No se hacer otra cosa, por eso escribo:

Tu. Solamente tu. Tienes una fuerza dentro de ti, que te permite amar, que te permite matar de amor a quien tu quieras, en cualquier momento, en cualquier lugar.
Eres tan bella, tienes los ojos más sinceros de este maldito mundo, donde millones de niños mueren cada día de hambre, donde las guerras estallan. Y allí, en lo alto, los más grandes luchan por el poder, mientras yo lucho por tu amor: porque tus ojos me miren aunque sea un momento, porque puedas ver más allá de este trozo de carne y huesos donde me escondo. Donde se refugia mi alma.
Le haría el amor a tu voz, sí, a tu voz. A este sentimiento. Me follaría este sentimiento hasta dejarlo sin sentido.
¡¿Sabes que es volverse loco?!. Volverse loco es no verte, es pensar en estar a tu lado. Es querer pintar un corazón en la palma de tus manos con la punta de mi dedo índice, y no poder. Volverse loco es no poder despertarte con besos, es no poder beber de tu saliva. Es no poder alimentar a mi lengua con el sabor de tu cuerpo.
Volverse loco es no poder beber de tu sexo. Es no poder encerrar tu cara entre mis manos. Es no poder hacerte feliz.
Te miro suplicante. Desde lejos. Y me tiemblan las piernas, y me arde el pecho, y me condeno a esta tortura de verte alejarte. Y me imagino corriendo detrás de tu coche como en las películas americanas.
Puedo escribir mil historias, mil poemas, mil relatos. Ganar mil concursos. Puedo llegar a ser una gran escritora que no sabe "utilizar la H" y vivir de lo que escribo. Puedo alcanzar mis sueños. Pero no puedo alejarme de ti. No puedo dejar de escuchar tu llegada. No puedo hacerme más grande. Pero si puedo compartir los años que me queden que vivir en este mundo, contigo.
Puedo cuidar de ti, para que nadie nunca te haga daño. Puedo abrazarte en noches frías. Puedo hacerte el amor y no cansarme de lamerte desde los pies hasta el alma. De arriba abajo, de abajo arriba.
¿Sabes?
Te quiero una burrada.
