Febrero 27, 2004

día 14

Día infértil.

Absolutamente todo lo contrario a lo que puede significar un día como éste para el resto de la población mundial femenina.


Dedicado a viejo, para que se sienta bien. Sé que en la clínica no me leerás, pero igual. Forza.

Hoy quiero dormir y despertar en mi cama después de haber dormido sin sobresalto alguno. Con un jarro de jugo de naranja recien hecho y muy helado en el velador. Pero no, vuelvo a la leche blanca y pura, tan cínica que dudo de su blancura OMO o Pep o qué se yo y a salir y mirar còmo la Kennedy vomita autos shum shum shum y la Costanera Norte cada vez más arrasa con Santiago, ratatatatatatatatatatac.

Hoy, oficinas de madre. Modernas, limpias, linda vista. "Ojalá estuviesen en el piso 28", le dije, siendo que ni yo mismo me atrevería a mirar hacia abajo desde tal altura. ¿Recuerdan que decidì que no me tiraría desde un edificio hacia abajo? Ya. Por lo mismo.

Luego, ir de compras. Amo hacerlo. Dejar que la banda magnética de mi compañera de aventuras se gaste cada vez más y la impresión con el número de tarjeta, mi nombre completo y el número de cuenta se borren progresivamente. Eso sonó demasiado progre.

Meiggs es un submundo. Pensar que en una sola calle se reunen los precios huevo de esta ciudad. Y esperé casi una hora y media para poder gastar casi nada en útiles para este año. Y me compre de lo mejor. Me dí gustillos. Al final, eso es lo que le da un toque a la vida.

Volví a la casa. Vagancia al máximo, almorcé y como no tenia nada mejor que hacer, pesqué las Picnic y me las empecé a leer enteras. En realidad es una buena revista de música. A las dos horas, me ganó el dolor de espalda acumulado de Viña y me dormí.

Desperté un par de horas más tarde para meterme a Internet un buen rato y ver como, por Televisión Nacional, se cerraba una etapa de la tránsfuga pantalla chilensis: se fue Cecilia Serrano de 24 Horas. Lloró, se mandó un speech que me dejó perplejo y se retiró entre aplausos. Se los merece. Más que Bernardo.

Aberraciones en la TV, como la nariz del Kike y arañas de rincón y heridas de una mina que, como secuelas de la picadura, aparte de haber perdido a su hijo en su vientre, tiene heridas abiertas aùn en el brazo. Como para verlo comiendo en familia.

Ñam ñam.

Escrito por Stark a las Febrero 27, 2004 11:07 PM