Que el mundo de la publicidad es una mierda es por todos conocido, o al menos así debería ser, pero hay un anuncio que se lleva la Presiva de Oro al anuncio más cabrón.
Estoy hablando del anuncio de Balay, en el que una maru de edad media y su séquito de "balay-men" nos cuentan como la vida con un Balay en casa es molto divertida. Que estás en una reunión de trabajo y tu parternaire te aburre? No te preocupes, que el "balay-man" te tirará de la coleta para que las comisuras de los labios se estiren y sonrias.
Lo mismo cuando la panda de trolls que viven contigo han acabado la cena y te han dejado 4 vajillas sucias encima de la mesa. Tú, conocedora de lo que supone tener que fregar a las diez de la noche, después de un día de curro, con ese dolor de cabeza a causa de los estirones de pelo, te diriges al fregadero no para coger el mistol, sino para cortarte las venas y no manchar nada. Eres lista,y sabes que si fallas en el intento, quien va tener que fregar la sangre vas a ser tú, así que mejor si todo el "fluido vital" va a parar a la pila.
Pero hete aqui, que cuando te das la vuelta porque no encuentras el valor suficiente, compruebas que los balay-men te han dejado la cocina como los chorros del oro.
Y esto en la vida real, no pasa - por eso el anuncio es muy cabrón, porque crea unas expectativas y unos deseos que luego no se cumplen - que yo todas las mañanas doy la espalda a la mesa de la cocina, cierro los ojos, y cuando los vuelvo a abrir ahí siguen las naranjas, el exprimidor, la mantequilla, la mermelada, el paquete vacio de los donetes, de las galletas principe, la tostadora para el pan, el calienta leches....
Ni que decir tiene que cuando algún imbécil se sienta conmigo en el tren, y pretende que mantengamos una conversación, no tengo a nadie que me tire de la coleta para sonreir. Claro, que después del corte tan "radical" que me dí el otro día, es muy difícil tirarme del pelo.
Y es que, a todo el mundo, por h o por b, le vendría bien un balay-man o una balay-woman. A mí, la verdad, que me vendrían estupendamente para hacer más digeribles las noticias de estos últimos días. La última es que la semana que viene nos vamos a pasar tres o cuatro días en el hospital con mi hermana.
Esperemos que la prueba de el resultado esperado.
Escrito por Ines Presiva a las Octubre 1, 2004 10:10 AM