor u otros; y como los enlaces difuminan todos los límites, la novela en hipertexto también puede abarcar obras hipertextuales no novelísticas, educativas o de cualquier clase.
Estas estructuras en red producen nuevos hábitos de lectura y de escritura para los cuales el reinado de la imprenta ofrece algún tipo de precedente.

También debe disociarse la textualidad digital de la experiencia de su lectura con un artefacto dado. Un hecho central del mundo digital radica en su intrínseca separación del texto del objeto físico mediante el cual aquel es leído. Muchas de las personas confrontadas a la textualidad informática confunden la experiencia de leer dicha textualidad con la tecnología particular mediante la cual es leída. La lectura de textos electrónicos suscita dos tipos de reparos: no se puede leer un libro electrónico en la bañera, y ¿cómo puede compararse la experiencia de leer un texto en pantalla con la de leer un libro encuadernado en cuero?, la lectura con ordenador quita el placer del encuentro con el objeto físico. Leer un texto en un ordenador personal le limita a uno, obligándolo a leer en determinado lugar físico y, como la mayoría de las ediciones de bolsillo, suprimen gran parte del placer físico asociado con lo que muchos académicos reivindican como su ideal de libro: un objeto lujosamente encuadernado en cuero. Por otra parte, esta reacción totalmente comprensible pasa por alto el factor principal de la textualidad informática: su distinción fundamental del artilugio en que se lee. Cuando se compara la experiencia de leer un texto electrónico en la pantalla uno se concentra en el modo de presentación, concerniente más a la tecnología informática empleada que al texto electrónico en sí. Distinción clave entre la textualidad informática y su representación mediante una tecnología cambiante, y el acto de leer irá cambiando a medida que cambien la naturaleza del lugar de lectura y sus mecanismos.
Varios desarrollos tecnológicos auguran grandes cambios en cuanto al lugar de lectura del texto informático. Los nuevos ordenadores portátiles, que ya se acercan al tamaño de un libro grande, han empezado a modificar la naturaleza y ubicación del empleo del ordenador y ya hay estudiantes que asisten a clases o seminarios donde hacen consultas y toman notas dentro de tramas hipertextuales. Otra innovación es el modem sin cable, que le permite a uno moverse por un lugar determinado sujetando un ordenador del tamaño aproximado de un libro impreso que permanece electrónicamente conectado a un ordenador servidor y a las bases de datos que éste soporta. Esta tecnología, que ya permite leer en la bañera, promete un verdadero libro informático, siempre que por libro entendamos un lugar de lectura que presenta un gran parecido con los objetos que utilizamos ahora para leer.
Ya existen costosos monitores de alta resolución que proporcionan una presentación del texto tan estéticamente placentera como la mayoría de los libros impresos. Pero unos desarrollos recientes, algunos ya ampliamente utilizados, demuestran que en el futuro los lectores no se enfrentarán necesariamente al texto y a las imágenes digitales sentados delante de un monitor. Cabe esperar que, finalmente, alguna forma de esta tecnología liberará a todos los lectores del mundo digital de la necesidad de sentarse delante de pantallas de ordenador.
Muchas de las personas que se encuentran por primera vez con la noción de hipertextualidad asumen que los enlaces lo hacen todo y, en un sentido importante, tienen razón: los enlaces son el factor más importante del hipertexto, sobre todo en comparación con el mundo de la tecnología de la imprenta.
Cualquiera que escriba sobre las implicaciones literarias, culturales y políticas del hipertexto necesita tener cierta experiencia práctica con dichos sistemas y los documentos que contienen. No se puede hablar con provecho y seguridad del hipertexto genérico como tampoco se puede hablar de la imprenta en general. En primer lugar, no todos los textos impresos se publican en libros. Una gran cantidad de los mismos nos llega en la forma de cartas o formularios comerciales, hojas de pedido, menúes de restaurantes, anuncios publicitarios en los periódicos, carteles, horarios de trenes y demás. Incluso si se considera como libro a los periódicos y las revistas, resulta que la literatura y el libro literario sólo presentan una diminuta proporción de la producción impresa: los libros más numerosos y extensos son las guías de teléfonos y otras listas institucionales y públicas, los manuales de reparación, los catálogos de artículos de consumo y de componentes, etc.

El gran poder definidor de la tecnología digital radica en su capacidad para almacenar información y proporcionar luego innumerables versiones virtuales de la misma a varios lectores, que pueden entonces manipularla, copiarla y hacer comentarios encima sin modificar el material que visionan los demás. En combinación con las redes informáticas, la información digitalizada produce un nuevo medio de información en el que la lectura, la escritura y la edición adquieren nuevas características.
El mundo digital reconfigura la enseñanza, prosiguiendo el proceso iniciado primero con el invento de la escritura, y luego de la imprenta, y libera al estudiante de la necesidad de estar en presencia física del profesor. Esta libertad, que tiene cierto coste, también presenta las ventajas compensatorias de poder compartir recursos escasos entre instituciones y de proporcionar los cimientos de lo que algunos enseñantes denominan educación a distancia: estudiar fuera de las facultades y universidades. La ventaja más importante de estas tecnologías radica en la manera en que crean nuevos tipos de comunidades electrónicas capaces de suscitar y mantener preocupaciones intelectuales u otras.

Gráficos

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A partir de las diferntes encuestas realizadas a diversos usuarios de la red, se obtiene una muestra sobre la utilización de los e-Books en la Argentina.
Los gráficos de torta dejan ver la pequeña cantidad de usuarios que utilizan el servicio gratuito para la lectura o consulta de libros, novelas, manuales, etc. Los encuestados han manifestado la poca difusión que tienen los sitios y el escaso conocimiento que poseen sobre el tema.
Los consultados que efectivamente utilizan este servicio (25% de los jóvenes y 19% de los adultos consultados) realizan consultas sobre temas de interés como: meteorología, aeronáutica, y también relacionado con sus actividades cotidianas; textos de matemática, física, psiquiatría, historia, etc., pocos de ellos consultan sólo por el placer de disfrutar de una novela o un clásico de la literatura.
Actualmente, las instituciones educativas no cuentan con programas que integren las distintas áreas o materias con la tecnología informática y las consultas en línea. Las Bibliotecas visitadas no cuentan con máquinas para realizar consultas o búsquedas de información.

La importancia fundamental del hipertexto en red, para la realización del potencial del medio, sólo aparece cuando se le añade su último elemento clave: la capacidad por parte del lector de añadir enlaces, comentarios o ambos. En el hipertexto, las funciones de lector se funden con las de escritor y la división entre ambos se va difuminando. La particular importancia de la textualidad en red –es decir de la textualiad escrita, almacenada y leída en una red informática- se manifiesta cuando la tecnología convierte a los lectores en lectores-escritores, ya que cualquier contribución o cambio introducido por un lector pronto está al alcance de los demás lectores. Esta capacidad para escribir en una trama dada también transforma los comentarios y las notas personales, como las que uno toma en el margen del propio ejemplar de un texto, lo que tiene efectos fuertemene democratizantes, sobre todo en lo pedagógico. El libro electrónico resultará potencialmente democrático y anticanónico a causa de su naturaleza tecnológica, pero no todos los sistemas de hipertexto actuales incluyen la democratizante y crucial característica de permitir al lector contribuir al texto.

La conversión a hipertexto de un libro impreso puede enfocarse de cuatro maneras distintas: la primera no requiere sino colocar el texto del volumen impreso en un entorno informático que conserva la compaginación y la numeración originales. El segundo enfoque implica sustituir la presentación de la página por otra más adecuada al monitor y luego adaptar la versión impresa en aspectos menores aunque interesantes, como la conversión en lexias de todas las notas. Incluso para convertir las notas al hipertexto se presentan varias alterantivas. Se puede simplemente tratar todas las notas del libro como un único documento y enlazar las frases que contienen llamadas a las notas crorrespondientes. Dada la tendencia del hipertextoa atomizar los documentos en lexias separadas, un método más apropiado constiste en colocar las notas en lexias individuales y enlazarlas a los pasajes relevantes del llamado texto principal. Una minimizada conversión al hipertexto sigue manteniendo las seccciones originales del libro impreso como unidades básicas y las enlaza primero al sumario y luego, entre ellas, siguiendo un orden lineal. Una última traducción consiste en aprovechar plenamente todas las posibilidades del hipertexto e incluir además materiales adecuados para este, como obras de otras expertos, comentarios de críticos y materiales creados por alumno.

Los enlaces electrónicos, que difuminan los límites de cualquier texto informatizado, también conllevan una aceleración casi increíble de ciertas funciones de referencia. La consulta de un texto de referencia (diccionarios, enciclopedias, etc.) convierte la experiencia del lector en una continua clase práctica, puesto que la mayor velocidad y comodidad de las definiciones enlazadas hacen que el usuario las utilice como una especie de láminas ilustrativas. La mera presencia del enlace electrónico no sólo reconfigura la experiencia del texto como ente independiente, sino que une, en una relación nueva, cualquier texto enlazado con una obra de referencia. El hecho de enlazar obras de todo tipo: manuales de ingeniería, libros de textos de física, obras de ficción, con un texto de referencia difuminan la diferencia entre los textos compuestos para ser leídos de principio a fin y los diseñados sólo para consultas.


CONCLUSIÓN
Las ventajas de disponer de los contenidos en formato digital no sólo estriban en las comodidades y el ahorro en costos que suponen su distribución por Internet. También, al disponer de todos los contenidos en formato digital, hace que su gestión, búsqueda, y eficacia aumente en gran medida, permitiendo descargarse los capítulos que nos interesan sin tener que adquirir todo el libro o incluso formar nuestro propio e-Book con capítulos de ellos. Pero esta es una nueva tecnología, que no está ampliamente difundida, que no se conecta o se la aprovecha desde los contenidos escolares. Es probable que nos encontremos en un período de aturdimiento tecnológico, en un momento incial de rechazo, tratando de adaptarnos a esta nueva tecnología y experimentando con ella hasta que descubramos su verdadero valor.
“Los aparatos más difíciles se hacen sencillos cuando los usuarios los controlan, cuando los comprenden”.


Bibliografía utilizada:
- Landow, Georges; Teoría del Hipertexto, Cap. 1

Escrito por Marcela Brito a las Junio 3, 2004 11:16 AM
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