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Todas las mentiras conducen a la verdad.

Me dijeron que la gente no cambia. Cuando ves a alguien que te gusta la retina es capaz de abrirse un 50% mas de lo normal, como cuando nos da luz directa a los ojos, hace mucho que no me pasa. Eran las 21 horas ya, me despierto. Llegue a tenerife hace tres dias. Me voy a ver a la gente de La Laguna. En el taxi me convierto en un ciego y me doy cuenta de como se tienen que sentir al hablar durante 10 minutos con alguien sin verle la cara. Era como hablar con la pared. Llego a mi destino, me bajo y me convierto en un personaje de una pelicula de terror al caminar por el campus de la universidad a las 22 horas. Un coche enciende sus luces en la oscuridad y un perro negro que no habia visto me pega el susto de mi vida. Me dan la bienvenida porro en la mano. Nos vamos a los bares. La calle esta llena de gente. Me convierto en un personaje de una pelicula de Woody Allen. Nestor se acerca, me ve tirar una caja de L&M y dice: asi me gusta, eso es malo. Me doy la vuelta y enciendo el ultimo cigarillo. Fumar puede matar, y pierce brosnan tambien. Me convierto en Spielberg y me imagino como tendria que estar viendo Marcos desde la azotea del edificio a Nayra vomitando al lado mio, grabamos en alta resolucion, resaltando los colores, aunque seguramente desde ese angulo no se veria nada. Veo a un tio vomitar al otro lado. Nos metemos en el Haring. Dios no lo ve todo, solo lo que el quiere. Pero yo la veo. Esta ai, a mi derecha. Inmovil mientras la luz revolotea por las paredes. Se ha cortado el pelo, si, pero es yesica, la reconozco. Nuestras miradas se cruzan. La retina no se ha abierto lo suficiente. Me siento raro. Tal vez ya no seamos los mismos. Me da un beso en la mejilla izquierda. ¿que tal estas?. Responde que bien, saluda a Jonas y desaparece. Tal vez la gente si que cambia. O tal vez no. Pero creo que tal vez, ya esta llegando la hora de cambiar.