Noviembre 11, 2004

The Ombudswoman

No se si lo habré contado o no: ya no cojo el teléfono en el trabajo. Un buen día se me acercó la jefa y me dijo "Germán, ¿qué tal se te da redactar?" y yo dije "Bueno, estoy en cuarto de Periodismo, pero eso no es garantía de nada, ¿por?". Y ahí quedó la cosa. Sí, porque el flujo de información en mi trabajo es bastante alejado del paradigma de Laswell. Hay un emisor, un receptor, quizá un código y probablemente hasta un mensaje. Pero se evitan entre sí lo más que pueden, sobre todo si en alguno de esos puestos se encuentra entremezclado el concepto de "jerarquía". Como quiera que yo soy el mejor en lo que hago (haga lo que haga) y mi pasotismo equivale, en versión mucho más educada y disimulada, al suyo, la cosa se tiene en pie.

En fin, unas semanas después de la misteriosa pregunta, resulta que el chico que contestaba los e-mails desaparece. Salió a fumarse sus cinco minutos de descanso y no volvió. Alguien chilló, oímos como la trituradora de papel de recursos humanos empezaba a lanzar extraños sonidos pero enseguida pasó la secretaria de recepción (ella, siempre tan solícita y presta a facilitarle la vida a uno) corriendo a poner un cassete de King África en el hilo musical. Lo cual no sólo no solapó adecuadamente la horripilante escena auditiva de cómo aquella máquina infernal se tragaba a nuestro compañero, sino que multiplicó el efecto aterrador del ambiente. Horrible, oigan.

"Germán, a partir de mañana vas a contestar los e-mails" me dijeron entonces. Y yo, presa del temor a las represalias que mi disconformidad con su planning de recursos humanos pudieran traer sobre mí, dije que sí con la cabeza. He de reconocer que no está del todo mal: sobre todo me he librado del "estrés rápido" que te produce esa llamada inoportuna (siempre son inoportunas). Lo malo es que ahora tengo "estrés lento" (¿Y qué coño le respondo yo a este tío si dos semanas después de preguntar aún no me han respondido a mí lo que le tengo que responder?). Tengo mis momentos de furia. Como el del señor que, después de pretender que el periódico cambie su política empresarial sólo para él (y que le ponga un estanco en la Gran Vía), me llama prepotente; después de requerir que le dé su opinión nuestro ombudsman, le indico dos cosas: a) que lo nuestro es una ombudswoman y que b) lo lógico es que sea él quien se dirija a ella (defensora del lector, la llaman, por algo). Me he quedado pensando que es igual de lógico que si alguien te pega una puñalá y tú le exiges que se persone en la comisaría a denunciarse. Y que lleve la faca ensangrentada como prueba. Bien, a esto él me ha respondido que soy muy obstinado por no querer reenviar sus e-mails a nuestro ombudsman. Es una lástima que se me exija "excelencia" en el trato o este pisaverde iba a enterarse de lo que soy yo capaz de hacer con un buen par de polisílabos.

El caso es que no estaría de más. Que me dejasen usar mis técnicas léxicas mortales con ellos. Muchas veces parecen criaturillas indefensas (más incluso que por teléfono, de verdad). En esto de manejarse con el lenguaje, digo. En el mes y pico que llevo en esto, he conocido a gente que, y aún no sé cómo lo ha logrado, se han suscripto al periódico. E incluso gente que es tan simpática, que ni siquiera se han suscripto, pero que quieren usar las ventajas de suscriptor de la suscripción que alguien les disponibiliza. Gente que me pide que le avice de cosas que yo ni sé, ni quiero saber, cuándo van a suceder (como por ejemplo, cuándo se procederá a la devolición de su dinero). O gente, por ejemplo, tan soberanamente inepta como el obstinado prepotente del párrafo anterior, cuya queja venía, a todo esto, porque hay x días en los que no recibe el periódico, a saber: los fines de semana y festivos en que, como no abre la empresa, la gente se los quita.

¿Quién protege a mis neuronas de esta gente? ¿Para mí no hay un ombudsman?

Posted by germanmj at Noviembre 11, 2004 02:36 AM
Comments

El día que tengas que darte de hostias en inglés por teléfono con un proveedor de servicios eróticos sabrás lo que es disfrutar con tu trabajo. Y la de palabras nuevas que aprendes, oyes, que en una ventana tengo el registro en excel, y en la otra el diccionario escatológico inglés...

Posted by: Somófrates on Noviembre 11, 2004 01:04 PM

No, pero tuve que explicarle en inglés a la francófona viceministra de Pesca y Océanos de Canadá lo que era un CIF y para qué lo necesitábamos.

Posted by: Germán on Noviembre 11, 2004 01:43 PM

Yo últimamente hablo mucho con el marco de las puertas, las mirillas y los balcones desde los que salen vocen inaudibles... Es todo un mundo y me apena que haya gente que no lo conozca...

Snifs.

Posted by: efe on Noviembre 12, 2004 12:22 AM

Seguro que te entienden mejor

Posted by: Germán on Noviembre 12, 2004 12:54 AM
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