Septiembre 19, 2004

EL GRAN FRANK

Esto está empezando a ser demencial, algo así como una adicción, pero es que no puedo evitarlo. Estoy absolutamente fascinado por una persona de la que estoy descubriendo rasgos que no podría haber imaginado. Una persona normal y sencilla a la que no le gustaba como funcionaba el mundo y por ello se manifestaba en contra y le contaba a la gente lo que, en su opinion, estaba mal. Y lo hacía de una forma satírica que no siempre gozaba de la clase que se esperaba de él. Supongo que por un excesivo roce en la zona pélvica, conozco la sensación.

Abstemio y no consumidor de drogas, defensor a ultranza de la claridad de mente que tan poco se daba en su época (cuántas veces dijo aquello de “that´s bad for you, buddy. You should give it up”). Un absoluto espectáculo de irreverencia e inconformidad, generoso con los que le acompañaban en el escenario que, en ocasiones, gozaban de más protagonismo que él mismo. Maestro de maestros (Adrian Belew, Terry Bozzio, Steve Vai, George Duke y Vinnie Colaiuta son sólo unos de los muchos talentos que se forjaron a su lado), maltratado por la justicia, las discográficas y la censura, gozó de toda la mala suerte que un hombre puede sufrir (no os podeis imaginar). Criado en la más absoluta pobreza, nunca tuvo la oportunidad de disfrutar del dinero(teniendo que gastar fortunas en abogados y juicios) hasta el (digamos) último tercio de su vida. Tachado de obsceno y censurado hasta la saciedad (me rio de Eminem), su música nunca fue entendida. Y digo su música, la que a él le gustaba hacer, no la que a la gente le gustaba escuchar. Todos se volvían locos con Bobby Brown Goes Down o Muffinman, todas esas sátiras de la sociedad que sólo él podía hacer. Pero una sonrisa aparecía en su cara con The Blue Lagoon o The Black Page, canciones que podrían tildarse de inaguantables para un oído no acostumbrado a la demencia musical.

En fin, antes de leer la autobigrafía que estoy leyendo y ver un par de películas suyas le adoraba. Ahora le idolatro. Él es “el sueño americano”, el sueño de cualquier músico íntegro, de esos que pelean por su arte sin importarles las consecuencias, de esos que comen sandwiches de mayonesa durante meses para poder pagar un disco que cambiaría el mundo de la música aunque pasara inadvertido en las listas de ventas, un músico que sufrió el fracaso y el exito de una forma tan continuada que parece mentira. Un hombre arriesgado que lo dió todo por la música. Un ídolo amable que no dudaba en firmar lo que fuera o saludar y besar a quien fuera...

Un ser único, inimitable y, a pesar de los esfuerzos de Mike Patton, irrepetible.

Gracias por lo que nos dejaste, Frank. Fuiste el más grande.

Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las Septiembre 19, 2004 02:14 PM
De la que otros han dicho...
Y ahora vas tú y, cargad@ de razón, dices









Me lo quedo para otra?