Septiembre 21, 2004

DANKE SCHÖN, GUTEN ABEND, AUF WIEDERSEHEN!

- Bufff... Aquí unos veintitantos, treinta grados. Mucho calor. ¿Y allí?
- Pues aquí unos 12 y lloviendo.
- ¡Qué horror!

Y a lo mejor mi madre tiene razón y esto es un horror. Pero cómo lo voy a echar de menos. Sí, amiguitos. Mi aventura en Berlin se ha acabado. Me vuelvo a Madrid.

Esto debería sonar trágico y desesperanzador, casi con lágrimas en los ojos. Pero yo no soy así. Analizándome he descubierto que lo único que voy a echar de menos es a Saartje. Me voy a morir cada noche por no tenerla a mi lado, pero la vida es así y así hay que tomárselo. Más dura es la mina. Además, gracias a easyjet sólo vamos a estar a 54 euros de distancia (si, señores, Madrid-Berlin ida y vuelta son 54 euros), una cantidad que creo me podré permitir cada dos semanas. Ella también.

Creo que todavía no he asumido que dentro de poco se acabarán los paseos más allá del Modersohnbrücke, toda la Gärtnerstrasse para abajo hasta Boxhagenerplatz. Ay, Boxi! Cómo voy a echar de menos rebuscar entre tus discos cada domingo por la mañana, tratando de encontrar otra joyita del jazz (menuda colección me llevo...). Cómo me va a faltar la espuma del milchkaffee en el Kaufbar y el scrabble y el barricade. Las corbatas para mí y las camisetas para Saartje.

Cómo voy a echar de menos las mañanas en la biblioteca. Cómo empecé a ir para repasar mi alemán y he acabado con mas de cien cds copiados, no se cuántas películas vistas y más de cien sonrisas de las bibliotecarias (creo que hasta ellas me van a echar de menos).

Pero cuánto me llevo conmigo. El amor de mi vida, para empezar. Me llevo también vivencias y aventuras como para escribir un libro por cada día que he pasado aquí. Me llevo amigos y, sobre todo, me llevo unos cinco años de crecimiento personal a cambio de dos que he vivido aquí. Me llevo el haber sabido quiénes eran mis amigos en Madrid y quién no. Alguno que me era indiferente y se ha convertido en carne para mis uñas. Me llevo un idioma más (ya van casi cinco) y una paz interior que no me la va a poder quitar nadie. Un conocimiento de mí mismo, de mis límites y flaquezas, de mis virtudes y mis defectos... de mis demonios.

Me llevo canciones que sólo aquí me he atrevido a hacer. Me llevo sueños y experiencia. Me llevo mucho a cambio de muy poco.

También me llevo el saber que el ser humano puede ser muy malo. Me llevo el racismo en mis carnes y la frustación que sólo los prejuicios de la intolerancia provocan. Me llevo muy mal sabor de boca de los alemanes y el sentimiento de que pertenezco a una etnia que deberíamos apreciar más y de la que deberíamos estar más orgullosos de lo que estamos. Tenemos un bagaje cultural por el que muchos matarían, cuidémoslo.

Así que, antes de que empiece a desvariar y me ponga a escribir algo asi como “Mi Lusha”, lo voy a dejar aquí.

Seguiré con el blog, no se preocupen. Le he cogido mucho cariño a esto y va a ser difícil dejarlo. Además, no me voy mañana. Esto va a llevar su tiempo porque hay muchas cosas que arreglar (¡esto es Alemania, Pepe!, ¡Viva la burocracia psicópata!). Pero vamos, que nada de “jo, tio. Cómo lo siento”, porque no hay nada que sentir. Como dicen por allá:

QUE ME QUITEN LO BAILAO

Abrazos per tutti!

Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las Septiembre 21, 2004 01:44 PM
De la que otros han dicho...

Pues si, si te llevas todo eso obviamente has salido ganando y joder supongoq algo bueno también tendrá este madrid q ni las ratas quieren vivir.

Ala tío welcomen xD

Esto lo dejó caer por aquí gorkamorka más menos a las Septiembre 22, 2004 05:56 PM
Y ahora vas tú y, cargad@ de razón, dices









Me lo quedo para otra?