Cuando menos te lo esperas dicen que llega el amor. Pues señores y señoras, también llega: la amistad.
Dicen que la amistad verdadera no tiene tiempo ni lugar. Esto no es que lo diga ningún famoso filósofo, esto, sin más, me lo acabo de inventar yo ahora.
Y es que es cierto. Hay amistades que con la distancia y el tiempo sin verte se rompen. Pero es que hay otras, que ya puedes pasar años sin verte, que esa amistad lo que hace es crecer en vez de menguar.
Y si. Eso me ha sucedido a mi. Resulta que conoces a X un día, por medio de 3º personas, y haces amistad con ella. Es más, ves en ella, no solo a una buena persona, sino que ves a una "gran persona" y una "gran amiga".
No hace falta más. Solo abrir los ojos para verlo, y el alma para sentirlo así.
Después de casi 2 años nos hemos reencontrado, y por nuestros cuerpos solo ha pasado: tiempo. Y el tiempo ha servido para darnos cuenta de lo importante que era volver a encontrarnos. Volver a vernos.
Y nos hemos visto. Y lo que en principio fue una rápida amistad. Un feeling de esos explosivos, ha resultado ser, una amistad bonita, y espero que duradera.
Dicen (y esta frase ya no es mía): "que quién tiene un amigo, tiene un tesoro". Pues bien, yo ahora tengo dos tesoros, y espero verles de nuevo pronto.
Eso sí, por favor. El coche lo aparcamos en la misma puerta, porque eso de coger un taxi para que nos lleve hasta el coche ¿es un poco moderno no?.
Y nosotras no somos pijas ¿verdad?.
Osea, que el coche, lo aparcamos en la misma puerta del sitio donde vayamos a cenar, o lo que sea.
Porque luego, me pongo a grabarnos cogiendo el taxi y encima sois tan osadas y me decís: que no ponga el vídeo en el blog.
Y yo voy, y no lo pongo. Por respeto, claro, no por falta de ganas.
Os quiero. Y creo que aunque no leáis esto, ya lo sabéis...