Me hubiese gustado estar este año en el Orgullo Gay, en Madrid.
Es una pena no haber podido. Todos los años digo lo mismo:
-El año que viene iré al Orgullo.
Pero el año que viene llega y nunca voy.
Prometo que el año que viene iré al Orgullo Gay.
Me iré a Madrid y me soltaré la melena. Melena que por cierto, no tengo.