Como se nota que ha llegado el verano. Cada mañana cuesta más levantarse de la cama, y comenzar un nuevo día caluroso de esos que te hace sudar hasta las entrañas.
Últimamente lo primero que hago al despertar cada mañana es quedarme mirando un rato al techo: me imagino que el techo me va a abrazar o a darme un beso de buenos días.
Cuando me doy cuenta de que veo borroso, cojo mis gafas, que normalmente suelen estar muy cerca de mi, porque sin ellas no soy nada.
Y como si se tratase de un ritual cojo el móvil para ver si tengo algún mensaje mañanero, de esos que te hacen sonreír. Dar un bote de la cama. O sonreír simplemente de medio lado....
Pero nunca tengo mensajes mañaneros.
Así que cierro el móvil y lo dejo encima de la mesa.
En casa de mi madre se suelen quedar niñas extranjeras por un tiempo determinado. Esta vez se quedaron 2 niñas. Hoy ya era su último día, ya se han ido. Pero una de ellas debería no haberse ido. Tendría que haberse quedado.
Era preciosa. Tan bonita era que me llegué a preguntar que diferencia había entre quedarse a dormir en casa de mi madre o quedarse a dormir en mi cama.
Pero que no cunda el pánico. No soy pederasta. Y ahora, la verdad es que tampoco me dejaría llevar al huerto por ninguna belleza.
Aunque esto no quita que diga que es la chica más bonita que he visto en algún tiempo:
Tenía unas piernas... de esas que no terminan nunca. Y que si comienzas a mirarlas no puedes dejar de hacerlo.
Aun me pregunto si esta chica solamente tiene un único fallo: que no le gusta el gazpacho.
Aunque si lo pensamos bien tampoco eso es un fallo....
No se te ocurra decirme que esta niña es ruimana porke me da un yuyu...
:-(