Agosto 17, 2005

Ohh.. Irlanda III

Hacia el reino de Kerry

Ya dejo atrás Dublin, pendiente para visitar otra vez y poder hacer cosas como visitar el museo de escritores irlandeses o realizar la ruta de los catorce pub's. La carretera esta lluviosa y tras cinco horas de coche atravesando carreteras de un solo carril y pueblos de apenas veinte casas llego a la provincia de Kerry, situada al suroeste del país.

El anillo de Kerry

El atractivo principal de esta zona es una ruta turística llamada The Ring of Kerry que da la vuelta a toda la costa, luego pasando por los lagos y por la capital de la provincia. Nosotros nos hospedamos en uno de esos puntos de la ruta, el pueblo de Kilorgin (Kil, en galeico, significa ?Iglesia de?. Curioso un pueblo que se llamaba KilKenny (¿Matad a Kenny?) y otro que se llamaba Kilrush (¿Matad rápidamente?), como veis es fácil hacer bromas con los nombres). Durante la ruta, vemos que las carreteras están plagadas de B&B, bed & breakfast (pequeños hostales donde te ofrecen cama y almuerzo), algunos de ellos sin plazas No Vacancies y también campos de golf.

Pero saliendo de las zonas comerciales, encontramos pueblecitos costeros preciosos, playas enormes, lagos y valles. Las playas son enormes, en pero miles de metros que solo son rotos por alguna montaña que sobresale. Y es que impresiona, te sientes pequeño allí en medio, a la derecha miras y ves como nunca acaba la arena y a la izquierda una montaña se alza 400 metros delante tuyo. Cuando no hay niebla puedes llegar a ver la costa de enfrente y el hecho de que la arena sea tan plana hace que cuando sube un poco el nivel del mar se inunde con una fina capa de agua que hace un reflejo que se extiende hasta el horizonte. Pasear o correr por allí descalzo es distinto a las playas de aquí, arena muy dura y húmeda. El agua fría, pero transparente, no llegué a lanzarme al agua por eso, allí los críos iban con neoprenos negros, yo con un bañador de flores daba el contraste.

Había carreteras fuera de la ruta que se perdían montaña adentro, asfaltadas, pero apenas de unos metros, no podías ir con las ventanillas bajadas sin que te entraran hojas y ramas dentro y como encontraras un coche de cara date por perdido. Muchas veces estas carreteritas son advertidas con carteles que prohíben entrar a los autobuses. También me harté de ver vacas, ovejas y cabras, aveces vagando libremente y cruzando la carretera. Creo que en todo el recorrido no vi un solo pastor. Os enseñaría fotos pero todas son grises y solo recogen una parte de la belleza del paisaje.

El recorrido incluye un gran lago, con una excursión a pie de unos 12 kilómetros entre bosques, muy bien preparada (camino de asfalto) y señalizada, aunque invita a no seguir la ruta (bastantes ciclistas, a pesar de estar prohibido el circular en bicicleta) y pasar bosque a través. La caminata concluye en un punto llamado The meeting of waters, donde tres lagos se juntan, es un punto muy bonito, pero lástima que las barcas de los turistas entorpezcan el paisaje.

Recomiendo realizar toda la vuelta al anillo en varios días, no como nosotros que hicimos el anillo en uno y luego la excursión por el lago en otro día. Y dormir en los B&B. Ah! Levantaros pronto si no queréis ser invadidos por los autocares de jubilados. Aunque estos, como imagináis, no van ni a caminar por la montaña, ni pasear por la playa, ni perderse por carreteras secundarias. Más bien a inundar los lavabos de los restaurantes de carretera y comprar recuerdos en las tiendas cutres.

(continuará!)

Posted by mikel at Agosto 17, 2005 03:53 PM | TrackBack
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